Cómo es ser un papá trans

En el día del Padre, compartimos experiencias de paternidades trans. El deseo, la lucha y la construcción política en torno a las ganas de ser papá.

BUENOS AIRES, Argentina. “Muchas veces pensé que no me iban a amar. Que las personas trans no éramos merecedoras de amor. Y mirá ahora, construyendo una familia maravillosa”, dice Santiago Merlo (46) mientras acuesta a su hija Lola un martes cerca de las doce de la noche. Hoy, es un orgulloso papá trans.

Su realidad es tan igual y tan distinta a otras. Hay varones trans paternando en todo el país, y cada uno logró hacerlo de diferentes formas. Hoy varios de ellos conforman la Red de Paternidades Trans, creada hace apenas un año. Y contando sus historias abren la posibilidad al deseo de otros a ser padres.

Paternar en red

Papás gestantes, papás que gestaron antes de transicionar, papás por sistemas de adopción, papás criantes en familias ensambladas, papás por métodos ROPA (Recepción de Óvulos u ovocitos de la Pareja). Todos aún tienen dificultades con el respeto a la identidad de género.

“Muchos compañeros que fueron papás en otro momento, siendo leído por el sistema como madres o mujeres que parieron, se ven impedidos de rectificar las partidas de nacimiento de sus hijes”, cuenta Santiago Merlo, cofundador de la Red, sobre algunas de las formas en que el sistema de salud los rechaza. “Otro tema es el acceso a tratamientos de fertilización cuando no estás casado. Es estresante pasar por todo ese proceso. Si no estás casado, todos los derechos los tiene la persona que gesta. Eso es muy difícil para nosotros que quedamos al borde de iniciar juicios por adopción de nuestros propios hijos”.

Por ahora son alrededor de 20 los padres trans en la Red. Internet y las redes sociales fueron clave para la creación. Muchos de ellos no se conocen en persona aún, porque viven en distintos puntos del país: Córdoba, Neuquén, Buenos Aires, CABA, San Luis, Chubut, Santiago del Estero y Santa Fe.

“Somos generadores de deseo. Cada logro que tenemos las personas trans, como acceder un trabajo, lograr título de grado, lograr tener un hije, motiva a que otros empiecen a contagiarse de ese deseo que pensaron que no podrían lograr”, explica Máximo Toledo, desde San Miguel, en la provincia de Buenos Aires. Él es otro de los integrantes de la Red.

Visibilizar existencias de padres trans

Lo primero que se plantearon fue visibilizar sus existencias. Aunque hay ya organizaciones de familias diversas, no había en el país un espacio sólo para padres trans. El año pasado, para el día del Padre, realizaron la primera jornada federal en un encuentro virtual del que participaron 250 personas. El fin del evento fue doble: por un lado, con un objetivo educativo para quienes no son parte del colectivo. Por otro, para contagiar el deseo e informar sobre los métodos a las personas de la comunidad.

“Quienes fuimos fundando la Red estamos empezando a lograr los deseos reproductivos. Recién ahora nos estamos visibilizando. Hay muchas personas que transicionan y antes tenían hijes. Cuando son personas adultas no saben cómo explicarle a su hije que son sus papás, y además deben cambiar la partida de nacimiento para poner que ya no son su mamá”, explica Máximo.

En 2019 Máximo fue papá y empezó a visibilizar la posibilidad de tener hijes por el Método ROPA siendo varón trans. Conocía a otro varón trans de Córdoba que había logrado la gestación, y después conoció a Santiago Merlo. Vio un video de Benjamín Génova que ya era papá y estaba intentando hacer el cambio en la partida de nacimiento de sus hijas. Entonces se empezaron a contactar, a conocer. Fueron hablando por llamadas, por Whatsapp.

“Y ahí fue: ‘Bueno armemos algo porque estamos todos con distintos problemas’. En 2020 empezamos a hacer charlas, y el año pasado se nos ocurrió armar algo en forma de red. Dijimos: ‘Armemoslo para el Día del Padre’”, cuenta Máximo.

