Karen Ovando: “Todavía es muy vulnerable la situación del colectivo en nuestro país”

Conductora de radio y televisión, popular entre el público joven, rockera, lesbiana y activista, dice que en los medios de Paraguay hay muchas personas LGTBI pero que no lo asumen públicamente y hasta militan contra los derechos del colectivo.

Foto Apertura: Gentileza de Urbana 106.9 Karen Ovando lleva más de una década trabajando en los medios de Paraguay. Comenzó en la radio y luego llegó a la televisión. Y a medida que creció en su profesión, también lo hizo en su compromiso y activismo LGTBI, cuando se dio cuenta de que salir del clóset públicamente era importante para muchos jóvenes que la siguen y para visibilizar a un colectivo que aún sigue siendo muy vulnerable. Vive en Asunción con su esposa, Leda Sostoa, una reconocida ilustradora, diseñadora y aprendiz de tatuaje. El año pasado se casaron en la Argentina, ya que en Paraguay no hay Matrimonio Igualitario. “Antes de conocer a mi esposa estaba decidida a involucrarme más en movimientos feministas y LGTB y conocerla a ella fue fundamental porque aprendí y aprendo muchísimo”, dice. Nacida en una familia sencilla de clase media-baja, trabaja en la radio desde los 19 años. Empezó como un hobbie, atraída más que nada por su amor a la música, en la radio “Azul y oro” de la ciudad de Luque, donde vivía. Allí se dio cuenta de que le encantaba hacer radio y entonces se lo tomó en serio e ingresó en la escuela de locución. Estuvo en esa radio y también en Rock & Pop Paraguay hasta el 2015 y condujo un ciclo de “Cromática Rock”, un programa de rock local que va por TV pública Paraguay. El año pasado hizo un bloque de música con voz en off en el noticiero nocturno de canal 13 RPC y en 2017 retomó la radio en Radio Urbana con un programa que va sábados y domingos de 13 a 16. -¿Cómo fue tu salida del clóset? -No tuve una salida del clóset de esas que vemos en las películas, que sentás a tus padres para decirles que sos gay. Mi mamá se dio cuenta y me habló cuando yo tenía 15 años. Todo bien, seguía siendo su hija y me seguía amando. Me pidió que me cuide de la gente, ella sabía que no iba a ser fácil y tuvo temor. Me dijo que siempre iba a estar para mí. Mi papá falleció cuando tenía 18 y no llegamos a hablarlo. Con mis hermanos tampoco hubo problemas y la mayoría de mis familiares supongo que fueron dándose cuenta con el tiempo o con los chismes. A mis amigos nunca les escondí nada tampoco. Lo mismo pasó cuando empecé a trabajar, no soy de hablar mucho de mi vida personal, entonces poco y nada me preguntaban. Hubo pocos casos en los que tuve que hacerme la desentendida para evitar conflictos. A medida que me acercaba a mis 30 se me hacía más necesaria la salida pública del closet y aumentaban mis ganas de militancia. En mis programas de radio y espacios siempre me mostré a favor pero sabía que decir “Soy lesbiana y esta es mi pareja” cambiaría muchas cosas para la comunidad LGTBI, especialmente para mis seguidores. El apoyo de la familia, los amigos y la gente cercana a una es fundamental. A nosotras nuestras familias nos mostraron apoyo siempre. A pesar que muchas veces sintieron temor por lo que nos pueda pasar siempre estuvieron con nosotras y eso hizo que todo nos sea mucho más fácil. -¿Cuál crees que es tu principal aporte desde tu lugar para otras personas LGBTI que tal vez no hayan salido del clóset? -Ser lesbiana en Paraguay es que te sigan negando la entrada a algunos lugares públicos como shoppings o boliches, especialmente si sos una lesbiana que no responde a las normas y códigos de belleza establecidos por la sociedad. Mi principal aporte es la visibilidad, si bien nunca escondí mi orientación sexual a la gente de mi entorno familiar o incluso laboral, asumirlo públicamente tiene otro impacto. La gente quiere verse representada en otros: al ver a más personas asumiéndose públicamente, se sienten más confiadxs, menos solxs y con un poco más de esperanza en que las cosas vayan cambiando. Prácticamente desde que empecé a hacer radio tuve oyentes LGTBI que fuera del aire me llamaban o escribían para contar sus problemas. Muchos de ellos me escribieron para agradecernos por animarnos a salir del clóset y anunciar nuestro casamiento en un país tan intolerante como el nuestro. En mi entorno sufrí muy poca discriminación, más que nada vienen de las redes sociales las agresiones hacia mi persona y hacia mi pareja casi siempre es de parte de desconocidos, a veces gente que me escucha en radio o gente a la que conozco muy poco. Pero hablando con amigos o más gente sabemos que esa no es la realidad para todxs. Yo fui muy afortunada y lo digo siempre. Lo que sí creo también es que al ser una figura asumida públicamente es casi nulo el apoyo de las empresas o marcas hacia mis programas de radio. -¿Cómo ves la situación de las personas LGBT en Paraguay? -A pesar de que hay un poco más de apertura con el tema creo que todavía es bastante vulnerable la situación del colectivo en nuestro país. Hay un montón de chicos y chicas que siguen siendo expulsados de sus hogares o son forzados a esconder su identidad. En asunción se ve un poco más de apertura en el tema y desde mi punto de vista mucho ayudan las redes sociales pero esa no es la misma realidad que viven los jóvenes de otras ciudades y peor aun los que viven en el interior del país. Si en la capital apenas nos enteramos de casos de violencia hacia personas LGTBI porque pocos se animan a denunciar te imaginas lo que pasan las personas que viven más lejos y con menos acceso. ¿Hay un recrudecimiento de las violencias hacia el colectivo LGBTI? -Sí. Con el avance de la visibilidad y aceptación en ciertos grupos los sectores conservadores se reorganizaron y empezaron a ejercer presión mediante campañas y grupos de poder. Varios políticos tienen como discurso de campaña “defender la familia tradicional” y estar en contra de la mal llamada “ideología de género”, esa misma que esos sectores instalaron como una especie de chivo expiatorio o cuco al que hay que temerle y evitar que destruya la familia, se lleve a los niños y los convierta en homosexuales. Lamentablemente muchos medios de comunicación le dan mucho espacio a estos sectores que viven promoviendo intolerancia atacándonos y desinformando. -Te casaste en Argentina ¿ves el matrimonio igualitario en un futuro cercano en Paraguay? -Sí. Nos casamos en Ramos Mejía en el registro civil de La Matanza con mucho apoyo de mi mejor amiga y su familia que viven ahí y solemos visitar, nos facilitaron un montón de cosas. Ojalá me equivoque, pero no lo veo muy cercano. A pesar de que poco a poco vemos más personas públicas que se muestran a favor, incluso políticos. Este es un país mayoritariamente católico y conservador pero también bastante hipócrita. Por dar un ejemplo, acá hay varias figuras en la tele y otros medios que se sabe o se nota mucho que son homosexuales, pero por intereses personales niegan su propia identidad y militan en contra de los derechos LGTBI. De todas maneras, no pierdo esperanzas. Seguiremos luchando por nuestros derechos.   Su programa Urbana up va los sábados y domingos de 13 a 16 en Radio Urbana.]]>

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