Atacaron a una trans en Merlo: la habían amenazado en redes
Una trans de 39 años denunció que personas que la venían amenazando en redes intentaron matarla en su casa, mientras cumplía la cuarentena.
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Por LG con MEL
Ana Lucía Lola Soraire, una trans de 39 años que vive en Merlo (provincia de Buenos Aires), denunció que mientras cumplía la cuarentena por el Covid19 fue víctima de un ataque de odio en su casa, y que intentaron matarla. Según contó a Presentes Karla Benítez, una compañera trans que la acompañó en los últimos días, el 6 de abril un grupo de conocidos atacó a Lola -como la conocen- en la puerta de su vivienda con una masa, cadenas y piedras hasta dejarla inconsciente. Karla denuncia también que hace tiempo a Lola la estaban amenazando por redes sociales. Y dice que a su amiga la justicia le tomaron la denuncia por robo y lesiones pero que “no dimensionaron el ataque que sufrió”.
Mientras Lola estaba en los Tribunales intentando ampliar la denuncia, Karla explicó: “Nos dijeron que el agresor ya había sido allanado, pero tampoco lo sabemos con certeza. Y que no podían hacer mucho más que aplicar una restricción o perimetral porque no saben a quién hacérsela. Mientras tanto, esta gente con Facebook falsos nos siguen enviando amenazas a Lola, a mí y al entorno. No es un hecho aislado, es un intento de transfemicidio contra una compañera. Querían matarla y lo decían: ‘te voy a matar gordo puto’ ”.
Karla cuenta que desde noviembre del año 2019 la agredida recibía amenazas por Facebook “de un círculo de personas que antes frecuentaba y ya no”. Sigue diciendo que a pesar de alejarse, las amenazas por redes sociales y Whatsapp continuaron: “para amenazarla y denigrarla. La trataban de ‘Gordo puto’ y ‘Elefante blanco’, cosas que se utilizan como para agredir a una chica trans”. El domingo 5 -según narra- Lola volvió a recibir amenazas pero las tomó como una más.
Su amiga cuenta que el lunes 6 mientras Lola hablaba por teléfono en su casa de Merlo, escuchó que desde afuera la llamaban. Reconoció la voz de un conocido y salió a la puerta. “Pero cuando puso un pie afuera para abrir la puerta de rejas, sintió un golpe desde atrás con algo contundente que la hizo caer al piso”, contó Karla.
“En medio del desconocimiento vio como una persona más le pasa una masa al agresor y le pegaba mazazos en la cabeza. Ella se cubrió con las manos mientras él le decía “Te voy a matar, puto de mierda” y otras cuatro personas con cadenas y cascotes le pegaban. Según cuenta Karla, “los vecinos salieron, gritaron y los agresores se fueron corriendo y se subieron a un auto. En esa corrida se llevaron sus pertenencias, documento y celular. Antes de irse le advirtieron: ’A la noche volvemos y te prendemos fuego la casa, puto’”, cuenta Karla, quien la fue a ver a su amiga al Hospital Municipal Eva Perón y se enteró de todo.
En el contexto de pandemia por Covid-19, su acompañante explica que Lola fue atendida pero enviada a su hogar lo antes posible para evitar un contagio: “A 15 cuadras del hospital Eva Peron teníamos la Comisaria de la Mujer. Solo la dejaron acercarse a ella. Ahí contó que la golpearon y le llevaron el celular. Dijeron que si era un robo tenía que hacerse denuncia en la comisaría zona. Y pusieron como motivo robo de celular y plata. Esa no es la realidad”.
Ivana Gutiérrez es Directora de Políticas para la Diversidad dentro de la Secretaría de Mujeres, Géneros y Equidad, Diversidad y DDHH del municipio de Morón, provincia de Buenos Aires y dice: “Acceder a la justicia debería ser un derecho como ciudadano y ciudadana pero hay algo que no está funcionando, no se respeta la Ley de Identidad de Género, no se respeta a la persona como se autopercibe. La vida de las travestis y trans sigue valiendo nada para ciertos sectores institucionales de la sociedad”
Karla contó que de la Comisaría de la Mujer la enviaron a la Comisaría Cuarta ubicada en la localidad de Libertad dónde le dijeron que debía ampliar la declaración. En Tribunales le dijeron que debía hacerlo de puño y letra y pasarlo por mail para incorporarlo a la denuncia. “Al no acceder a la justicia son muy pocos los casos que se llevan adelante. De diez casos son dos los que se animan a denunciar. Las personas trans no tienen dónde recibir acompñamiento para hacer estas denuncias”, amplía Ivana Gutiérrez.
“Desde el centro Vivir Sin Violencia donde está la Dirección de Políticas para la Diversidad de Morón abordamos toda las temáticas que tiene que ver con la violencia de género y violencia hacia el colectivo lgbt, tenemos una línea que funciona las 24hs”, dice Gutiérrez.
Karla dice que las agresiones por redes sociales a Lola, ella y el entorno continúan. “Lo que pasa en redes no es un mensaje de odio sino una acción de odio que lamentablemente muchas compañeras travestis y trans la siguen recibiendo”, explica Ivana Gutiérrez. “La sociedad todavía no está aggiornada, en el discurso todo bien pero la realidad la práctica es otra por que las agresiones hacia la comunidad sigue existiendo en todos los planos. No podemos hablar de una conquista cuando nuestros derechos y nuestras identidades siguen siendo vulneradas”
“Estoy con ella que vive sola porque amenazaron con volver a prenderle fuego la casa con ella adentro”, dice Karla, mientras el país sigue en aislamiento general frente a la pandemia de Covid-19.
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