Mujeres indígenas en la urbanidad crean medios de comunicación para combatir el racismo

Las Sisas cuentan sus experiencias de comunicación con identidad. Y la organización de una comunidad indígena en territorio bonaerense: “Sisa Pacha".

Diversas problemáticas se profundizan en pandemia para las mujeres indígenas en la urbanidad. Frente a esas adversidades, reforzar la organización en comunidad es la clave para articular medios de comunicación que le de batalla al racismo estructural.

En el AMBA habitan comunidades indígenas y personas que se autorreconocen como miembros de Pueblos Originarios. Asimismo, es considerable la población afrodescendiente y migrante de países sudamericanos, africanos y asiáticos. Pese a la diversidad cultural, étnica y racial de la provincia, aún muchas personas la siguen considerando una urbe racialmente blanca y de descendencia europea. 

En este marco, las mujeres indígenas que habitamos en la urbanidad presentamos historias familiares de migraciones forzosas desde otras provincias del país o desde países sudamericanos. Al llegar a Buenos Aires, las familias indígenas fueron incluidas dentro de las categorías “sectores populares” o “clases trabajadoras”. Así, la pertenencia étnica-racial fue subsumida en la variable de clase. 

La violencia institucional, la precarización y/o explotación laboral, así como el no poder acceder a una vivienda digna, son algunas de las problemáticas persistentes que sufren las mujeres racializadas. En las urbes, las violencias que padecen las mujeres indígenas coinciden con las padecidas por las mujeres de sectores populares. 

Esto se profundiza en pandemia para las indígenas que habitamos en la ciudad, a causa del racismo estructural que se traduce en discriminación en diferentes ámbitos. Por ejemplo, la falta de traductorxs e intérpretxs en lenguas indígenas y la falta de formación intercultural y bilingüe en los agentes estatales dificultan a las mujeres indígenas el acceso a la educación, salud y justicia.

Racismo, redes sociales y medios en pandemia

Durante la pandemia por COVID 19, el racismo circuló como un virus dentro y fuera de los medios de comunicación y redes sociales. Un ejemplo: el incremento de insultos xenófobos y la discriminación racial a causas de las medidas del gobierno frente a la emergencia sanitaria como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Algunos de los calificativos y frases recurrentes en las redes sociales fueron: «bolita», “paraguas”, «negros de mierda»,  «volvete a tu país», “los indígenas no existen más”.

Los insultos y estigmatizaciones diarias perpetúan imaginarios raciales que terminan causando la muerte por discriminación y odio racial. Por ejemplo, los casos de Franco Zarate, asesinado con las palabras de “boliviano de mierda; Marcelina Meneces y su wawita, arrojadxs de un tren al grito de «boliviana de mierda, volvete a tu país»; y el caso de Clara Celeste, una niña de nueve años que se suicidó y recibía insultos como “india de mierda” en el marco de acoso escolar racista

Los medios de comunicación refuerzan estereotipos y estigmas que influyen en la manera de pensar, opinar y actuar de las personas. Por ejemplo, es común ver como se reproducen imaginarios raciales decimonónicos que consideran a la Argentina como un país blanco, donde “todxs descendemos de los barcos”, “no hay indígenas, ni negros” y donde la migración solo es bien vista si es de Europa y desestimada si es de países sudamericanos.

A esto se suma que los feminicidios y las desapariciones  de cuerpos racializados suelen ser menos visibilizados que los de las mujeres blancasNo hay cobertura mediática que visibilice las dificultades que tienen estas poblaciones para acceder a las instituciones y a una justicia para denunciar.

Este discurso racista que circula en los medios y en las calles tiene un fuerte impacto en las identidades de lxs jóvenes racializadxs en Buenos Aires. Es por ello que en un contexto urbano con fuertes estructuras racistas nace, de la mano de mujeres indígenas que habitamos la urbanidad, el medio de comunicación y productora TeleSISA. Su nombre hace referencia a Bartolina Sisa, mujer aymara símbolo de las luchas anticoloniales. 

“Vimos la necesidad social y política de ocupar los medios: reivindicar nuestra identidad Indígena que históricamente nos fue arrebatada bajo una mirada colonialista, racista y extractivista de un país que se cree blanco y europeo. Queremos desmitificar la inexistencia de naciones indígenas en la actualidad y en la urbanidad, derribar barreras que nos mantiene en la desigualdad y que pretenden silenciarnos e invisibilizarnos”, expresa Laki Quispe, quechua, comunicadora social y productora. 

