Argentina: una mujer qom está presa por defenderse de su abusador
Fue agredida en varias ocasiones, se defendió y cuando fue a denunciar a su agresor terminó detenida.
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BUENOS AIRES, Argentina. Eliana Encina tiene 23 años, dos hijos pequeños y pasó Navidad presa en una comisaría. Está acusada de intento de homicidio porque le disparó a quienes ella acusa de haberla golpeado casi hasta la muerte y abusado sexualmente.
“Ellos me estaban atacando, lo hice para defenderme. Yo sigo presa, ellos están libres y nadie toma mis denuncias ni me escuchan”, dijo Eliana a Presentes desde su celda en la comisaría de Pampa del Indio, la localidad de la norteña provincia de Chaco donde sucedieron los hechos. “Mi calvario es un claro ejemplo de cómo la justicia condena a las mujeres y deja a los abusadores libres.
El 1 de septiembre le dictaron la prisión preventiva. Ahora la defensoría oficial solicitó la prisión domiciliaria para ella porque sus hijos son menores de edad, entre otras razones. Esta mujer de origen qom afronta el proceso en su contra sin haber tenido acceso al expediente, sin asistencia legal y sin la posibilidad de ser querellante.
En tanto, la secretaría de Derechos Humanos y Género de Chaco solicitó al fiscal de la causa que agilice los trámites judiciales, otorgue el arresto domiciliario así como atención médica a la detenida. Dejó constancia de que no se le ha consultado a la imputada si pertenece a un pueblo originario.
De hecho, Eliana es parte de la comunidad qom. “El pedido de libertad para Eliana Lencina debe ser urgente y ser tomado por todas las organizaciones sociales y de mujeres. Sobre todo para que no pase toda la feria judicial encarcelada”, expresó el Plenario de Trabajadoras, al tiempo que compartió su testimonio en las redes sociales.
La historia de Eliana
Eliana Encina nació en Pampa del Indio. Su familia se compone por su madre, hermanas y sus hijos, un niño de 8 años y una niña de 4 años. Estaba cursando sus estudios secundarios cuando comenzó su enfrentamiento con quien había sido hasta ese momento su compañera, Cristina Soto, por un comentario sobre el maltrato que ella habría tenido con sus hijos, dos niñas y un niño.
“Un día llegué a su casa y estaban dentro de un aljibe, el agua les llegaba a la panza. Los saqué de ahí y ella se volvió loca, me dijo que ella era la madre y los castigaba así. Eso fue en 2017 y fue lo que empezó todo”, explicó Encina a esta agencia.
La escalada de violencia que siguió a ese cruce de palabras hizo que dejara los estudios. Una tarde en abril de este año, Eliana estaba disfrutando un rato de esparcimiento junto a un arroyo y fue atacada ferozmente por Soto, sus hijas, el marido y un primo, en un episodio que fue reflejado en un video difundido por el canal Crónica TV.
“Casi me matan, me quitaron la ropa, me manosearon, me cortaron con un cuchillo, me cortaron el cabello. No hubo penetración, pero el hombre me tocó todas mis partes con sus manos y sus pies, hice las denuncias con informes médicos por las costillas rotas y las mordeduras en la espalda, mi nariz rota, pero nadie hizo nada”. La mujer se quiebra en llanto. Agrega que entró en depresión y que tuvo dos intentos de suicidio.
Emigrar para no ser agredida
Se fue a Rosario por un tiempo, pero tuvo que regresar a su pueblo porque no podían pagar el costo del alquiler. Retomó los estudios, pero las amenazas seguían. “Me esperaban en una esquina del colegio, el hombre me decía que me iba a violar, matar y que me iba a tirar en el monte. También amenazaban con matar a mis hijos”, dice. Decidió quedarse encerrada en casa de su madre, pero un día volvió llorando su hermana de 15 años: la habían amenazado con hacerle lo mismo que a Eliana. “No podía ir a trabajar, ni llevar a la escuela a mis hijos, no podía hacer nada, era un calvario total”, apunta.
El 13 de agosto su familia fue a una doma. A las 19 su hermana le pidió que fuera a buscar a sus hijos. Eliana acudió y allí fue agredida una vez más. Santos Soraire le rompió una parte de la cara, la persiguió. “Saqué el arma que tenía, que había conseguido para protegerme, y disparé al aire, para que me dejara de seguir, pero como no paraba le disparé y lo herí en la panza. Había testigos pero no quieren tomar a los que me favorecen”, cuenta.
