Manuel Tzoc, el artista maya k’iche’ que hace poesía con la memoria y el deseo marika

"En un contexto racista, machista, clasista, sexista, homolesbobitrasfóbico, se resiste frente a esos obstáculos constantemente".

CIUDAD DE GUATEMALA, Guatemala. Manuel Gabriel Tzoc Bucup es un poeta maya k’iche’, tiene 40 años y nació en San Andrés Xecul, Totonicapán. Hace seis años recorrió los 280 kilómetros que separan a ese lugar de la ciudad de Guatemala para quedarse a vivir. Se considera afortunado: de llevarse bien con su familia y de no sentirse discriminado hoy por su identidad sexual.

Admite sí que el proceso de aceptación de esa identidad fue muy doloroso en su adolescencia. La religión católica que profesa su familia tuvo una enorme influencia sobre él. Pero a raíz de esto, dice, pudo ser honesto consigo mismo respecto de su deseo sexo afectivo y salió del closet al cumplir 18 años.

Manuel Tzoc en Ciudad de Guatemala. Foto: Pilar Salazar

Nunca ejerció el oficio en el que se graduó: perito contador con Orientación en Computación. También estudió artes en la Enap (Escuela Nacional de Artes Plásticas), Lengua y Literatura en la universidad estatal y un diplomado de Arte Contemporáneo en la Escuela Municipal de Arte, Antiguo Edificio de Correos. Pero considera que su formación artística ha sido autodidacta. Durante muchos años Manuel trabajó como comerciante en el negocio familiar de venta de comida en la terminal de la zona cuatro, en la ciudad de Guatemala. 

Hoy Manu, como cariñosamente también le conocemos en la urbe, es poeta y artista visual «a tiempo completo». Un artista interdisciplinario con matriz en la poesía que cohesiona diversos lenguajes estéticos para crear. 

La poesía, refugio y espacio seguro

Empezó a escribir poesía cuando tenía 20 años. Necesitaba un refugio y un lugar seguro donde visibilizar sus deseos y afectos. Su primer poemario “Esco-p(o)etas para una muerte en ver(sos) b-a…l…a se publicó en una editorial local alternativa llamada Folio 114 y cuando Manu tenía 25 años. 

Entre sus referentes literarios están la poeta guatemalteca Isabel de los Ángeles Ruano, el también poeta guatemalteco Francisco Nájera y el artista visual desaparecido Franciso Tún. A él le atribuye una gran capacidad de riesgo y futuro en sus ideas creativas. Manu en uno de sus relatos afirma que el libro El tiempo principia en Xibalbá del autor nacional Luis de León «le marcó y dirigió la vida» y fue por ese libro que se inició en la poesía.

-¿Te consideras artista?

-Sí tengo que asumir riesgos, sí. Si se me preguntará: ¿te gusta vivir? Respondería “sí, bajo el riesgo que eso implica”. Hay días en que amo la vida y otras la odio. Pasa igual con mi oficio de artista.

-¿Cómo es ser poeta disidente de la heteronormatividad en Guatemala, hoy?

Pues es visibilizar otros deseos sexoafectivos  fuera de la heteronorma. Es metaforizar el deseo de la carne, el cuerpo, el amor, la ternura y el espíritu diverso, entre otras cosas. 

-¿Has encontrado obstáculos por estigmas hacia tu identidad no heteronormativa e indígena?

-En este país complejo, lamentablemente sí. En un contexto racista, machista, clasista, sexista, homolesbobitrasfóbico, se resiste frente a esos obstáculos constantemente. 

-¿Cómo es tu poesía?

-Para mí son como «pequeños actos terroristas», en los que todxs salimos «lesionadxs». Muchas veces es violenta, otras enternece. Es directa, incómoda pero honesta en su espíritu. Experimental en su forma, contenido y concepto.

Su trabajo integró diversas muestras de arte, entre ellas «Se Alquila» CCE/G en el Centro Cultural Español en Ciudad de Guatemala y en Western Carolina University’s Fine Art Museum. Ha publicado cinco libros de poesía en editoriales nacionales y extranjeras, y dos libros-objeto. 

-¿Qué son los libros-objeto para ti?

-Son libros que se salen del concepto de los libros tradicionales en formato y contenido. Es una fusión entre objeto y palabra, entre lenguaje y artefacto. 

Un ejemplo de ellos es Polen (Edición limitada 2014) un título más conceptual, un  libro con forma de frasco de vidrio que contiene cápsulas de vivos colores entre amarillo, azul, verde, café y rojo y que dentro tienen tiras de papel. Polen es la flor, y las cápsulas son los pétalos mientras el contenido se enuncia poético. El lenguaje es el polen que los lectores-abejas consumen.

“Mi muerte / son libros vacíos colgando de un muro bombardeado / mi cuerpo es el muro vacío y bombardeado”, dice uno de los poemas de Polen. 

Libro-objeto Polen. Foto: Manuel Tzoc

Memoria del maíz

Su más reciente trabajo es una pieza performática sobre la memoria indígena gastronómica del maíz. Desde la práctica de la resignificación de los objetos ancestrales como la piedra de moler, la carne y el maíz.

 “A partir de la investigación que realicé del origen y significado de mi primer apellido Maya K´iche´ Tzoc y el elemento de orden ancestral caa (piedra de moler en el idioma K´iche´) decidí crear imágenes simples. Metáforas minimalistas entre éste elemento y mi cuerpo, que ofrezca una narrativa poética y visual del origen y la creación de la humanidad, según la mitología del libro sagrado de nosotros Los Mayas “Pop Wuj” sumada a la oralidad antigua y contemporánea del imaginario de los pueblos originarios”. 

En esta pieza, Tzoc utiliza la piedra de moler de su madre y su respectivo brazo/mazo de piedra intervenido con un grabado de texto con el nombre de la performance con pintura roja automotriz. Esta performance manifiesta recuerdos de su madre arrodillada moliendo arroz y maíz para realizar sus sensacionales tamales a través de movimientos corporales, sus gestos , su sonrisa y felicidad al cocinar para todos «ese manjar de Los Mayas».

Indígena y marika, urbanita y poeta

Fotos: Pilar Salazar

La poesía de Manu englobla cuatro panorámicas memoriales: la identidad indígena desde la memoria, el deseo marika-homosexual desde lo sexo afectivo que no responde a un deseo heterosexual, el contexto urbano como lugar de batalla y el pensamiento poético como su arma de combate. Esta interseccionalidad identitaria habla de visibilizar todas las capas de una persona o sector que siguen siendo oprimidas por el Estado, la iglesia y la sociedad.

El nombrarse marika-homosexual dio pie a producciones como «Gay(o)» y otro libro de contenido homoerotico inédito. “Yo suelo mezclar todo, preparar una especie de cóctel de conceptos y emociones… saborearlo en conjunto y percibir cada uno en el paladar”, dice. “Posicionarme políticamente desde esas identidades ha sido trabajarlas, analizarlas, reflexionarlas y construirlas desde la memoria y el deseo”. 

Somos Presentes

Apostamos a un periodismo capaz de adentrarse en los territorios y la investigación exhaustiva, aliado a nuevas tecnologías y formatos narrativos. Queremos que lxs protagonistas, sus historias y sus luchas, estén presentes.

APOYANOS

Apoyanos

SEGUINOS

Estamos Presentes

Esta y otras historias no suelen estar en la agenda mediática. Entre todes podemos hacerlas presentes.

COMPARTIR