En la India las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo son ilegales. Así lo dice el artículo 377 del Código Penal que ahora el Tribunal Supremo de Justicia anunció que va a revisar y que podría poner fin a la represión y persecución que pesa sobre el colectivo LGBT en este país. El impulsor de esto es un príncipe llamado Manvendra Singh Gohil, el primer y único miembro de la realeza india que asumió su homosexualidad públicamente.
En 2006, por una filtración periodística, Gohil asumió públicamente su orientación sexual y fue desheredado por sus padres. Heredero del trono del antiguo reino de Rajpipla, integrado al estado indio de Gujarat, hasta ese momento había ocultado socialmente su orientación sexual. Incluso se había casado, aunque un año después se divorció. Sus padres –que sí sabían- le habían prohibido decirlo. Pero al filtrarse la información y él asumirlo, lo desheredaron por haber “humillado a la familia”. Su homosexualidad estuvo entonces en todas las tapas de los diarios y a partir de ese momento se convirtió en un activista LGBT.
Parte de su activismo público estuvo dedicado a batallar contra el artículo 377 del código penal indio. Esta disposición promulgada durante la colonia británica, perdura a pesar de que fue declarada inconstitucional. Y aunque se supone que es el Parlamento el que debe modificarlo, los primeros días de enero el Tribunal Supremo anunció que revisará el artículo. “Levantar este precepto alentará a más personas a salir del armario y a vivir sus vidas libremente. Pero puede también significar que habrá más personas que necesitarán apoyo”, defendió el heredero.
Un palacio convertido en refugio
El “Príncipe Rosa” –tal como lo apodaron cuando dio a conocer su orientación sexual en 2006- fundó Lakshya Trust, una organización que ayuda a personas LGBT dándoles asilo y apoyo.
“La gente aún se enfrenta a mucha presión por parte de sus familias cuando salen del armario. Son forzados a casarse, o expulsados de sus hogares. A menudo no tienen dónde ir ni tienen medios para apoyarse a ellos mismos […] No voy a tener hijos, así que pensé: ¿Por qué no usar este espacio para un buen propósito?”, explicó Gohil en una entrevista a la agencia Reuters.
Para ese fin, Gohil está ampliando y reformando su residencia –heredada de su familia, de 6 hectáreas de superficie- para convertirla en un gran refugio con habitaciones, un lugar de atención médica, y un centro educativo que dicte clases de inglés y oficios. “Quiero darles a las personas empoderamiento social y financiero. Tendrán su propio sistema de seguridad social. No tendrá importancia si son desheredados, como ahora. Ya que en la India te vuelves un paria social si te desheredan, porque las personas dependen financieramente de sus padres”.