Córdoba: marcha de antorchas y un detenido por el transfemicidio de la joven Sofía Bravo

La joven militante integraba la Mesa por la Diversidad La Carlota. Estuvo desaparecida una semana.

CÓRDOBA, Argentina. El 16 de enero de 2022, la joven trans Sofía Agustina Bravo caminaba sonriente, con minifalda y top amarillos, fundida en el colectivo que protagonizó la Primera Marcha del Orgullo y Festival de la Diversidad en la ciudad de La Carlota, zona agropecuaria del sudeste cordobés. Exactamente un año después y por esas mismas calles, unas 500 personas iluminadas por la tenue luz de las velas le rindieron homenaje y reclamaron justicia por su transfemicidio, por el que ya hay un detenido.

“Agus: que descanses en paz y se haga justicia”, “Hoy fuiste vos, mañana cualquiera. Brillá donde estés, Soso”, “Gracias por tu lucha, Soso. Te recordaremos con cariño”, “¡Siempre en nuestros corazones, compa!”, son algunos de los mensajes escritos por sus amigxs y compañerxs en torno a su retrato.

El mismo lunes, la Fiscalía de Instrucción de La Carlota informó que la policía “detuvo, en la localidad correntina de Lavalle, al supuesto autor del crimen de Sofía Agustina Bravo. El detenido es un camionero y quedó imputado de Homicidio Calificado (Femicidio). Las autoridades judiciales y policiales ya trabajan en el traslado del imputado a la sede La Carlota”. Hoy al mediodía se informó su identidad: Rodrigo Nicolás Espíndola, de 22 años, con domicilio en La Cesira, Córdoba, pero capturado en Corrientes de donde es oriundo.

Sofía con top y mini amarillos participó en enero de 2022 de la 1 Marcha del Orgullo LGBT en La Carlota, Córdoba.

Una semana desaparecida

Sofía, de 26 años, fue vista por última vez en la madrugada del 6 de enero. Al mediodía de ese viernes pensaba viajar a Marcos Juárez para visitar a su madre, en el mismo colectivo en que su amiga Lorena viajaría a Villa María. Ya habían sacado los pasajes, pero Sofía no apareció en la terminal. Lorena pensó que alguien la habría llevado, porque la noche anterior salió a trabajar a la rotonda de acceso a la ciudad, donde suelen aparcar los camioneros. Pero nunca llegó a Marcos Juárez. Al perder contacto telefónico con su hija, su madre presentó en la comisaría local la denuncia por solicitud de paradero.

La búsqueda comenzó el martes 10. Policías y bomberos, con el auxilio de perros y drones rastrillaron en las inmediaciones de La Carlota y varias localidades cercanas, sin lograr resultados. En la tarde del sábado 14, una persona que hacía dedo en la ruta provincial 4 percibió un olor nauseabundo y avisó a la policía. Allí, en un pastizal, muy cerca de la rotonda de ingreso a La Carlota estaba el cuerpo de Sofía Bravo. El informe preliminar de la autopsia dejó dudas: “No revela información útil a la causa. No en función de la hipótesis de homicidio”, explicó la fiscalía.

Pero esa era la hipótesis de la investigación a cargo del fiscal Walter Guzmán. Se sustentaba en el rastreo del celular de la víctima y el registro de una cámara de seguridad que la mostraba subiendo a un camión, que luego se trasladó a un campo cercano. Según trascendidos de fuentes policiales, durante el fin de semana se allanó en La Cesira, un alojamiento donde habría pernoctado el chofer, que finalmente fue detenido en Lavalle. Quedó imputado por homicidio calificado por el agravante de violencia de género. Por estas horas, se aguarda el resultado definitivo de la autopsia.

Alrededor de 500 personas participaron del pedido de justicia por el crimen de Sofía Bravo. Crédito: Marcos Cavaignac/DIversidad La Carlota

“La mataron por ser mujer, trans y trabajadora sexual”

Sofía militaba en la Mesa por la Diversidad de La Carlota e iba a participar el sábado 21 en la Segunda Marcha del Orgullo en su ciudad.