El sábado 18 de junio, previo al Día del Padre en Argentina, la Campaña Paternar realizó una serie de actividades frente al Congreso de la Nación para plantear la necesidad de la ampliación y extensión de los regímenes de licencias parentales en Argentina. «Desde la Red de Paternidades Trans nos sumamos a la campaña visibilizando nuestras historias y realidades. Somos varones trans y no binaries que gestamos, adoptamos y acompañamos. Porque queremos #CuidarIgualdad, exigimos licencias con perspectiva de género y cumplimiento efectivo de la Ley de Cupo Laboral Trans«.

La primera reunión virtual de la Red de Paternidades Trans tuvo 250 asistentes.

Santiago Merlo: “Para mí, la paternidad será elegida o no será”

En una pileta, en medio de un ejercicio de rehabilitación, Lola dijo Pa-pá. En dos sílabas. Para ese momento, su vocabulario era de siete palabras. Estaba incorporando una más y con ella nombrando a Santiago como su pa-pá.

“Nombrarme fue ubicarme en contexto. Ella me puso en el lugar de paternarla, de cuidarla, de acompañarla. Ella me mostró todos los caminos, me enseñó a cuidarla. En el momento que me dice papá, fue la palabra más hermosa que escuché en mi vida”, cuenta Santiago, emocionado al recordar ese momento.

Lola tiene parálisis cerebral. A los cinco años lograron la adopción. A Santiago ser su papá le cambió la vida. Rompió con toda idea romántica de la paternidad. En algún momento se preguntó si iba a poder hacerlo. El amor, dice, pudo más. “Y gracias a Lola es que hoy está Vicente. Para mí realmente la paternidad será elegida o no será. Ella me puso la vara muy alta y me hizo dar cuenta que realmente podía”.

Vicente llegó a su vida por un método de alta complejidad llamado FIV (Fertilización In Vitro). La persona gestante fue su compañera, Victoria. El orgullo de ser padre se le siente en la voz. Aunque esté en la guardia esperando que atiendan a Lola, y con Vicente en brazos, quiere contar su historia, lo que costó tener a ese bebé, lo deseado que fue.

“Yo soy cordobés. Y este bebé es el resultado de muchos caminos y recorridos. Es un bebé interprovincial. Todo el tratamiento de fertilización lo llevamos adelante en Santiago del Estero. El quirófano en Tucumán, con aporte del Banco de Buenos Aires. Nació acá en Córdoba”.

También después de un largo camino, lograron un parto respetado. Vicente nació bailando cuarteto, “como para que se ubicara en qué provincia estaba”, se ríe Santiago. La canción «Universo paralelo» es de las favoritas de Lola. Y fue lo primero que escuchó su hermano al nacer.

Santiago es licenciado en Comunicación, docente, educador sanitario y educador popular. Dicta talleres de ESI y de Ley Micaela, y es parte de dos consultorios inclusivos en Mina Clavero y en Villa Dolores, provincia de Córdoba. También preside la asociación civil La Casita Trans, que acompaña a niñeces y adolescencias y a sus familias (unas 40 familias de la provincia). Y es cofundador de la Red de Paternidades Trans, junto con Benjamín Génova, papá de dos hijas adolescentes. 

Siempre, dice, tuvo el deseo de paternar. De chiquito jugaba a ser papá. Su referente fue su propio padre: “El primer feminista que conocí”, dice. Él estaba a cargo de las tareas de cuidado cuando su mamá trabajaba afuera de maestra rural. “Soñaba con ser el varón que soy, y la paternidad que construyo”, cuenta Santiago, emocionado. Esta semana logró registrar a su hijo, y en la partida figura él como su papá.

Santiago Merlo.

Máximo Toledo: “No conocía a ningún varón trans que haya podido tener hijes por el método ROPA”

Máximo y Santiago fueron de los primeros en el país en visibilizar su paternidad trans, y también de los primeros en poder lograrlo. Se conocieron por las redes. Cada uno lo logró de distintas formas.

