Investigan la muerte de una trans en Paraná, tenía 33 años
Jésica Benavídez era trans, tenía 33 años y vivía en Paraná. Su cuerpo estaba sentado, sin vida, en el interior de su casa. Los resultados de la autopsia revelarán la causa de la muerte.
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[Noticia actualizada el 25/1/2019 a las 17]
Informe desde Paraná: Gisela Romero
En las primeras horas del 24 de enero, en la ciudad de Paraná (Entre Ríos) se confirmó la muerte de Jésica Benavídez, una mujer trans de 33 años, que sobrevivía a cuentagotas como trabajadora sexual y vivía en situación de extrema pobreza. Sus compañeras la llamaban “La Nicky”. Era oriunda de Santa Elena (La Paz) y había llegado a la capital entrerriana hace más de 10 años.
El cuerpo fue entregado a su familia este viernes 25 de enero por la madrugada y trasladado a Santa Elena. Sus restos fueron velados en la Cocheria Sabatini, ubicada en calle Paraná 636, en su ciudad natal, e inhumados a primera hora de esta tarde.
Hoy también se conocieron algunos resultados de la autopsia: arrojó que no hubo signos de violencia en la muerte de Jésica Benavídez. Ahora se esperan los resultados de los análisis toxicológicos.
«Sin signos de violencia»
El fiscal Martín Wasinger confirmó este viernes por la mañana que en el cuerpo de Jésica Benavidez “no hay signos de violencia”, informó a Presentes la coordinadora del Área Provincial de Políticas de Identidad de Género y Diversidad Sexual de la Subsecretaría de Derechos Humanos de Entre Ríos, Alejandra Elcura. “Está descartado que haya sido un travesticidio. Ahora están esperando los resultados de los análisis toxicológicos para determinar si ingirió algo que le hizo mal”, agregó.
Tras dialogar con el funcionario judicial, Elcura comentó que tiempo antes de fallecer, Jésica “estaba con otra persona”, “hacia las 3 de la madrugada se sentía descompuesta, salió afuera de la casa a tomar aire y volvió”.
“Desde la provincia acompañamos a la familia y nos pusimos a disposición para ayudarla. Lamentamos las condiciones en que falleció Jésica”, dijo la funcionaria.
Jésica vivía en la extrema pobreza, en un rancho ubicado en la zona este de Paraná. Allí fue hallada sin vida en las primeras horas del 24 de enero.
«Muerte dudosa»
Fue un vecino el que vio el cuerpo sin vida de Jésica en el interior de su rancho. Estaba semi desnuda y sentada, sin vida, en una silla.
“Estamos en shock. Era una persona extraordinaria. Algunas compañeras la vieron anoche en la calle y dicen que se fue a su casa con un muchacho”, contó a Presentes Iara Quiroga, activista trans de Paraná.
“No puedo salir del asombro. La conocía de cuando repartía profilácticos en Paraná, mientras estudiaba. Ella me cuidaba. Era una compañeraza. Murió en las peores condiciones”, dijo la activista trans Keili González. Y agregó: “Si bien la Justicia investiga las causas de su muerte, acá el gran responsable es el Estado. En 2019 para las personas trans es un privilegio existir. El Estado no genera públicas para allanarle el camino a las personas trans. Vivía de la prostitución, a cuenta gotas, con la ayuda de sus compañeras”.
En declaraciones al canal local Elonce TV, el comisario Matías Dominici, jefe de la Comisaría 15, dijo que «se determinó la muerte dudosa por la forma en que fue encontrado el cuerpo». Fue derivado a la morgue de Oro Verde para la realización de la autopsia.
Desde el Área Provincial de Políticas de Identidad de Género y Diversidad Sexual de la Subsecretaría de Derechos Humanos de Entre Ríos, informaron a Presentes: “Jésica vivía en Paraná, donde tenía muchas compañeras, pero era oriunda de Santa Elena. Por eso, tenemos que coordinar el traslado y nos pusimos a disposición como provincia”.
Poco después del hallazgo del cuerpo de Jesica, Alejandra Elcura, coordinadora del Área provincial mencionada, señaló: “Lo primero que hicimos fue ponernos en contacto con el fiscal que tomó la causa. Por protocolo, no tendremos mayores datos hasta que no estén los resultados de la autopsia. Pero la Fiscalía está trabajando arduamente para esclarecer el hecho. Según el informe que nos brindó el fiscal, aparentemente no existen signos de violencia en el cuerpo. Hay que esperar los resultados de la autopsia para esclarecer los motivos del deceso. Ahora estamos haciendo el trabajo de acompañar a las compañeras y amigas de Jésica, y a sus familiares para asegurarnos que puedan llegar desde Santa Elena a Paraná”.
Entre Ríos, sin cupo laboral trans
«La muerte de Jésica es una triste noticia para Paraná. Es también uno de los hechos por los cuales presentamos el proyecto de ley de inclusión laboral trans en la provincia”, manifestó, a su vez, Alejandra Elcura.
“Creemos que la iniciativa es importante porque los hechos cada vez nos demuestran más que la expectativa de vida de las chicas trans no supera los 35 años. Jésica tenía 33 y ejercía la prostitución, que es lo que las chicas trans hacen habitualmente porque no tienen otra salida laboral. Por eso es fundamental lo que estamos impulsando», redondeó.
El proyecto de ley, de autoría de la diputada provincial Emilce Pross (Frente para la Victoria), fue presentado a fines de 2018 y en diciembre obtuvo dictamen favorable. Plantea, entre otras cosas, “promover y garantizar derechos en el ámbito laboral para las personas travestis, transexuales y transgénero”.
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