Orgullosamente negrx y queer: los caminos de la fotografía de Erick Luna

Erick Luna utiliza la fotografía para explorar la herencia afrodescendiente en un país donde los modelos de belleza ideal son blancos.

8 de febrero de 2023
Paula Rosales
Erick Luna
Edición: Ana Fornaro

Erick Luna utiliza la fotografía para explorar la herencia afrodescendiente en un país donde los modelos de belleza ideal son blancos. La publicidad salvadoreña está dominada por mujeres y hombres esbeltos, cabellos lisos y ojos claros, en contraste con la mayoría de la población mestiza en el país centroamericano.

Tradicionalmente, la promoción de la herencia étnica de pieles oscuras y los cabellos rizados no fueron difundidos en los libros de texto escolares ni en los anuncios publicitarios, la homogeneización de la sociedad fue la regla después de la colonización. 

Erick, de 21 años de edad, vive en Jocoaitique, un pequeño municipio a 220 kilómetros al nordeste de la capital. De acuerdo al último censo oficial de 2007, el lugar es habitado por unas 28 mil personas. La mayoría de su población es de ascendencia Lenka, pero él no se sentía parte del Pueblo Indígena, ni de la población mestiza. Siempre fue diferente al resto de sus familiares y amistades. 

“Ha sido un poco complicado el proceso porque en mi familia no se siente de origen afrodescendiente, solo yo, creo que mi herencia negra es por mi abuelo. Casi siempre me alisaba mi cabello, pero un día decidí dejarlo natural. Mucha gente dice que el cabello afro es desordenado, que se ve mal, pero es la identidad propia y tiene un significado histórico para mí”, dijo a Presentes.

El departamento de Morazán es uno de los lugares donde más personas se autodeterminan de los Pueblos Indígenas Lenkas y Kakawira. De acuerdo al censo piloto de población, vivienda, y seguridad alimentaria realizado en el municipio de Cacaopera en 2018, se estima que el 83 por ciento de la población es indígena. 

Borramiento afro

“En El Salvador los estereotipos son bastantes grandes. La belleza aquí encaja en una persona blanca, rubia, ojos azules. Aún en los ámbitos laborales, en la escuela se ha sentido la discriminación, a veces de manera indirecta, pero siempre se siente”, expresó Erick.

Recuerda que en su niñez se burlaron del color de su piel y el cabello rizado. No tenía mucha información sobre su ascendencia étnica, pero fue hasta el año 2021 que conoció el trabajo de Afrodescendientes Organizados Salvadoreños – AFROOS y sintió que por primera vez podía identificarse como una persona afrodescendiente. 

De acuerdo al último censo de población de 2007, unas 7,441 se auto identificaron afros, lo que representa un 0.13 por ciento de la población total.

Desde hace catorce meses, Erick dejó de alisar su cabello como inicio de plena autoaceptación. Cuenta que cuando los rizos comenzaron a asomar en su cabeza decidió que no volvería a ocultar su identidad afrodescendiente.

“Siempre busco transmitir un mensaje con lo que hago, pero lo principal es que se acepten, porque yo soy una persona negra, estoy orgulloso de mi cabello afro y no tengo por qué ocultarlo”, agregó.

Queer

Erick recuerda que desde su niñez comenzó a explorar sobre su identidad de género. A los cinco años de edad utilizó la ropa de su hermana, pero no sabía cómo sentirse o nombrar lo que estaba experimentando. La atracción por los chicos la sintió una década más tarde.

“Yo recuerdo que nunca me sentí un chico ni tampoco me sentía una mujer. La gente me preguntaba cuándo iba a comenzar a transicionar porque cuando me dejé crecer el cabello pensaron que me iba a ser una chica trans, pero hasta el momento no es algo que tenga en mente porque no es cómo yo lo siento”, dijo.

Las series sobre identidades diversas transmitidas en servicios de streaming y los talleres de difusión de derechos de las personas LGBTI le dieron la respuesta que estaba buscando sobre su identidad, Erick se autopercibió como una persona Queer.

“Yo le he preguntado a muchas amigas trans cómo iniciaron ellas con el proceso y me decían que desde pequeñas se sentían como mujeres. Yo no recuerdo sentirme como una chica durante mi vida, me he sentido como en medio de ambos géneros, antes no sabía qué significaba queer, pero ahora sí”, acotó.

El Salvador no cuenta con datos desagregados sobre identidad de género, sin embargo, el informe “Condiciones actuales de la población LGBTI en El Salvador 2020 – 2021”, elaborado por la Asociación Comunicando y Capacitando a Mujeres Trans con VIH en El Salvador – COMCAVIS Trans, de 244 personas consultados el 3 por ciento se auto identificó como Queer.

Fotografía y arte Drag Queen como expresión

La vinculación entre la identidad de género y la cultural se materializó con el arte drag. La exploración de la herencia africana y la autoexpresión queer la fusionó con la fotografía.

“Cuando descubrí el arte drag me preguntaba cual era mi identidad de género y cuando lo descubrí sentí que podía sentirme como una mujer y como un chico, aun así sabía que estaba exactamente en el medio y me identifiqué con la letra Q”, señaló Erick.

En 2019 Erick se integró al Escuadrón de Morazán, un grupo de animadoras que cada año participan en la marcha del orgullo que recorre las calles de la capital. Para participar tienen que desplazarse unas cuatro horas desde sus hogares e invertir al menos 400 dólares para los trajes y maquillajes. 

Erick se considera una persona autodidacta, aunque estudió hostelería y turismo. Últimamente, se ha apasionado por el maquillaje, el diseño de ropa, la coreografía y la fotografía.

En 2022 produjo su primera sesión para participar en un concurso de la organización COMCAVIS, en el que ganó el segundo lugar.

Su intención es continuar expresándose a través de la imagen y motivar a otras personas que aún exploran su identidad de género y herencia cultural

“Con la fotografía trato de demostrar que soy una drag queen, una persona abiertamente gay, abiertamente queer y orgullosamente negra. Todo es un proceso y lo único que tienen que hacer es tener paciencia a sí mismos, nada va a pasar de la noche a la mañana”, expresó.

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