Hace tres años, cuando empezó con la búsqueda, Máximo no conocía a ningún varón trans que hubiera podido tener hijes con el método ROPA. El método primero se usó en mujeres lesbianas, para que le hije pueda tener material genético de ambas.

“Cuando pensamos usar el método ROPA yo ya había empezado mi transición. En el sistema médico siempre me hablaban en términos de que éramos dos chicas, y yo no era una chica. Cuando vas a aportar óvulos te tratan en femenino”, cuenta Máximo.

Su hije se llama Kai, y ya tiene dos años. Máximo vive en San Miguel, provincia de Buenos Aires, y es trabajador social. Forma parte de un consultorio de salud para personas LGBT en el municipio de Moreno.

“Paul B. Preciado dice que se nos ha condenado históricamente a no tener descendencia. Una infertilidad política. No se nos quiere con las infancias. Eso tiene una base histórica fáctica que tuvo que ver con nuestras castraciones. En lo trans lo primero que se hablaba era de las cirugías genitales”, cuenta Máximo, e insiste con un cambio necesario.

“Tiene que haber un cambio cultural que pueda acompañar las leyes. No somos la excepción a la regla, somos parte de la vida cotidiana”.

Máximo Toledo.

Varones que gestan y los medios

“La premisa del cissexismo tiene que ver con que las personas trans son menos valiosas, menos importantes y menos reales que las personas cis. Siempre está esto de que es un fraude».

Así lo encaran los medios para jugar con esta idea de que en realidad no es un varón”, explica a Presentes Andrés Mendieta, que escribió la tesis de maestría llamada “Los muchachos (no) gestan: configuraciones y representaciones de varones trans gestantes en la prensa digital argentina (período 2008-2019)”.

La tesis cerró su maestría en Estudios y Políticas de Género en la Universidad Nacional de Tres de Febrero. El período de estudio empieza en 2008, cuando se populariza en los medios el “caso del primer hombre embarazado”, que es Thomas Beatie. “Entre muchas comillas porque no es el primero. Pat Kalifa ya había escrito sobre las dificultades para poder quedar embarazado”, indica Mendieta.

El investigador estudió las representaciones que los medios hicieron entre 2008 y 2019 del varón embarazado. Y encontró que existe una “imposibilidad de poder leer ese cuerpo masculino con panza como un varón embarazado. El cuerpo del varón embarazado es un cuerpo ininteligible”.

“Hay una confusión que es adrede de representar a un varón gestante como madre entre comillas o padre entre comillas. Justamente por la imposibilidad de entender que ese cuerpo está gestando, y que es un varón gestante. Un uso de la comilla, el misgendereo aparece mucho, o titulan “el increíble caso del varón embarazado”, siempre espectacularizante. Esos son los ejes más comunes a la hora de abordar una gestación transmasculina. Siempre haciendo eje en el antes y después”, indica.

Aunque algunas noticias cambiaron, y ahora está la voz de los varones trans en los medios, Mendieta apunta que nunca deja de estar el abordaje espectacularizante.

Thomas Beatie y la obra del amor

Hace años que los varones trans vienen paternando, aunque el sistema de salud no acompañe. Thomas Beatie fue el padre gestante más conocido. Su columna llamada “Obra de amor” se reprodujo en muchos países, junto a su foto embarazado.

Ahí contaba, desde su casa en Oregon, Estados Unidos: “Soy transgénero, legalmente hombre y legalmente casado con Nancy. A diferencia de aquellos en matrimonios del mismo sexo, parejas de hecho o uniones civiles, Nancy y yo tenemos más de 1.100 derechos federales de matrimonio. La esterilización no es un requisito para la reasignación de sexo, así que decidí someterme a una reconstrucción torácica y terapia de testosterona, pero mantuve mis derechos reproductivos. Querer tener un hijo biológico no es un deseo masculino ni femenino, sino un deseo humano”.

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