Tres años de la muerte de la artista Anna Cook: su madre denuncia lesbicidio y activistas exigen Justicia

La muerte de Anna Cook, una DJ de 26 años, fue declarada una sobredosis pero la familia y el activismo denuncia fue un crimen de odio.

Por Airam Fernández

Ana María Villarroel González, mejor conocida como Anna Cook, tenía 26 años cuando fue encontrada muerta el 2 de agosto de 2017, en circunstancias poco claras. La tesis que hasta el momento defiende la Justicia es que Anna murió de sobredosis. Pero su madre, Kattia González, lleva varios meses denunciando una serie de irregularidades arrojadas en la investigación: el cuerpo de Anna, que era lesbiana, tenía un moretón en el cuello, varias heridas y fracturas. Según la autopsia, también tenía semen en la boca.

El 25 de septiembre de 2019, Kattia decidió utilizar sus redes sociales y las de Anna para revelar todos estos detalles y exigir a la Justicia que la orientación sexual de su hija adquiera la importancia que merece. Cree que alguien la mató, y que las hipótesis deben apuntar a un crimen de odio o a un lesbicidio. 

“Muchos piensan que ella murió de una sobredosis, debido a su gran historial de consumo de drogas, y ya que las personas involucradas prepararon el espacio para que así se creyera”, escribió Kattia en un comunicado.

Cinco meses después de la muerte de Anna, a Katia le entregaron los informes del Servicio Médico Legal (SML), organismo encargado de hacer las autopsias en Chile. En la hoja nº 2339 se lee que Anna tenía cinco costillas fracturadas. El informe de tanatología advierte la presencia de esperma en su mucosa bucal. En mayo de 2018, el primer informe toxicológico informó que había un 0,2% de alcohol y nada de drogas. El médico que recibió el cuerpo detalló una equimosis cervical de 15 cm, que le abarcaba casi todo el cuello. Ese detalle no está en el informe del SML. 

“La info (sic) que me entregan desde Fiscalía es que en los resultados del SML se encontraron cabezas de espermatozoides en la boca de mi hija. A lo cual yo respondo que eso es imposible, ya que mi hija, como todos saben, era lesbiana. Al manifestar esto, fiscal responde que entonces este caso pasó a ser un caso de violación con homicidio”, añade Kattia en su comunicado. 

La investigación está en manos de la fiscal Mitzy Henríquez, de la Fiscalía local de Ñuñoa. Presentes intentó comunicarse con esa oficina el viernes 31 de julio, pero no contestaron los teléfonos.

La última noche de Anna

Anna era Dj y diseñadora gráfica, muy conocida en la escena electrónica nocturna de Santiago. Sus cercanos afirman que la música era su gran pasión. También le gustaba el animé y las máquinas de baile.

La noche de su muerte estuvo en la casa donde vivía arrendada, en la comuna de Providencia. Hubo una fiesta pequeña, con varias personas. Raúl Azócar, el dueño de la casa, estaba con un chico llamado Matías Troncoso en una de las habitaciones.

En el comunicado, Kattia relata cómo se enteró: dice que otro chico llamado Patricio Ávila le envió varios mensajes cerca de las 14 horas de ese miércoles 2 de agosto, pidiéndole que le contestara el teléfono. Cuando le devolvió la llamada, le dijo que Anna estaba grave en la urgencia del Hospital Salvador. Después la llamaron del hospital y se lo confirmaron.

“Al llegar al lugar me encuentro afuera de urgencias con su grupo de ‘amigos’, entre los cuales se encontraban: Raúl Azócar (alias El Gato, quien lleva a Ana a urgencias), Patricio Ávila, Andrea Fierro, Nikolai y Magno con su pareja. Pregunto por mi hija y me dicen que tengo que entrar a un box a esperar al doctor que me atenderá. Entra el doctor y empiezan a interrogarme: quién era ella, su edad, si es que consumía (drogas) o no, qué tipo de drogas consumía, etc. Hasta que llega un momento en que me dicen ‘señora, su hija llegó fallecida a este establecimiento. Esa situación me descompone, al punto de decirles que no les creo y les exijo entrar a verla para corroborar los hechos”, relata Kattia.

Azócar llevó a Anna al hospital, envuelta en una manta y desnuda. En su primera declaración oficial, que Kattia también compartió en redes sociales, dijo que la encontró inconsciente en su habitación. También dijo que no sabía cuál era su apellido. En el comunicado, Kattia señala que no entiende cómo pudo decir eso, pues compartían casa desde hace un año.

Aproximadamente seis meses después, la Fiscalía ordenó realizar un comparativo del perfil genético de tres de los hombres que prestaron declaraciones y que estuvieron en la casa esa noche, menos de Matías Troncoso. Los resultados del análisis no arrojaron coincidencias.

Cuando Kattia reveló esa información, una ex pareja de Matías hizo pública una denuncia en su contra por violencia psicológica, física y sexual.

Homenaje virtual: “Justicia para Anna Cook”

Para este domingo 2 de agosto, cuando se cumplen tres años de su muerte, varios colectivos disidentes, entre ellos la Red Lesbofeminista, organizaron un homenaje virtual que será transmitido en la web https://justiciaparaannacook.com/. Habrá música, registro audiovisual y performance. La actividad se extenderá hasta la madrugada.

Ayer, Kattia volvió a postear varias fotos de Anna y un mensaje clamando justicia: “¡Que hablen los que saben! (…) La fiscal Mitzy Henríquez insiste en que la causa de muerte fue una sobredosis, sin participación de terceros. ¡Es una burla! Exigimos #JusticiaParaAnnaCook

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