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Defendía a una chica de un atacante y la asesinaron: denuncian lesbicidio
Cynthia Leslie Velásquez fue apuñalada después de intervenir en una discusión y defender a una chica de un hombre que intentaba atacarla sexualmente.
Por Airam Fernández
La madrugada del domingo 9 de agosto, Cynthia Leslie Velásquez fue apuñalada después de intervenir en una discusión y defender a una chica de un hombre que intentaba atacarla sexualmente. Chico Leslie -como escogió nombrarse y como la conocían en su barrio- era lesbiana y murió a las pocas horas del ataque, en un hospital de Santiago. Tenía uno de sus pulmones totalmente perforado.
Leslie, de 31 años, estaba esa noche en una fiesta en la comuna de Lo Espejo, una de las 55 zonas de Santiago que todavía sigue en cuarentena por la pandemia. Hace poco había salido de la cárcel, donde pasó una temporada cumpliendo una condena por delitos menores. Quienes la conocen cuentan que estaba en medio de un proceso de rehabilitación y reinserción que había sabido llevar bastante bien.
“Se había apartado de la mala vida, no estaba delinquiendo, quería surgir y estaba vendiendo ropa en las ferias”, cuenta a Presentes Paola Ramírez, fundadora del Colectivo Mujeres Libres de Chile y asesora de Mujer Levántate, una fundación que trabaja para que decenas de mujeres como Leslie, que estuvieron privadas de su libertad, puedan reinsertarse en la sociedad.
Paola conoció a Leslie en el Centro Penitenciario Femenino de San Joaquín, en 2014.
Cree que la única “recaída” que tuvo tras salir de prisión fue haber ido a esa fiesta.
Hasta ahora no hay detenidos por el caso, pero varios testigos y cercanos señalan a un hombre conocido en la comunidad como “El guatón Iván”. Paola dice que Leslie ya había tenido algunos problemas previos con él y que cuando la veía en la calle “le gritaba cosas, le molestaba su aspecto, como era ella y cómo se veía”.
La información que Paola maneja es que durante la fiesta Iván Poblete trató de abusar de otra joven y Leslie lo vio: “Desconozco en detalle cómo fue, pero sé que cuando se calmaron las cosas, el tipo aprovechó que se descuidó y la atacó por la espalda, con varias puñaladas. Luego de eso, él y otra persona la arrastraron desde la casa donde estaba hasta la calle, sangrando e inconsciente. Alguien pidió ayuda y llegó un grupo de haitianos, quienes ayudaron a llevarla al hospital. Ellos hicieron la denuncia ante Carabineros, pero hasta ahora no se sabe nada del agresor y aún no hay orden de detención en su contra”.
Pedido de justicia
El estudio «Ser lesbiana en Chile», elaborado en 2019 por la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio (RS), a partir de una muestra de 436 mujeres lesbianas y bisexuales encuestadas en todas las regiones del país, indica que más del 70% reconoció ser víctima de acoso en la vía pública por su orientación sexual, como Leslie.
Presentes intentó comunicarse con la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones, para conocer detalles de la investigación, pero no hubo respuesta.
Al pedido de justicia de la familia de Leslie y de las organizaciones a las que pertenece Paola también se sumaron otras organizaciones feministas como Abofem, la Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio, la Asamblea Lesbofeminista RM, OTD, la Colectiva Feminista de Lo Espejo, Las3 Abisales, Lesbofeministas Antirracistas Tierra y Territorio, Reconstruyendo Espacios y la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres.
Este jueves emitieron un comunicado en conjunto para exigir tres cosas: que la Fiscalía aplique la Ley Gabriela (promulgada en marzo, amplía el marco legal del femicidio) al formalizar al asesino de Leslie, por tratarse de un femicidio motivado por su orientación sexual y expresión de género; que el Tribunal Oral en Lo Penal condene a presidio perpetuo efectivo al asesino; y que se respete el derecho a un debido proceso y pertinencia investigativa en todos los casos de violencia que afectan a todas las comunidades.
“Queremos que se visibilice esta situación porque no es la primera compañera que nos matan y el caso queda como si nada, como si no tuviéramos derecho a ser defendidas porque somos ex privadas de libertad”, reclama Paola. Insiste en que a juzgar por la nula respuesta de las autoridades, en este caso no sólo hay discriminación por orientación sexual y expresión de género, sino también un componente de discrimación por el pasado de Leslie: “Ven sus antecedentes, pero no ven que estuvo en un proceso de reinserción, que estaba tratando de hacer las cosas lo mejor que podía y que quería una segunda oportunidad para vivir bien”.
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