Era una sobreviviente trans de Lima y la asesinaron en su casa: «Gabriela sufría violencia cotidiana»
Gabriela Cruz Pimentel fue asesinada el viernes en su habitación. La ahorcaron y maniataron.
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Por Verónica Ferrari
El 4 de setiembre, en la madrugada, fue asesinada en Lima Gabriela Cruz Pimentel, mujer trans de 46 años que trabajaba como fotocopista en un local aledaño a la Universidad de San Marcos y en sus tiempos libres vendía cosméticos.
Vivía sola en una habitación del distrito de San Miguel y mantenía una comunicación fluida con sus dos hermanas. Como había faltado al trabajo, una de sus hermanas fue al lugar donde vivía. Pese a la negativa de la administradora del edificio, pudo subir hacia su habitación. Con la ayuda de un vecino pudieron abrir la puerta y encontraron el cadáver. Gabriela se encontraba echada con las muñecas atadas a la espalda con un cable y una tela en la boca. Los peritos señalan que habría muerto por asfixia mecánica por ahorcamiento.
Presentes conversó con Sandra, la hermana de Gabriela, quien contó que ella era una persona responsable y trabajadora, pero que vivía mucha violencia en su cotidianidad: “Ella recibía mucha burla, mucha discriminación de los varones, las mujeres se ponían celosas, la miraban mal”, como suele suceder con las mujeres trans debido a los prejuicios y estereotipos de la sociedad.
Luego de retirar el cadáver de la morgue al día siguiente y realizar el velorio, con todas las dificultades que implica el contexto de pandemia en estos momentos, en donde las funerarias no se dan abasto y cobran altas cifras para atender a los deudos, las hermanas han estado pendientes en la comisaría de San Miguel, para que el principal sospechoso sea detenido y dé sus declaraciones: Marty Alan Cerna Abregu.
Las investigaciones están a cargo del Fiscal Ríos de la Décima Fiscalía, quien deberá actuar por oficio. El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables también está al tanto del caso.
Crímenes de odio en el Perú
Conversamos con Leyla Huerta, directora de Féminas, y amiga de Gabriela desde hace más de 20 años, quien estuvo en la Dirección Nacional de Investigación Criminal (Dirincri) acompañando a la familia para esclarecer el transfeminicidio.
Ella señaló el papel de la prensa al momento de informar sobre asesinatos de mujeres trans: “Cuando la prensa saca las noticias y las trata como si fueran hombres hace que la sociedad no entienda que los asesinatos de mujeres trans son feminicidios, se pierde esa posibilidad”.
Debido a ello, el Ministerio de la Mujer lanzó un comunicado el 6 de setiembre en donde exhorta a la prensa “a que se deje de presentar los crímenes contra las personas LGTBI+ como sucesos policiales o situaciones aisladas, porque se oculta la discriminación y el abuso de poder que se comete contra ellas a diario. Además, so obstaculiza el reconocimiento de la identidad de género de las personas trans tal como la sienten, viven y expresan. Desterrar las expresiones como ‘hombre vestido de mujer’ y llamarlas por su nombre social es un acto de respeto y reivindicación a su derecho a la identidad”.
Así también, Huerta incide en la necesidad de analizar los contextos en los cuales las mujeres trans son asesinadas: “Se deben estudiar los otros feminicidios porque implican extorsión, chantaje y/o relaciones machistas violentas que terminan incidiendo en la vulnerabilidad de las mujeres trans y su alto riesgo de ser asesinadas”.
El Observatorio de Derechos Humanos LGBT registró en 2019, 20 crímenes de odio contra por orientación sexual e identidad de género en el Perú, cuatro de estos crímenes contra mujeres trans, cifra que se mantiene constante año tras año, en un contexto en el que las personas trans no tienen una ley que reconozca su identidad, por lo que se ven doblemente vulneradas: por la sociedad y por el Estado peruano.
En 2020 se han registrado cuatro transfeminicidios, considerados crímenes de odio por la forma cruenta de la muerte en donde hubo planificación, tortura e intento de desaparición de la víctima por su orientación sexual/identidad/expresión de género, como feminicidio por ser un asesinato en donde se hace visible la violencia estructural que sufren las mujeres, y un transfeminicidio por la triple vulnerabilidad que atraviesan las mujeres trans en sociedades transfóbicas que les niegan sus derechos.
Las víctimas fueron Angie Mimbela del Águila (28), degollada el 9 de febrero mientras transitaba por las calles del distrito de Villa El Salvador (Lima), su crimen no ha sido resuelto; Cristal Romero Mattos (52), golpeada y acuchillada el 11 de julio en la ciudad de El Porvenir (Trujillo); y Brenda Venegas Ayquipa (52), ahorcada el 1 de agosto en el distrito de San Juan de Lurigancho (Lima) por Ivan Alexander Timaná Ángel (23), quien era su pareja y la extorsionaba; y la última, Gabriela Cruz.
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