#DianaSacayán: "Diana lo dio todo por su familia y su comunidad"
Hoy fue la segunda audiencia del juicio oral y público por el travesticidio de Diana Sacayán, asesinada en octubre de 2015. Al igual que el lunes pasado, hubo dos instancias paralelas: una afuera del Palacio de Tribunales de la Ciudad de Buenos Aires, donde activistas de la diversidad, artistas y gente suelta acompañó a la familia y le puso el cuerpo al juicio desde las 9 de la mañana, y otra adentro, donde se desarrolló la audiencia que arrancó pasadas la once y terminó a las cinco de la tarde.
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Por Ana Fornaro y María Eugenia Ludueña _Fotos: Ariel Gutraich [Crónica en progresión] Hoy fue la segunda audiencia del juicio oral y público por el travesticidio de Diana Sacayán, asesinada en octubre de 2015. Al igual que el lunes pasado, hubo dos instancias paralelas: una afuera del Palacio de Tribunales de la Ciudad de Buenos Aires, donde activistas de la diversidad, artistas y gente suelta acompañó a la familia y le puso el cuerpo al juicio desde las 9 de la mañana. Y otra adentro, donde se desarrolló la audiencia que arrancó pasadas la once y terminó minutos antes de las cinco de la tarde.
Desde el comienzo se sabía que iba a ser una jornada larga y crucial: de los 13 testigos previstos, declararon 10, entre ellos el hermano de Diana, Sasha Sacayán, activista y actual coordinador de la organización Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (M.A.L), uno de los tantos legados de Diana.[AHORA] #Argentina Estamos frente a Tribunales esperando la segunda audiencia del juicio por el travesticidio de Diana Sacayán. #JusticiaPorDiana #FueUnTravesticidio pic.twitter.com/4cyrJdJTud
— Agencia Presentes (@PresentesLGBT) March 19, 2018
Además del Tribunal Oral en lo Criminal Nro. 4 –integrado por Adolfo Calvete, Ivana Bloch y Julio Cesar Báez- en la sala estaba el representante del Ministerio Público Fiscal, Ariel Yapur; representantes del Instituto Argentino contra la Discriminación (INADI), con la querella encabezada por Juan Kassargian, abogado del organismo donde Diana trabajaba; y Luciana Sánchez, abogada de la familia Sacayán.[AHORA] #Argentina #JusticiaPorDiana Con radio abierta y música, sigue la vigilia frente a los tribunales de la Ciudad de Buenos Aires. #FueUnTravesticidio pic.twitter.com/oETHGfMBZV
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El acusado no quiso declarar
Marino entró con la cabeza baja, vestido de jean y zapatillas de marca, con una campera de lana color crema. Se sentó junto a sus abogados y mantuvo los ojos entrecerrados, con la misma expresión indefinida de la audiencia pasada. Mientras se tomaba de las manos, nervioso, lxs familiares de Diana lo miraban fijo desde sus asientos.“Diana lo dio todo por su familia y comunidad”
“Me gustaría contar quién era Diana y cuál fue su militancia”, dijo Sasha después de presentarse. Su declaración, que respondía a las preguntas de la abogada Sánchez, fue la más larga de todas, y duró una hora y media. Empezó por el origen de su familia: 17 hijxs de una madre migrante de Tucumán, instaladxs en Laferrere, conurbano bonaerense, viviendo en condiciones de precariedad y mucho sacrificio. Desde muy joven Diana estableció vínculos con sus vecinxs, transformó en comunidad su barrio, ayudó a sus compañeras travestis y trans, todas en situación de prostitución, como ella lo estuvo tanto tiempo. “Era muy cariñosa con todos nosotros y fue una referente para las compañeras travestis. Lo dio todo por su familia y su comunidad. Su primera batalla ganada fue lograr la derogación del Código de Faltas de la provincia de Buenos Aires que prohibía las identidades travestis. Se enfrentó muchas veces a la policía y fue perseguida. Hizo unas 23 denuncias a policías por los vínculos que tenían con la explotación sexual. El último tiempo había pedido protección porque había sido agredida. No se la dieron”.El primer policía en la escena del crimen