“Desde Diversidad La Carlota repudiamos el travesticidio de nuestra compañera militante Sofía Agustina Bravo. Acompañamos y estamos a disposición de la familia Bravo en este doloroso momento. Fue un transfemicidio, fue un crimen de odio. La atacaron y se aprovecharon de Sofía por ser mujer, por ser trans y por ser trabajadora sexual”, denunció la organización.

A su vez, la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (Ammar – Córdoba), manifestó: “Otro travesticidio, otra compañera sin vida, otra historia truncada, otra familia destrozada y la gran comunidad que somos llora. Pero también saca fuerzas de flaquezas para continuar con nuestra lucha. Lucha a la que se nos empuja solo porque elegimos un modo de vida que algunos pocos no aprueban, esos que viven del odio abstracto sustentando el engranaje de una sociedad intolerante y feroz”.

“Tenía la ilusión de salir de la clandestinidad”

Integrante de la Mesa de la Diversidad de La Carlota, Marcos Cavaignac recordó que “Sofía ya había sufrido violencias. El año pasado un tipo le quebró un brazo. Ella ya no quería seguir laburando. Trabajaba siempre en la rotonda de acceso, cerca de donde la encontraron. Esa noche estaba chateando con Lorena, la compañera con la que vivía. En sus últimos mensajes a ella y a su madre les contó que estaba con un cliente en un camión. Y les dijo: ‘Es la última vez que salgo’”.

 “Ella tenía la ilusión de salir de la clandestinidad como trabajadora sexual. Quería dejar su trabajo como marginada en la ruta”, coincide Iván Crisóstomo. Y relata que Sofía “varias veces se acercó a la Municipalidad para conseguir un trabajo, se acercó al corralón municipal para que le den trabajo para limpiar las calles”.

Esa intención se amparaba en la ordenanza Inclusión laboral de Personas trans “Claudia Pía Baudracco”, sancionada por el Concejo Deliberante el 16 de junio del 2022, a partir de una iniciativa popular impulsada por Diversidad La Carlota en consonancia con la Ley Nacional 27636 de Promoción del acceso al empleo formal para personas travestis, transexuales y transgénero “Diana Sacayán – Lohana Berkins”.

“Siempre al frente, siempre con alegría”

Su vecina, María José Fernández, conoció a Sofía en una bailanta. La describe como “alegre, respetuosa y amiga, una excelente persona. Ella siempre llamaba la atención porque saludaba a todos con un beso y era muy divertida. Me dolió muchísimo enterarme de esta muerte, porque no se la merecía”.

Para Marcos, que Sofía asumiera su identidad implicaba “una decisión militante muy fuerte, porque en pueblos como éste te miran, te juzgan y te condenan sólo por tu condición sexual. Lamentablemente, todavía en el interior el trabajo de visibilización, integración y aceptación está muy atrasado”. Y cuenta que en la previa a la Segunda Marcha del Orgullo Sofía iba a integrar una mesa debate organizada por Invicines en torno al corto Metami, de Maia Cristal Scaglia, que rescata un testimonio vinculado al trabajo sexual. “Es una paradoja que da mucha bronca, porque ella quería dejar ese laburo que vivía desde un ángulo marginado y que le costó la vida”, concluye.

“A Sofía no le importaba andar sola, siempre de acá para allá por la calle –añade Iván–. Siempre al frente, siempre se defendió sola y también defendió a las suyas y los suyos. La vamos a recordar con dolor pero también con alegría. A ella le gustaba mucho el amarillo y siempre se vestía de ese color”. 

Desde la Mesa por la Diversidad La Carlota convocaron a una nueva marcha el sábado 21 de enero. Exigen justicia por Sofía y la urgente aplicación del cupo laboral travesti trans.

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