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Brutal ataque a trabajadora sexual trans en San Martín: Brenda tiene el 70% del cuerpo quemado
Hay un detenido y sus compañeras exijan se investigue como un crimen de odio.
BUENOS AIRES, Argentina. Brenda, una mujer trans y trabajadora sexual migrante de la localidad bonaerense de San Martín, está internada con alrededor del 70% de su cuerpo quemado tras un hecho que aún se investiga. El activismo exige que sea tratado como un crimen de odio y remarcan que “las trabajadoras sexuales están en peligro” en ese distrito. Hasta el momento hay un detenido, Carlos Espíndola, a quien activistas de la zona identificaron como un proxeneta.
El ataque ocurrió el lunes 17 de octubre durante la madrugada en una pensión donde se encontraban el imputado, Brenda y otra persona trans. Según aportaron fuentes del Ministerio Público Fiscal a Presentes, en el lugar hubo una pelea y fuego. El fuego se expandió al colchón donde se encontraba descansando Brenda.
La causa que investiga el hecho la lleva adelante el fiscal Carlos Insaurralde de la Unidad Fiscal de Instrucción N°3 de San Martín. Lo hace bajo la carátula de “tentativa de homicidio”. En este marco se llevó adelante la detención de Carlos Espíndola.
Brenda es una mujer trans de 27 años migrante. Llegó desde Paraguay y se dedica al trabajo sexual en la zona de ruta 8 y Márquez de San Martín. Su situación es de extrema vulnerabilidad y se encontraba en situación de calle. Actualmente está internada en el Hospital Eva Perón de San Martín en terapia intensiva con cerca del 70% de su cuerpo quemado.
Ropas quemadas en ruta 8
“La versión oficial dice que fue en una pensión, pero también hay otra versión de que la violencia arranca en ruta 8. Nosotras de hecho encontramos ropas y cosas quemadas en esa zona”, contó a Presentes Guille Castro de El Teje de San Martín, una red solidaria y de cuidados travesti trans de San Martín.
“Esto es transfobia, es un crimen de odio”, agregó Paola Acevedo, coordinadora y referente de El Teje de San Martín, en diálogo con esta agencia. Sobre el imputado, contó: “Nosotras lo hemos corrido, el tipo ha querido cortar a compañeras. Él y otros tantos más proxenetas y policías tienen un problema ahí con las trans porque nosotras estamos empoderadas y sabemos de nuestros derechos”. Además detalló que “él ya la había amenazado y le había pegado: Esa misma noche le pegó a una compañera trans, Marimar, para sacarla de la esquina”.
“Nos vemos violentadas por la policía”
Acevedo remarcó que la situación de las trabajadoras sexuales en la zona de Ruta 8 y Márquez, ubicada entre el partido de San Martín y Tres de Febrero, es “crítica”. Bajo la consignas “Estamos en peligro” y “El Estado es responsable”, el viernes pasado un grupo de activistas, trabajadoras y vecines se concentraron al mediodía en esa rotonda.
“Hay una policía de guante blanco que son delincuentes que coiman, estigmatizan y criminalizan a las compañeras trabajadoras sexuales que ejercemos el trabajo sexual. Nos vemos violentadas por la policía provincial y municipal que hace su caja chica con nosotras. Esto pasó con la de otras compañeras como Mónica, Marimar, Brenda y otras tantas más, que quedan invisibilizadas”, sostuvo la también coordinadora del consultorio de diversidad del Hospital Fleming.
“No solo nos cobran coimas a nosotras o a nuestros clientes, sino que además nos intimida, amenazan, golpean y cuando sucede alguna situación de violencia contra nosotras son parte o miran para otro lado”, dice el comunicado de El Teje de San Martín que circuló para convocar a la concentración.
Crímenes invisibles
Sobre la violencia hacia las trabajadoras sexuales, Acevedo contó que hace cuatro meses tuvieron la noticia del crimen de otra compañera. “Mónica es una compañera que trabajaba hace más de 20 años en la zona. Fue levantada en Ruta 8 y Márquez, en la misma esquina donde trabajaba Brenda, y le cortaron el cuello. Nos enteramos un mes después. Tenía 42 años, oriunda de Tres de Febrero”, dijo.
“Remarcamos el machismo, el crimen de odio. Eso es lo que nos deja un Estado ausentes. Queremos que se nos respete, que la policía haga su trabajo no que nos venga a robar ni a estigmatizar”, concluyó.
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