Empieza el juicio por el transfemicidio de Marcela Chocobar

A más de tres años del crimen de odio, juzgarán a los acusados por el transfemicidio de Marcela Chocobar en Río Gallegos.

Informe: Belén Manquepi Gómez, desde Río Gallegos (Santa Cruz)

Fotos: Archivo Presentes/Luli Leiras y B.M.G

Más de tres años después de que Marcela Chocobar fuera vista con vida por última vez, a partir del 21 de mayo en Río Gallegos los dos acusados por el homicidio de la joven trans de 26 años se sentarán en el banquillo de los acusados. Ellos son Ángel Azzolini y Oscar Biott.

“Esperamos que los jueces, los fiscales y la sociedad nos acompañen. Que se diga la verdad y que podamos saber qué es lo que pasó. Depende de la sentencia, vamos a poder sentir un poco de paz y también por fin darle sepultura a la parte que tenemos del cuerpo de mi hermana”, expresó Judith Chocobar. Hasta el día de hoy, todo lo que apareció de Marcela fue su cráneo. También una bota blanca, su saco y una peluca rubia. Pero su cuerpo sigue sin aparecer.

Así la vieron por última vez

Cuando alguien pregunta cómo es Río Gallegos, una de las principales respuestas alude justamente a su tranquilidad. En la capital santacruceña, los robos no se caracterizan por la violencia y los homicidios no son tan frecuentes ni periódicos como en otras ciudades. Algunos riogalleguenses aún dejan la puerta sin llave. Cuando se produce un hecho violento, impacta fuerte.

En Río Gallegos, los locales nocturnos sólo abren durante el fin de semana o los días feriados. En el centro de la ciudad son sólo cuatro los boliches bailables. Los otros tienen una ubicación más alejada y, por ordenanza municipal, durante el fin de semana todos deben cerrar a las 06:00. Apenas a una cuadra de la costanera está el pub Russia Bar, último lugar donde se vio con vida a Marcela.

El 6 de septiembre de 2015 a las 6 y media de la mañana, las cámaras de seguridad la registraron subiéndose a un Renault 9 de color rojo. Cuando Marcela no apareció, sus hermanas realizaron una exposición pero recién a las 48 horas lograron radicar la denuncia. Ocho días después, en la mañana del lunes 14 de septiembre de 2015, encontraron restos óseos y elementos que indicaban que Marcela estaba muerta. Pasaron 15 días hasta que el 29 de septiembre el laboratorio forense confirmó que los restos pertenecían al cuerpo de la joven. Ese mismo día tres hombres quedaron detenidos cuando circulaban en un automóvil de características similares al que habían registrado las cámaras.

La búsqueda

“Pensábamos que podía estar cautiva en las redes de trata. Por la condición de marginalidad que implica la explotación sexual es más fácil capturar a las mujeres que están más marginadas. Nosotras pensábamos que podía estar viva. Después, cuando se encontró el cráneo, empezaron a cerrar más fichas”, dice a Presentes, Paula Nauto, integrante de la agrupación Las Rojas, que acompaña esta causa.

El 5 de octubre de 2015, a partir de un operativo donde se secuestraron más de 80 kilos de drogas, el entonces gobernador Daniel Peralta, acompañado de la cúpula policial, encabezó una conferencia de prensa. Ante la pregunta sobre el asesinato de Chocobar, Peralta se levantó y se fue, y dejó al jefe de Policía, comisario general Salomón Aleuy dando una escueta respuesta.

En este escenario en el que ni la familia ni la prensa contaban con información sobre avances en la investigación, las hermanas Chocobar le pusieron el cuerpo a la lucha. “La familia había estado siguiendo la pista de las redes de trata, la prostitución. Estuvieron afuera de algunos prostíbulos, viendo quién entraba, quién salía, la misma familia hacía de investigadora», recuerda Paula. Fue el mismo camino con el que durante años Susana Trimarco, la madre de Marita Verón, investigó la desaparición de su hija en Tucumán.

Pedido de Justicia por Marcela Chocobar en la marcha Ni Una Menos, en Río Gallegos. 

Recuerda también una búsqueda familiar en el Barrio San Benito. «Habían pasado estimo dos meses. Se sabía que estaba muerta pero faltaba encontrar el cuerpo. Ellas salieron con palos y rastrillos a rastrillar, fue tremendo, porque implicaba que no tenían ningún acompañamiento por parte del Estado, ni de la Justicia, eran ellas solas encarando la búsqueda del cuerpo de su hermana”, recuerda Paula.

