Asesinaron a una mujer trans en El Callao: la Policía no atendió las denuncias previas

Gina Rodríguez, una mujer trans de 28 años, murió apuñalada el martes 21 en El Callao. El sospechoso es hombre que solicitaba regularmente servicios de trabajadoras sexuales trans.

Gina Rodríguez, una mujer trans de 28 años, murió apuñalada el martes 21 en El Callao. El sospechoso es un hombre que solicitaba regularmente servicios de trabajadoras sexuales trans y las contactaba – con distintos nombres- a través de sus redes sociales. Según sus compañeras, no era la primera vez que el sospechoso contactaba a Gina: ya había estado en su habitación. Gina fue internada en la unidad de cuidados intensivos del Hospital San José del Callao, donde murió 18 horas después de ser apuñalada en el abdomen. El viernes, la policía detuvo a quien se hace llamar Ángel Rodríguez y se encuentra en la comisaría de Bocanegra.

“Él vino a las seis de la mañana con el fin de hacerle daño a Gina, porque ya había venido varias veces, yo los he visto varias veces entrando al hotel. Él sabía que ella vivía sola”, dijo  Zoe a Presentes, la primera amiga que llegó al hotel y encontró la escena. Por su parte, Yenith Gonzalez, recepcionista del hotel, fue la única testigo que vio a Gina antes y después de su asesinato.

Tras enterarse de lo sucedido, activistas y colectivas LGBT+ salieron a las calles a exigir que la Policía y la Fiscalía investiguen el caso como un transfemicidio. Organizaron dos acciones, una de ellas fue un plantón en el frontis de la Comisaría de Bocanegra, dependencia policial que tiene a su cargo el acopio de información del caso. Otra acción política se realizó frente al Gobierno Regional del Callao para exigir una ordenanza antidiscriminación en el primer puerto peruano.

Hasta allí llegaron compañeras de Gina, quienes gritaban su nombre acompañado del lema: “vecino, vecina, no sea indiferente, se matan a las trans en la cara de la gente”.

Desidia de las autoridades y discriminación

En el Perú no se reconoce la identidad de género de las personas trans y Gina Rodríguez,  como miles de hombres y mujeres trans, vivía sin tramitar su Documento Nacional de Identidad (DNI). El parte policial tampoco respeta su identidad de género.

«Mi prima nunca quiso sacar su DNI porque ella quería tramitar uno con su nombre de mujer. Con nombre de hombre no quería, por eso prefería andar así», dijo a Presentes Jackeline Rodríguez, prima de Gina.

De acuerdo con las compañeras de trabajo y amigas de Gina, en más de una oportunidad se habían acercado a la Policía Nacional del Perú para denunciar actos de violencia en contra de ellas, pero siempre las han ignorado.

“Queremos justicia, porque nosotras denunciamos ante las autoridades y policías pero no nos hacen caso, y eso es lo que más frustración y cólera nos da. Nosotras tenemos familia, somos seres humanos que tenemos sentimientos. Cada vez que hacemos una denuncia, al darnos la media vuelta, lo archivan. Lo peor es que se ríen y nos botan”, dijo a Presentes Angie, compañera de Gina.

Se repite un patrón

En marzo de 2019 fue asesinada la activista trans Claudia Vera, y una de sus hermanas, como representante de la familia, fue quien empezó a hacerle seguimiento al caso, sin embargo, grande fue su sorpresa cuando se dio cuenta que el policía encargado de la investigación se mostraba indolente y poco interesado en conseguir las pruebas necesarias para dar con los culpables del crimen.

Cansada de esperar, la propia hermana fue al hotel donde fue baleada Claudia para pedir las imágenes de las cámaras de seguridad. Algunas de ellas ya habían sido borradas por el tiempo transcurrido. Esa madrugada fue a buscar a las compañeras de Claudia que habían presenciado el asesinato para conseguir testimonios.

No sólo se trata de coincidencias: según los últimos informes del Observatorio de Derechos Humanos LGBT de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, la Policía Nacional es una de las instituciones públicas que más vulnera los derechos de la población trans en el Perú. 

La familia de Gina pide ayuda

El cuerpo de Gina Rodríguez fue retirado de la morgue del Callao y llevado a su natal Pucallpa donde fue enterrado el pasado jueves 23. Sin embargo, los familiares continúan tramitando el certificado de defunción correspondiente. En un primer momento, el Hospital San José les pidió devolver las siete unidades de sangre O+, pero finalmente derivaron el documento al Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC).

“Le pediría a las autoridades que me ayuden para que este delincuente pague lo que le hizo a mi prima, y el caso no quede ahí”, pidió Jackeline Rodríguez, quien se está haciendo cargo de todos los trámites.

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