Encina fue a la comisaría a contar lo que había pasado, estaba toda golpeada. Pero en lugar de tomar su denuncia la metieron presa. “Nadie se comunica conmigo, no me dicen nada, mis denuncias jamás llegaron a fiscalía”, se queja. La familia hizo un esfuerzo para juntar el dinero que requería el abogado Feldman, le pagaron, pero el letrado renunció a la defensa.
Sin defensores de víctimas
En el expediente 495/2021-5 caratulado Soto Cristina y Soraire Santos s/lesiones en agresión y abuso sexual simple, Eliana Encina no tiene representación legal, y esa causa está a punto de llegar a juicio oral y público sin que la imputada sepa esa situación.
“Estando presa sigo recibiendo amenazas, contra mí y mi familia, que cuando salga me van a matar. Estoy presa desde hace cinco meses por defenderme”, dice. La mujer qom explica que todo comenzó cuando ella puso en evidencia el maltrato de Soto hacia sus hijos. “Hay vecinos que son testigos de cómo los ponía en una silla y les pegaba, por eso los chicos no están más con ella. En una audiencia por ese tema amenazó de muerte a los funcionarios, ya no sé en qué mundo estamos. Encima ella presume de eso en las redes sociales, puso también que a mí no me van a largar porque a ella le informan todo”, relató. En tanto, agrega que “Santos Soraire tiene una orden de captura por robo de animales, pero anda como si nada por ahí”.
Un contexto de violencia
El defensor oficial Ramón Salinas explicó a Presentes que ahora la Cámara de Resistencia (ciudad capital de Chaco) tiene que resolver sobre el pedido de detención domiciliaria, y luego la causa ya estaría con las pruebas necesarias para ir a juicio oral por tentativa de homicidio. La fiscalía a cargo de Guillermo Codutti se niega a que le otorguen ese beneficio porque la considera “peligrosa”, la acusa de ser ella quien amenaza a la otra familia. El punto entonces es si Eliana pasa toda la feria en una celda que ni siquiera tiene baño.
Por ese motivo intervino Amira Nahir Barod, coordinadora de Litigio Estratégico de la secretaría de Derechos Humanos y Géneros, pidió al fiscal Codutti que conceda el arresto domiciliario porque “existen elementos notorios de la situación de vulnerabilidad que ha atravesado la imputada, quien prima facie desconoce el estado del proceso que la tiene como víctima” y porque “la comisaría no está preparada para una celda con baño y patio para mujeres, tal como lo verificó el Comité de Prevención de la Tortura de la provincia del Chaco”. En su solicitud también mencionó la existencia de niños menores de edad, hijos de la imputada.
A criterio de Barod, se trata de “una situación de violencia comunitaria por parte de tres personas que ha ido escalando hasta vulnerar la vida, la salud y la integridad sexual”, por lo tanto, definió la situación como “un contexto de violencia recíproca que se fue incrementando”.
La funcionaria dijo a esta agencia que “es una opción ser querellante en las causas que une denuncia, ella no solicitó ser querellante, se le explicó a su mamá Mónica Encina y a les compañeres del Polo Obrero que se pueden acercar al juzgado correccional de San Martín, si no les dan información nosotres podemos intervenir”.
Pobre y qom
Eliana nunca tuvo la oportunidad de decidir al respecto porque carece de asesoría legal. “Siempre está la posibilidad de que pueda solicitar una querella oficial por parte de un defensor, y esperemos que pronto reglamenten los defensores de víctimas que fueron creados el año pasado por Ley porque penosamente esto sucede mucho en toda la provincia, una solución sería la implementación de la Ley de Víctimas”, explicó.
Barod reveló que en el sistema ella aparece con diversos antecedentes, por lo cual se le estaría negando el arresto domiciliario. Su pedido al fiscal Codutti no tuvo respuesta. “Fue muy difícil incluso que me dieran la vista, hay mucho prejuicio hacia nuestra labor, más allá de lo que haya hecho la acusada, su caso no puede ser abordado sin perspectiva de género”, afirmó.
“El padecimiento de Eliana y su familia no es arbitrario, las situaciones de abuso sexual y de amparo de la justicia a violadores no es nueva en la provincia sobre todo en las jóvenes pobres y de familias originarias. La justicia deja libres a Santos Soraire y a Cristina Soto”, expresó el Plenario de Trabajadoras, una agrupación del Partido Obrero.
Desde su celda, Eliana relató su historia en dos videos:
La segunda parte de la historia se la puede escuchar en este link.
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