En México, mujeres desplazaron la estatua de Colón y fundaron un lugar de lucha contra las violencias
La Glorieta de las Mujeres que Luchan es hoy un espacio de denuncia, memoria y resistencia.
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CIUDAD DE MÉXICO. México. El 25 de septiembre de 2021 madres resilientes, buscadoras de sus hijes desaparecides, tomaron el espacio que dejó la estatua de Cristóbal Colón y fundaron la Glorieta de las Mujeres que Luchan.
Lo hicieron por la rabia y la justicia. Pero también por el amor y la memoria. Por la ausencia del Estado y la red de apoyo que se formó entre mujeres alcanzadas por las tragedias que vive México como la desaparición y el feminicidio. Y porque faltan más de 100 mil personas.
Pese a la petición al gobierno capitalino encabezado por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum de respetar la Glorieta, el espacio tapizado con los nombres de las madres buscadoras que han sido asesinadas, estuvo en amenaza.
La Glorieta que no debió ser
La estatua de Cristóbal Colón desembarcó en la costa de Veracruz en 1875, donada por un empresario y banquero mexicano, Antonio Escandón. El bronce había salido del taller de Charles Cordier, un escultor francés, señala información del diario El País.
Según The New York Times la estatua erigida en 1877 sobre un pedestal, en una rotonda en el corazón de la CDMX, había sido desfigurada por manifestantes en 2020. Ante amenazas de nuevos daños, las autoridades la retiraron.
Sofía Riojas, arquitecta e integrante de la colectiva Restauradoras con Glitter explica a Presentes que, en la CDMX, la avenida conocida como Paseo de la Reforma es un espacio urbano que retrata la historia de México desde el poder.
“Rebelarse contra la imagen de Colón empezó con el estallido zapatista. Ya había intenciones de derrocar la estatua. Pensando en lo que sucedió en 2020, en el margen del Black lives matters se derribaron esculturas colonialistas y esclavistas en Estados Unidos y Europa. En América Latina, fue durante el estallido social en Chile. Bajo ese mismo tenor se recobró la necesidad de contar cuál ha sido la otra historia no solo desde la visión de los conquistadores. A raíz de eso el gobierno de la CDMX decidió retirar la escultura”, explica.
Un espacio de resignificación y resistencia
Un lugar seguro, de encuentro y escucha es lo que Teresa Villalobos encontró en Paseo de la Reforma cuando intervino el espacio en marzo de 2022 con un tendedero de denuncias.
Villalobos es cofundadora Red por la Igualdad de Género (Redige) y madre de una sobreviviente de violación. Inició el tendedero bajo las etiquetas: #YoDenunciéPero y #NoDenunciéPorque.
“El tendedero fue para denunciar la violencia institucional a diferencia de denunciar a los agresores. El 25 de noviembre de 2021 pusimos un primer tendedero con hojas de papel para que las mujeres pudieran poner ahí su testimonio. Pero al día siguiente el gobierno lo tiró y lo rompió”, recuerda Teresa.
Entre los testimonios, Teresa encontró que las mujeres y víctimas de abuso sexual en México no denuncian por falta de confianza a las autoridades. También por miedo a que puedan sufrir más agresiones, por presiones sociales y falta de recursos. O porque no saben por dónde empezar ni a quién pedir ayuda.
“Es un escenario desolador al que te enfrentas al denunciar. Pero aquí en la Glorieta encontramos un espacio donde alzamos la voz mujeres indígenas, mamás, buscadoras, activistas, mujeres que somos sobrevivientes de violencia, estudiantes, artistas. Las autoridades no entienden que es un espacio público para acompañarnos. Un espacio seguro en un país donde alzar la voz es causa de que te ataquen o te maten”, dice.
El espacio donde cabemos todas y todes
Tania Morales, directora de la asociación para las infancias transgénero, se presenta como una mujer que lucha por el derecho a la identidad, contra la discriminación y la invisibilización.
Para ella, la Glorieta no sólo es un símbolo de lucha y memoria sino también es un espacio en donde caben todas, todos y todes.
“En la marcha del 28S por la Acción Global de la Despenalización del Aborto, nuestro contingente salió de ahí e hizo la diferencia. En años anteriores nos reuníamos en un espacio rezagado. Hoy tener este espacio que reconoce a todas las identidades y luchas nos hizo sentir confianza en una lucha que también nos alcanza”, dice.
El espacio tomado en Reforma es para Tania un espacio de memoria y activismo tanto para mujeres como para personas sexodisidentes.
La Glorieta es por las que estuvieron, están y estarán
El 25 de septiembre de 2021 fueron entre cuatro y cinco horas que llevó fundar la nueva Glorieta. Desde las 5 de la mañana, las mujeres organizadas llegaron a Paseo de la Reforma y pidieron acuerpamiento.
En septiembre de 2022, las mujeres inauguraron el Jardín “No estamos todas”, donde sembraron una cruz rosa para visibilizar y recordar a las víctimas de feminicidio. Y denunciar la omisión de las autoridades en dichos casos.
“Parece que no queda claro, pero la Glorieta es un espacio dedicado a las mujeres buscadoras y rastreadoras de lxs cuerpos que la violencia de Estado nos ha arrebatado; a las madres que luchan por justicia para sus hijas víctimas de feminicidio y que al hacerlo son violentadas; a las mujeres defensoras del agua y del territorio asesinadas, presas y agredidas por luchar por la vida; a las mujeres afromexicanas invisibilizadas”, dice en entrevista una de las mujeres que forman parte de la también llamada Antimonumenta.
Bajo la consigna somos todas, fuimos todas, la mujer rememora ese 25 de septiembre cuando se colocó la primera silueta que era de madera, y la cual se cambió por una de acero el pasado 5 de marzo.
La Glorieta, un reclamo de todas las luchadoras
Para las mujeres de la Antimonumenta, la decisión de colocar a una mujer con el puño en alto es para simbolizar que están en una lucha de izquierda. Una que no pertenece a ningún partido, sino que busca verdad y justicia mientras que sea de color morado. Porque se trata de una lucha feminista que abarca a la comunidad LGBTTTIAQ porque ésta es una vertiente que se niega a aceptar las violencias.
“Las mujeres en México luchan porque las instituciones de justicia no funcionan. Las mujeres tenemos que salir a las calles pero que no se olvide que las instituciones las sacaron y las hicieron luchadoras. Por ellas y por todas es esta Glorieta de las Mujeres que Luchan”, dice en alto la integrante.
Un triunfo
A cuatro días de la vigilia y tras una mesa de diálogo entre funcionarios del Gobierno de la Ciudad de México y representantes de la Glorieta de las Mujeres que Luchan, se logró el acuerdo para que la Glorieta no sea removida. Seguirá en el Paseo de la Reforma. De acuerdo con información de Animal Político, por el momento las mujeres y disidencias ganaron una victoria: por ahora no se pondrá la escultura de “La Joven de Amajac”.
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