Alba Rueda de la Red de Mujeres Trans, quien desde Buenos Aires acompañó a las hermanas de Marcela, expresa: “Me conmovió profundamente por la saña, me pareció un mensaje terrorista a  toda la comunidad trans, por como la habían tratado a ella y también por cómo habían querido limpiar las huellas de quienes fueron los responsables”. 

Cómo será el juicio

El #8M, las hermanas de Marcela dieron a conocer que desde la Cámara les habían confirmado que el juicio tenía fecha para mayo. Finalmente hace algunos días llegó la notificación oficial. 

 

Detenidos desde el 18 de abril de 2016, Ángel Azzolini con prisión preventiva en Puerto San Julián y Oscar Biott en Río Gallegos, se sentarán en el banquillo de los acusados a partir del 21 de mayo. Se los acusa de homicidio o encubrimiento agravado y de homicidio simple, respectivamente. Aquella vez también quedó detenido Adrián Fioramonti, quien fue excarcelado bajo caución real y fue sobreseído por “falta de mérito”. A pesar de no estar entre los acusados, el 23 de agosto del año pasado,  amenazó a una de las hermanas de Marcela. Así quedó denunciada penalmente en el Juzgado N° 2.

  • Aún sin nuevo edificio luego de que se incendiara en  2015, el proceso oral se desarrollará en una reducida sala de la Cámara en lo Criminal.
  • Según pudo saber Presentes, hay más 50 testigxs. Prevén que las audiencias se extiendan por al menos una semana. 
  • El juicio comenzará el martes 21 de mayo a las 09:00 en la sede de la Cámara en lo Criminal de la Primera Circunscripción Judicial.
  • El tribunal está conformado por Jorge Yance (presidente) y Joaquín Cabral. El tercer integrante aún no ha sido confirmado.

Sobre la larga espera por una fecha de juicio, Judith Chocobar, hermana de Marcela, dijo: “El proceso ha sido eterno, es muy angustiante. Te agobia estar pensando qué le pasó. ¿Por qué no se ponen en lugar de los familiares que estamos pidiendo justicia? Saber la fecha nos ha dado un alivio pero también es seguir esperando ese día. Entre todas mis hermanas estamos a la expectativa de qué va a pasar ese día en que los vamos a ver por primera vez. Es un dolor que ya quedó en la familia, nadie podrá sanarlo. Depende de la sentencia, uno va a poder sentir esa paz y también por fin darle sepultura a la parte que tenemos del cuerpo de ella y transitar ese dolor. Esperamos tener esa paz que necesitamos. Esperamos que los jueces, los fiscales y la sociedad nos acompañe. Que se diga la verdad y qué es lo que pasó en realidad”. 

«Hay una administración desigual de Justicia»

Para la activista Alba Rueda, “la justicia no es una fracción, se traduce en un sistema judicial donde hay una vara distinta de acuerdo a la publicidad de los hechos. A pesar de que la familia tuvo una movilización y una visibilidad importante, no pudo trascender  la dimensión provincial. Eso se nota en la desidia y en el poco esfuerzo que hubo judicialmente para tratar el tema. Me parece que hay una administración de justicia muy desigual y hay transfobia dentro del sistema judicial. Esto involucra no sólo cuestiones de peritaje sino también de visualización de este tipo de delitos. Pedir justicia hoy por Marcela Chocobar significa enfrentar un juicio donde solamente  la presencia y el reclamo de las organizaciones sociales va a poder torcerle la mano al sistema judicial”.

Alba Rueda, en la marcha contra los travesticidios, octubre 2018, Trelew, Argentina.  

Un odio que persiste 

El travesticidio social -la muerta de las trans y travestis por falta de acceso a derechos elementales como por ejemplo salud, educación y trabajo- no es ajeno a Santa Cruz sobre la exclusión de las personas trans, Paula cuenta que “cuando se hizo un mural, habían comentarios  en las redes sociales que la denigraban por ser trans y prostituta. Pero es un situación que se repite cuando una persona es víctima,  surge algo reaccionario, con toda la carga negativa que le ponen algunos a ser mujer y a ser trans”. 

Para aconsejar que el debate se desarrolle con una perspectiva de género, el Instituto Nacional de la Mujer presentará un Amicus Curiae.  

Sobre las expectativas, la integrante de Las Rosas manifestó: “Esperamos que el juicio visibilice la situación de marginalidad que viven las personas trans, que están muriendo por la marginalidad, por la prostitución, por el estigma. Sobre el caso de Marcela en especial, las responsabilidades políticas también espero que se toquen en este juicio. Si no se tocan, las mujeres nos organizaremos y lo empezaremos a poner sobre el tapete. La responsabilidad política es fundamental también, no sólo los autores materiales, hay otras responsabilidades que tienen que ser tocadas”.

 

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