Tras su declaración, se hizo una breve pausa y pasaron a declarar los nueve testigos restantes. La audiencia siguió con el testimonio de Martín Ariel Maldonado, que hoy es subcomisario y al momento del crimen era jefe de Judiciales de la comisaría 38 de Ciudad de Buenos Aires. Maldonado aportó un testimonio acerca de la escena del crimen. «El móvil (policial) tomó intervención ante el conocimiento de un hecho de sangre y los jefes dan una mano en el lugar. Así me acerqué al departamento. Observé la escena para poner en conocimiento al juzgado?». – ¿Con qué se encontró?- le preguntó el fiscal Yapur. «La puerta del departamento estaba semiabierta. Era un departamento normal, pero la habitación estaba como toda desarmada. No se podía entrar, pero se alcanzaba a ver un colchón, que ocupaba casi toda la habitación, y debajo de él, un cuerpo, aunque no se lo veía entero. Había manchas de sangre en el piso y las paredes», contó Maldonado. Recordó que entró al departamento con su colega del móvil y que detrás de ellos, a su turno y sucesivamente, fueron llegando la fiscalía y las divisiones de criminalística, el servicio de rastros, el personal de laboratorio, los médicos forenses. Contó que en el living habia una computadora PC y estaba encendida, «con chats abiertos».“Su falta fue de mucho impacto para la comunidad LGBT”
P. le alquilaba a Diana el departamento sobre la calle Rivadavia donde la mataron. Y fue también quien recibió un llamado del encargado del edificio diciéndole que hacia unos días no veía a Diana y había notado que la puerta del departamento estaba sin cerrar, con el marco apoyado. P. le describió al tribunal como aquel día, fue quien empujó la puerta de entrada y encontró un gran revuelo en la casa, «muchas cosas rotas». La puerta del dormitorio estaba cerrada. «Golpeé, abrí, era una caos. Un colchón ocupaba todo y parecía estar tapando algo abajo. Los muebles estaban corridos de lugar, desquiciados. La parrilla de la cama estaba contra la pared. Había manchas de sangre y vidrios rotos por todos lados. Era como que habían hecho una montaña de cosas». Al acercarse al colchoń, contó que llegó a distinguir los pies. Entonces decidió salir y llamar al 911. Recordó también que golpeó la puerta de nos vecinos y que le negaron el uso del teléfono. También habló de la militancia de Diana: si al fin y al cabo, las calles y las plazas y las marchas eran sus lugares de encuentro, lo que lxs unía y donde se habían conocido, mucho más allá de la relación que tenían por el alquiler, que Diana pagaba «cuando podía, pero nunca fue un problema». P. también contó que Diana había hecho arreglos de electricidad y pintura en el departamento. P. sabía que Diana había sufrido ataques previos. «La encontré un día en Constitución, bajando de un patrullero. La habían llevado mientras esperaba el colectivo para ir al tratamiento de la Ley de Cupo laboral trans. Diana me dio la bandera de M.A.L. El año anterior había tenido situaciones de violencia con la policía». Su testimonio destacó el rol de Diana como defensora de derechos humanos: «Tras su muerte me sentí en shock durante un año. Su falta fue de mucho impacto para la comunidad LGBT. Nos falta su lucidez política, su forma concreta de buscar objetivos.Y ahora decimos: Llámame cuando llegues a casa, por temor, porque seguimos viendo estos crímenes de odio que aterrorizan».El vigilador del edificio
Leonardo Gabriel Vázquez, el siguiente testigo, hacía vigilancia en el edificio donde vivía Diana. Contó que vio a Diana por última vez el sábado 11 de octubre, cuando Diana bajó a abrirle la puerta a dos hombres, a las 20:30 y a las 22:30 hs, pero que jamás los vio salir. Vázquez señaló que uno de esos hombres, el último en llegar, fue “el señor”, dijo, en referencia al acusado sentado a pocos metros, Gabriel David Marino. “Vestía prolijo, lo había visto un par de veces antes. Diana saludó al señor con un beso en la boca”.El vecino de abajo
