Primer transfemicidio del año en Argentina: la Justicia empezó a investigar 10 días después

Aldana Lorenz, una mujer trans de 35 años, murió 10 días después de ser atacada. Ni la policía ni la fiscalía investigaron el motivo de la golpiza mientras estuvo internada.

ARGENTINA, Santa Fe. En la víspera de Navidad, Aldana Lorenz llegó junto a un familiar al hospital J. B. Iturraspe con un fuerte traumatismo en la cabeza. Por la gravedad de la herida la derivaron al hospital Cullen. Allí aseguran que la persona que la acompañaba dijo que Aldana fue atacada por su hermano en una casa de barrio La Ranita, al noroeste de Santa Fe capital. 

Sin embargo, ni la policía ni el Ministerio Público de la Acusación (MPA) tomaron conocimiento del hecho –pese a que el caso fue relatado por los medios locales– hasta este lunes cuando la joven trans falleció. Recién 10 días después del ataque, comenzó la investigación.

Aldana tenía 35 años, ejercía la prostitución pero también se las rebuscaba llevando cosas a un trueque. Quienes la conocieron recuerdan que le gustaba mucho maquillarse y, cuando podía, juntaba algunos pesos para comprarse algo nuevo. “Yo la conocí por el año 99. Era una chica muy linda y llena de sueños, como todas nosotras  cuando somos chicas. Después el tiempo nos va cambiando”, lamenta Priscila Martínez, militante trans.

Y agrega: “La vi atravesar cosas muy difíciles que la fueron cambiando. Ella tuvo problemas y muchas veces se quedó en mi casa. Pero lo que hay que decir es que fue una persona con sueños truncados. Creo que lo que le tocó vivir (antes del crimen) es por la falta de contención familiar, del Estado y la expulsión real que sentimos en el estudio, en lo laboral. De no ser capaces de vivir otra vida y de tener que adaptarnos a lo que tenemos. Yo la recuerdo como una persona llena de sueños que la vida le fue truncando”.

No fue sólo un golpe

Hace unos meses, mientras ejercía la prostitución, un hombre la embistió con su moto después de no querer pagarle. No podía identificar al agresor, así que no realizó la denuncia. 

Del ataque le quedaron varias secuelas que le impidieron seguir con sus actividades. Tenía un golpe fuerte en la pierna que le seguía molestando y mareos producto del golpe en la cabeza.

Tenía que tratarse pero aún no le habían dicho cuándo en el hospital, según contó a sus conocidos. Quería volver a trabajar para ayudar un poco a su mamá con quien vivía y sobrevivía con una asistencia del municipio.

Los pocos datos del caso

Por lo que se pudo reconstruir, el 24 de diciembre a la hora de la siesta tuvo una discusión con su hermano en la casa de su mamá, en barrio La Ranita, y él la habría golpeado con un elemento cortante en la cabeza. 

Tuvo fractura de cráneo y eso agravó el problema que ella tenía, por lo que la llevaron al hospital Iturraspe. De allí se decidió derivarla al José María Cullen.

En el hospital fue intervenida y quedó en terapia, sin recibir visitas, hasta que el lunes falleció. Recién cuando se conoció su muerte se dio intervención a la policía y se notificó al Ministerio Público de la Acusación (MPA). 

Habían pasado 10 días que hubieran sido claves para esclarecer el hecho y detener al agresor.

El martes se tomaron las primeras declaraciones a los familiares de Aldana y el jueves se realizaron dos allanamientos. Uno en la casa del hermano de la víctima, a quien se busca como presunto autor del ataque y que está prófugo; y otro en la casa de la mamá de Aldana, donde ocurrió la agresión. 

Fuentes de la investigación confirmaron a Presentes que se secuestraron elementos de valor para comprobar los hechos y que, en el lugar, se notificó a la madre de la joven fallecida a quien se le atribuye “la presunta autoría del delito de abandono de persona”.

La soledad de la pandemia

Alejandra Ironici, referente de Miser Santa Fe (Movimiento de Integración Sexual, Étnica y Religiosa), explicó a Presentes que, más allá de las características individuales de este crimen, hay que prestar atención al impacto que la pandemia tuvo en las personas trans y travestis.

“Creo que la pandemia terminó de destruir a la comunidad trans. Nos encerró en una cárcel propia en donde a las compañeras, que ya venían mal, se les suma la falta de empleo, la inflación y el no saber dónde vivir. La soledad de la pandemia terminó de refundir y matar a toda la comunidad trans travesti”, enfatiza Ironici.

Además remarcó la falta de respuestas sobre por qué se demoró la comunicación con la policía y el MPA, razón por la cual el martes a las 11 varias organizaciones se convocarán en la puerta del hospital José María Cullen para reclamar que se investigue y se sancione a las personas responsables. Desde el MPA remarcaron que esa situación no es motivo de investigación por el momento porque se considera una cuestión administrativa.

“Invitamos a todas las organizaciones de diversidad y a la sociedad a convocarse en la puerta del hospital. Queremos solicitar hablar con el director del hospital, queremos conocer por qué se actuó como se hizo y por qué no se cumplieron los protocolos”, destacó Ironici.

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