12 de junio de 2019

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El jueves 13 de junio al mediodía la Cámara Criminal de Río Gallegos informará la sentencia por el transfemicidio de Marcela Chocobar. La joven trans de 26 años fue vista por última vez en septiembre de 2015 y al día de hoy su cuerpo sigue sin aparecer, sólo apareció su cráneo.  Hoy a partir de las 21hs habrá una vigilia artística y cultural frente a la Cámara donde desde el 21 de mayo se lleva a cabo el juicio. También se espera la presencia de las hermanas Chocobar y el activismo que peleó fuerte para que el juicio avance y se reconozca que se trató de un transfemicidio: un crimen de odio a la identidad de género. La querella y fiscalía pidieron perpetua para los acusados Ángel Azzolini y Oscar Biott.

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«La jornada de alegatos fue un día horrible. La defensa de los acusados dijo que mi hermana se había levantado y había caminado, que no la habían dejado tirada. Que otras personas la agarraron y mataron. Cosas que no tenían sentido. Y haciendo foco en que el cuerpo no está. Que la causa se basa sólo en dichos o testimonios. En todos estos años la Justicia nos dio la espalda. Nosotras siempre estuvimos muy pendientes en tratar de buscar recursos. Se pudo cambiar la carátula y eso nos dio alguna esperanza. La defensa decía que era solo presión social porque había muchas organizaciones presentes. Cuando le dieron el micrófono a Biott no terminé de escuchar lo que dijo porque mi hermana empezó a llorar y a gritarle. Él dijo que lo sentía mucho por nosotras, que él también espera que se esclarezca el juicio», dijo a Presentes Judith Chocobar, hermana de Marcela e impulsora de la causa junto a sus otras hermanas.

En la segunda audiencia, un testigo “arrepentido” había declarado que los acusados Azzolini y Biott habían descuartizado a la joven. En la cuarta, el perito forense confirmó esto, y dijo que la despellejó y descuartizó “un profesional”.

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“Creemos que hay elementos para condenar a los imputados. Es lo que se espera desde las organizaciones. Está probado que se trata de un crimen de odio y ese cambio de carátula a transfemicidio, apenas comenzó el juicio, da la pauta que hay suficiente prueba de ello”, dijo a Presentes Romina McNamara, secretaria adjunta de CTA y participante de la Mesa de Mujeres. Esta organización de Río Gallegos nuclea a organizaciones diversas: barriales, sociales, sindicales y también pastorales.

Los últimos momentos 

El 6 de septiembre de 2015 a las 6 y media de la mañana, las cámaras de seguridad la registraron subiéndose a un Renault 9 de color rojo. Cuando Marcela no apareció, sus hermanas realizaron una exposición pero recién a las 48 horas lograron radicar la denuncia. Ocho días después, en la mañana del lunes 14 de septiembre de 2015, encontraron restos óseos y elementos que indicaban que Marcela estaba muerta. Pasaron 15 días hasta que el 29 de septiembre el laboratorio forense confirmó que los restos pertenecían al cuerpo de la joven. Ese mismo día tres hombres quedaron detenidos cuando circulaban en un automóvil de características similares al que habían registrado las cámaras.

Desde ese momento su familia y militantes de grupos feministas de Río Gallegos comenzaron a movilizarse por la ciudad exigiendo justicia. Al principio los vecinos lxs miraban con sospecha, luego se hicieron eco de los reclamos: el crimen interpeló a toda una ciudad.

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«Ahora tengo una mezcla de todo: porque es ponerle final a algo que estamos esperando hace tanto tiempo. Las veces que nos cerraron la puerta. La provincia es muy quedada y fuimos abriendo camino con ideas de otras provincias. Fue muy importante el juicio de Diana Sacayán. Quiero tener esperanzas pero estoy medio nublada. Mis hermanas tienen fe. Todo indica que se llegará a un buen fallo. La ciudad está muy pendiente. Cuando nosotras salíamos a buscar a mi hermana o cortar la calle no teníamos el apoyo de nadie. Sólo de las organizaciones de derechos humanos. Ahora el vecino también apoya. Nos dicen que no quieren a los acusados sueltos. Nos dicen: ustedes nunca se cansaron de buscar», agregó Judith Chocobar.