Mariano Gabriel Martínez conocía a Diana “de los pasillos del edificio. Vivía en el piso de abajo, justo debajo de su departamento”. En su declaración, el quinto testigo del día contó que en la madrugada del sábado al domingo, estaba durmiendo cuando “un golpe fuerte y seco lo despertó. Miré la hora en el conversor de la tele: eran las 3”. El vecino de abajo contó que a la mañana siguiente, “le pregunté a Gabi, el vigilador, si él había oído algo, pero me dijo que no”. La detención de Marino El comisario Ricardo Juri, jefe de operativos de la División de Homicidios de la Policía Federal al momento del crimen, contó cómo se fue consolidando la pista que condujo a identificar a Marino, junto con la fiscalía de Di Lello. Para los investigadores, dijo el testigo, la identificación del acusado fue perfilándose a partir de los testimonios que señalaron su relación con Diana. Aunque el circulo de Diana lo conocía con otro nombre diferente al real. Por eso “en las declaraciones no surgía el nombre David”. Hasta que a través de los registros de las cámaras de la zona (donde aparecen dos hombres saliendo del departamento), escuchas telefónicas, análisis de perfiles de Facebook, cruces de llamadas y datos del Cenareso (Hospital Nacional en Red especializado en Salud Mental y Adicciones, donde Diana y Marino se conocieron) donde se pudo dar con él. Lxs testigxs siguientes fueron una pareja que presenció, a pedido de la policía, el operativo de detención de Marino y el allanamiento a su casa en Ituzaingó, de donde los investigadores se llevaron el cepillo de dientes, una campera y un sweater.Los testigos que pasaban por ahí
Denis Rivero y Jean Paul Delacroix iban caminando cerca de Plaza Flores, cuando la policía los paró para ser testigos del procedimiento por homicidio en el departamento de Diana. Los amigos ayer dieron dos testimonios muy contundentes al tribunal. “Ni bien entré, vi desorden. La puerta estaba rota del lado de adentro. En el living, había un cuchillo ensangrentado en la apunta, abajo de una mesa. Era un cuchillo grande, como de cocina, una cuchilla. También había una cartera revuelta en la mesa, cosas tiradas en el piso. Pero recuerdo especialmente el cuchillo: son cosas que no se olvidan. En el dormitorio estaba el sommier tirado, las paredes manchadas de sangre. Levantaron y encontraron el cuerpo. Estaba atado de pies y manos, rodeado de sangre. Tenía por lo menos cinco heridas muy evidentes a primera vista, entre ellas, una puñalada arriba del ombligo”, dijo uno de ellos. También recordaron que ese día, la policía recogió varios preservativos usados en el baño y la basura de la cocina. Con estas declaraciones cerró, cerca de las cinco de la tarde, una audiencia larga y con testimonios coincidentes. La próxima será el lunes 26 de marzo, cuando se espera otra larga lista de testigxs: trece personas. Mientras tanto, afuera en la plaza frente a Tribunales el activismo siguió firme toda la tarde y convoca a acompañar el pedido de Justicia para el próximo 26 de marzo, en la tercera audiencia del juicio.[AHORA] #JusticiaPorDiana Gabriela Mansilla es la mamá de Luana, la primera niña trans en obtener su DNI, y activista por los derechos de las infancias trans en #Argentina #FueUnTravesticidio pic.twitter.com/ZNQ238Qxzx
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]]>#Argentina Terminó la segunda audiencia del juicio por el travesticidio de #DianaSacayan. Hoy declararon diez testigos: su hermano Say, vecinxs y policías que participaron de la investigación. En un rato, la crónica en nuestro portal https://t.co/uLclizZKOx #JusticiaPorDiana pic.twitter.com/hFSgVXl5IT
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