El Salvador: Una pandilla asesinó a un joven gay después de asistir a una fiesta

Fue atacado por recorrer la zona de una pandilla contraria a su barrio. A pesar de lo que dice el gobierno, los crímenes de odio siguen en aumento.

Brayan Alexander Aguiñada García de 22 años fue atacado con arma de fuego cuando regresaba hacia su casa ubicada en Copapayo, departamento de Sonsonate. El crimen fue cometido después de participar en una fiesta que cada año organiza la municipalidad de Armenia por su patrono.

Personas cercanas a la víctima contaron a Presentes que Brayan visitaba con frecuencia la pequeña ciudad, pese a que la pandilla Barrio 18, que controla la zona, le advirtió que no lo hiciera. Su lugar de residencia está bajo el dominio de sus rivales, Mara Salvatrucha MS13.

Transgredir estas advertencias les ha costado la vida a muchas personas en esa región. Por la misma razón, Brayan Aguinanda fue asesinado la madrugada del 21 de noviembre.

“Brayan había comentado que le habían prohibido que fuera a Armenia. Recibió amenazas por parte de grupos pandilleriles de la 18. Le dijeron que no lo querían ver más en Armenia porque si no lo iban a matar”, dijo a Presentes una persona defensora de derechos humanos que pidió resguardar su identidad por temor a represalias.

Las reglas de las pandillas: “no queremos culeros”

La Policía Nacional Civil informó en su cuenta oficial de Twitter que una patrulla trasladó a Brayan hasta el hospital donde murió. “Reportamos un homicidio en Cantón Tres Ceibas, Armenia, Sonsonate. Nuestras unidades trasladaron a la víctima a un centro asistencial donde falleció. Rastreamos la zona en busca de los hechores”, publicó la policía en la mañana del 21 de noviembre.

Presentes consultó a las sedes policiales del departamento de Sonsonate pero aseguraron no estar autorizados para dar información sobre el caso. También se contactó al área de prensa de la policía en reiteradas ocasiones, pero al cierre de la nota no respondieron.

Las pandillas son estructuras delincuenciales que surgieron en las calles de Los Ángeles de Estados Unidos. Se establecieron en El Salvador tras una masiva deportación de sus integrantes hacia el empobrecido país centroamericano.

En los territorios, los pandilleros defienden a muerte, extorsionan, controlan y determinan la vida de las personas. Tienen reglas claras sobre la orientación sexual: “no queremos culeros (una palabra despectiva para llamar a las personas gay)”.

El cuerpo de Bryan fue encontrado en la zona conocida como las Tres Ceibas, dos kilómetros de su casa. “Nadie sabe cómo Brayan salió, porque nadie vio que lo hiciera después de volver de la fiesta”, expresó la persona defensora de derechos humanos.

Vivir en peligro

El Cantón Tres Ceibas es una zona peligrosa por la presencia de las pandillas. De acuerdo cifras oficiales de la Policía, en octubre asesinaron a dos hombres por “trabajar en zona de la pandilla contraria”.

El Salvador tuvo un notable descenso de los homicidios provocados. En su mayoría, por la disputa a muerte de las pandillas para hacerse del control del comercio y tráfico de drogas, las extorsiones a negocios y el uso de “sus territorios”.

Según el presidente Nayib Bukele, el descenso se debe a la efectividad del Plan Control Territorial. Sin embargo, especialistas en seguridad afirman que se debe a un posible pacto o negociación entre el gobierno y las pandillas Mara Salvatrucha MS-13, Barrio 18 revolucionarios y sureños.

Una fuente policial consultada por Presentes, y que pidió se reservara su identidad por miedo a represalias internas, confirmó que las pandillas continúan ejerciendo control y su accionar en los territorios. A pesar de que los asesinatos se han reducido, se han incrementado las cifras de personas desaparecidas.

“Hasta ahorita no he visto ninguna hoja impresa del Plan Control Territorial. No sé si existe. Las pandillas mantienen el control territorial, sigue igual, no ha cambiado. El tránsito de la droga, la extorsión, sigue igual”, aseguró a Presentes una fuente policial.

Los crímenes que no descienden

La Fiscalía General reportó de enero al 30 de noviembre del presente año 2.063 personas desaparecidas a nivel nacional.

“No ha tenido ningún efecto, ya que no se puede decir en este momento que viviendo en una zona donde domina una pandilla, se puede ir tranquilamente donde domina otra. A lo mejor se puede entrar, pero no se sabe si va a salir. Podemos ver que no hay seguridad, no existe tranquilidad”, lamentó la persona defensora de derechos humanos.

De acuerdo a cifras oficiales durante el 1 de enero al 2 de noviembre se han contabilizado 936 asesinatos, mientras en 2020 de enero a diciembre se cometieron 1.322 crímenes.

La Federación Salvadoreña de personas Lesbianas, Gays, Trans e Intersexuales (FESLBTBI), ha reportado cinco crímenes de personas LGBTI en lo que va de 2021.

Somos Presentes

Apostamos a un periodismo capaz de adentrarse en los territorios y la investigación exhaustiva, aliado a nuevas tecnologías y formatos narrativos. Queremos que lxs protagonistas, sus historias y sus luchas, estén presentes.

APOYANOS

Apoyanos

SEGUINOS

Estamos Presentes

Esta y otras historias no suelen estar en la agenda mediática. Entre todes podemos hacerlas presentes.

COMPARTIR