Telesisa: comunicación comunitaria antirracista y antipatriarcal

Gestionamos el medio de comunicación y productora audiovisual comunitaria TeleSISA y la revista postal TERRORINDIES, ambas con perspectiva antirracista, decolonial y antipatriarcal. Integrado por comunicadoras, periodistas, ilustradoras, fotógrafas, diseñadoras graficas, realizadoras audiovisuales, abogada, socióloga, historiadora y trabajadora social. Cuyo sustento es la autogestión y la forma de organización es comunitaria y horizontal.

Nos organizamos por áreas en grupos de entre 7 y 9: productora audiovisual, redacción, prensa, revista, tesorería, redes sociales, géneros y cuidados, corresponsales, streaming y agenda. Nuestro medio se originó en Buenos Aires el 8 de marzo del 2020, días antes de que se expandiera la pandemia en la Argentina. Se gestó en contexto de la resistencia del pueblo boliviano frente al Golpe de Estado de noviembre de 2019, en el que agudizaron discursos de odio hacia la población y pueblos indígenas, la quema del Wiphala, la represión, los asesinatos, y la violencia sobre mujeres de pollera. 

Uno de los objetivos de Telesisa es cuestionar los estereotipos racistas, la homogeneización cultural y la folclorización de las identidades indígenas así como de fomentar la participación política de las indígenas.

“La comunicación con identidad, antirracista y antipatriarcal no es solamente transmisora de denuncia, sino que es el medio por el cual genera propuestas políticas y transformadoras. Nuestra comunicación debe ser transformadora de la realidad colonizada y patriarcal, para imprimir una mirada propositiva de los pueblos y que aporte al Buen Vivir”, señala Quispe.

Queremos tomar los medios, las plumas, las cámaras, los micrófonos para comunicar las realidades de Pueblos y Comunidades. Es una posición política reconocerse por la propia Nación y/o Pueblo Indígena en los medios de comunicación. La comunicación con identidad para las mujeres indígenas de TeleSISA, implica asumir la identidad indígena (quechua, aymara, kolla, mapuche, diaguita, guaraní) en primer lugar, y correrse de categorías como “descendencia”, “marrón”, “latinoamericana”, etc., ya que consideran que uno de los legados más fuertes del colonialismo fue obligarlas a negar su identidad  y asumir categorías universales que invisibilizan la diversidad cultural. 

“Preguntarme por mi identidad como Kolla y Ava Guaraní fue abrir una herida que deja el racismo. Asumir que soy indígena también fue doloroso porque fuimos educadxs para rechazar nuestra historia, cultura, rasgos”, comenta Mayra Juarez, Kolla Guaraní e historiadora. 

Nuestra organización comunitaria busca restituir los valores ancestrales de los Pueblos como una alternativa frente al individualismo del sistema capitalista, colonial y patriarcal. “Nosotras apostamos a crear una sociedad, en donde el ayllu (la comunidad), el ayni (la reciprocidad) y el SumaqKawsay (el buen vivir) sean la base de la construcción social”, dice Josefina Navarro, Kolla y profesora de lengua Quechua.

Hemos decidido dar un paso más y organizarnos como una comunidad indígena llamada “Sisa Pacha”  (término en quechua que puede tener una doble traducción “El momento en el que florece la tierra”  o el “espacio y tiempo” de Bartolina Sisa). Siendo este un hecho sin precedentes en el actual territorio bonaerense. 

En pleno aislamiento social y en el momento donde el racismo estructural se profundizó, mujeres indígenas en Buenos Aires hemos apostado por la construcción de un medio de comunicación propio y por volver a tejer comunidad. A pesar de las limitaciones y obstáculos ecónomicos y de movilidad, la propuesta es sanar las heridas del racismo que pesa sobre cuerpos, familias y Pueblos, floreciendo en comunidad. Hoy con tapabocas pero no calladas contra el virus del racismo, nos mantenemos en resistencia pese a que el Estado y gran parte de  la sociedad invisibiliza, discrimina y deshumaniza nuestras existencias.

Somos Presentes

Apostamos a un periodismo capaz de adentrarse en los territorios y la investigación exhaustiva, aliado a nuevas tecnologías y formatos narrativos. Queremos que lxs protagonistas, sus historias y sus luchas, estén presentes.

APOYANOS

Apoyanos

SEGUINOS

Estamos Presentes

Esta y otras historias no suelen estar en la agenda mediática. Entre todes podemos hacerlas presentes.

COMPARTIR