La Iglesia negó el cambio de identidad a una activista trans: va a la Corte

Una activista trans pidió a la iglesia salteña que rectifique sus registros de bautismo y confirmación.

Fotos: Luli Leiras

Hace poco más de un año, Alba Rueda, presidenta de Mujeres Trans Argentinas, se presentó en el Arzobispado de Salta con un pedido: basándose en la ley 26.743 de Identidad de Género, Alba pidió a la Iglesia salteña que rectifique sus registros de bautismo y confirmación, inscribiendo su nombre y género autopercibido. La respuesta del obispo de Salta fue que el derecho canónico es ajeno a “ficciones jurídicas” del derecho civil y rechazó el pedido. La activista recurrió a la Justicia. Ayer la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil también rechazó la solicitud. Ahora el caso puede llegar a la Corte Suprema de Justicia de la Nación. 

“Muches compañeres trans son católiques. Fueron bautizades, hicieron la catequesis, tomaron la comunión, se confirmaron. Y luego fueron expulsades de sus comunidades religiosas por su identidad de género”, -explica Rueda-. “Tenemos derecho a participar de la vida religiosa de nuestras iglesias en condiciones de igualdad y respeto. No deberían negarnos los sacramentos por nuestra identidad de género”.

En 2011 Rueda fue una de las primeras mujeres trans en Argentina en lograr su DNI a través de una sentencia judicial, abriendo camino para la ley de identidad de género. Ahora es la primera persona trans en Argentina —y quizás también en el mundo— en exigir a la Iglesia Católica que reconozca su identidad. 

Si bien la Iglesia no se opuso abiertamente a la ley de identidad de género, la jerarquía católica se expresa hasta hoy de manera hostil a las personas trans. El año pasado, el obispo de Villa María (Córdoba), Jofré Giraudo, dijo públicamente que “las trans son hombres disfrazados de mujer”. Hace sólo unos días, el ex arzobispo de La Plata, Héctor Aguer, publicó en varios medios católicos: “La naturaleza vuelve por sus fueros, como en algunos casos de hombres convertidos en mujeres, a fuerza de aplicaciones hormonales; con el tiempo asoman pertinazmente rasgos de la virilidad”. 

“Todes sabemos lo que la jerarquía católica piensa sobre les trans” afirma Julieta Arosteguy que, desde la Campaña Nacional por un Estado Laico, asesora y acompaña el reclamo judicial. “Sin embargo, nada en la doctrina católica ni en el derecho canónico justifica su posición. No tienen más sustento doctrinario que sus propios prejuicios, por más que quieran disfrazar su transfobia de religión”.

Cuando Rueda llevó su caso a la Justicia, el Arzobispado de Salta ofreció hacer el cambio en los registros, para evitar una sentencia judicial. Pero en lugar de hacer actas nuevas, respetando la intimidad de Rueda y la confidencialidad de su cambio de género, hicieron una anotación marginal en los registros existentes, exponiendo su identidad anterior y transgrediendo la confidencialidad que establece la ley.

«Pretenden castigar y disciplinar»

La denuncia se presento en el juzgado nro. 58, secretaría 88. La jueza consideró que no podía intervenir en un tema religioso. Ayer la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, Cámara civil C, confirmó esta decisión. “No sólo no cumplen con la ley de identidad de género, sino que pretenden castigar y disciplinar a Alba por exigir su cumplimiento”, afirma  el abogado Alejandro Mamani. “Ahora, la Corte Suprema de Justicia de la Nación deberá decidir si la Iglesia puede violar la ley de identidad de género o si, al igual que todxs, debe respetar y cumplir la ley.”

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