Reclaman justicia por Jesús Ochandio, transformista asesinado en Mar del Plata

La saña, violencia y la intención de quemar el cuerpo para borrar huellas es típica de un crimen de odio, denuncian desde el activismo.

Por Sandra Maidana, desde Mar del Plata

La madrugada del 6 de marzo los vecinos del barrio Jorge Newbery de Mar del Plata fueron alertados por el humo de un incendio que se había desatado en la casa de la calle 210 y Colón. Una vez que el personal de bomberos pudo sofocarlo descubrieron en su interior el cuerpo de su morador,  Alberto Jesús Ochandio de 68 años. La autopsia solicitada por la fiscalía n° 5 a cargo del doctor Alejandro Pellegrinelli reveló la presencia de más de veinte puñaladas. La saña, violencia y la intención de quemar el cuerpo para borrar huellas es típica de un crimen de odio, denuncian desde el activismo.  

Dos días después del crimen se detuvo al presunto asesino: un joven de 27 años con prendas manchadas de sangre y algunas pertenencias de la víctima. El joven tenía una relación sexoafectiva con Jesús. A pesar que en su declaración en Tribunales negó los cargos, continúa detenido en la Unidad Penal 44 de Batán y la fiscalía tiene quince días -que se pueden prorrogar- para avanzar con la investigación y pedir la prisión preventiva.   

“Amaba el teatro”

Jesús tenía una familia compuesta por su hermano Daniel, sus sobrinas Yanina y Daiana, tres sobrines nietes y uno en camino. Yanina habló con Agencia Presentes. “El tío fue una buenísima persona. Amaba el teatro. Era fanático de Mirtha Legrand a la que imitaba mucho y cuando venía a Mar del Plata la iba a ver. Ella lo conocía, sabía que la imitaba y le gustaba verlo”.

Jesús en su juventud tomó clases de teatro con Norman Briski. “En Mar del plata trabajó dando clases de actuación. En los cumpleaños se vestía y siempre algún show nos hacía y en los de los nenes también. Era muy gracioso”.

Pertenecía a la Cooperativa Atahualpa donde se desempeñaba como  trabajador de la economía popular. Una de sus amigas, Cintia Pili, referente de género y diversidad de la organización lo recuerda. “Lo conozco hace más de 25 años, en su esplendor.  Siempre de buen humor. Muy querido. Trabajaba en limpieza en los baños de públicos de plazas de la ciudad”. En esas tareas generalmente se emplean a mujeres, pero él era el único varón en ese puesto.

“Se trata de un crimen de odio»

“Solidario. Militante, cuenta Cintia. Cocinaba en el comedor comunitario La Ollita, que repartía viandas para 200 familias. Además estaba contento porque este año iba a empezar a dar clases de teatro gratuitamente”. Los cursos estaban previstos en la Casa Pueblo unido, el espacio de formación social, laboral y político al que pertenecía.

La Ochandio era en su personaje como actor transformista y humorista que con gran talento desplegaba personajes con los que construía piezas de comedia.

Cintia lo vio el viernes, el día antes de su muerte y le contó que había cobrado su sueldo. Sin embargo no puede vincular a su crimen con un robo. “Se trata de un crimen de odio a su orientación sexo afectiva.  Quien fue detenido fue su pareja que para tapar las pruebas lo prendió fuego”.

Cintia asegura que “No es sólo pedir disculpas. La violencia es cuestión de clase. Somos diferentes, somos diversidad todes en el mundo. Pero nosotras somos sobrevivientes. Jesús logró muchas cosas, logró un lugar de pertenencia, logró estar y sentirse contenido. Lamentablemente se cruzó con una persona que lo asesinó.

“Hemos conseguido muchas cosas con la unión, hemos podido desterrar las diferencias que tenemos en derechos humanos tales como el matrimonio igualitario, la ley de identidad de identidad de género, el cupo trans y tenemos que seguir avanzando en conquistar nuevos derechos para todas las personas que habitan suelo argentino. Es imposible entender que haya tanto odio hacia personas tan lindas que no le hacían nada a nadie como era Jesús. Solo espero que se haga justicia”.

«Reclamamos una ley antidiscriminatoria»

En su comunicado oficial de la cooperativa Atahualpa declaran que «La Ochandio era un compañero  militante muy querido por todas y todes, muy solidario. Trabajaba en la limpieza y mantenimiento de los baños públicos con 40 compañeras trabajadoras de la economía Popular de nuestro Movimiento y colaboraba en la cocina de un comedor comunitario. Además era actor transformista de gran talento, profesor de teatro que desplegaba personajes de humor y hacía reír a la gente, la actuación era su pasión.

“Desde nuestra organización junto a AMI (Asociación Mundo Igualitario de Mar del Plata)  acompañamos el dolor de su familia reclamando justicia. Destacamos su identidad disidente, y reclamamos una ley antidiscriminatoria para atender a las violencias machistas hacia las disidencias sexo genéricas. Tendremos siempre la memoria de este gran compañero de militancia”.

La familia busca abogade

Yanina está recién llegada del juzgado al que fue a averiguar cómo iba la causa. Le dijeron que en cuanto hubiera novedades los iban a citar. Están buscando abogade. Daniel, su único hermano, está perplejo, sin poder entender. En una nota que salió por un canal de televisión local se lo vio tan triste que casi no pudo articular palabra. “No fue una muerte natural. Era lo único que le quedaba de su familia natal, explica la sobrina”.

Aún no se sabían pormenores de la noticia y se largó la Marcha del 8M que fue multitudinaria en Mar del Plata con más de 10 cuadras de personas caminando en avenidas con los mayores cuidados sanitarios posibles. La caravana llevó una bandera, cantitos y aplausos en reconocimiento de Jesús, su vida, su humor presente, ahora y siempre.

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