16 de abril de 2019

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Por Elena Corvalán 

Los encargados de seguridad del boliche La Barra, de la ciudad de San Salvador de Jujuy, impidieron el ingreso de un grupo de personas trans el sábado pasado por la madrugada. La difusión de este hecho de discriminación motivó la intervención de oficio del Instituto Nacional de Lucha contra la Xenofobia y el Racismo (INADI).

Lourdes Ibarra integraba el grupo de seis personas que no pudo ingresar al boliche. Según relató, los organizadores de la fiesta les dijeron que no habría problemas para ingresar, pero después “un personal de seguridad acompañado de un oficial (de la Policía de Jujuy) se acerca y nos informa que el jefe de seguridad no permitía el acceso y se reserva el derecho de admisión”, por lo que les pidió que se retiraran. Ibarra comenzó a filmar para documentar lo que estaba ocurriendo. Los encargados de seguridad, con la ayuda de cuatro policías, les obligaron a retirarse.

Esto fue denunciado por la Fundación Damas de Hierro, un espacio de arte y diversidad al que pertenece el grupo discriminado. Desde la organización y el INADI están impulsando medidas para que se multe a los boliches que discriminen.

“Se cree legislación en la que se exija que todos los boliches, los lugares de nocturnidad, que exhiban un cartel que prohíba la discriminación por origen sexual, identidad de género, raza, religión”, dijo Lourdes a Presentes.

Sancionar económicamente

La responsable del INADI en Jujuy, Flavia Castro, coincidió en que es necesario buscar otras formas de incidir para terminar con la discriminación en los locales nocturnos de esa provincia. Lo de los boliches “no termina más, entonces tenemos que empezar a ver otras herramientas además de las del INADI como, por ejemplo, la facultad sancionatoria que tiene el municipio a través de los organismos de control”, dijo la funcionaria. Este miércoles es la audiencia con los dueños del boliche.

Castro agregó que gestionará para que se apliquen sanciones económicas a los boliches que incurran en prácticas discriminatorias, porque pareciera que “ahí sí les duele y ahí sí propician un cambio de conducta”.

Para Ibarra, en el último año hubo un recrudecimiento de la hostilidad hacia el colectivo LGBT en Jujuy. “Sostenido por quienes deberían cuidarnos, que son las fuerzas policiales. Porque las fuerzas policiales en muchos casos son las que terminan burlándose del no ingreso de las personas trans, e inclusive ellos decidiendo si entran o no. Crezca el odio, crezca el maltrato, el destrato, y todavía el (guardia de) seguridad se siente como resguardado en que el policía avala y acompaña esta situación de hecho”.

Ibarra consideró que esto pasa porque la comunidad trans de Jujuy dejó “de exigir el cumplimiento del Código de Contravenciones y sobre todo hemos dejado de exigir una Policía que respete los derechos humanos.”