Por Paula Bistagnino Foto: «LLegará la noche», largometraje sobre la vida del poeta pampeano Juan José Sena A lo largo de cinco días y en cuatro sedes de la Ciudad de Buenos Aires, la cuarta edición del Asterisco Festival Internacional de Cine LGBTIQ proyectará 115 películas, documentales, cortometrajes y work in progress con un objetivo: poner la mirada sobre la diversidad sexual, celebrar las múltiples maneras de ser, amar y de estar en el mundo; de relacionarse y formar familias, de convivir en equidad y respeto por las diferencias. Así lo explica el nuevo director del Festival, Diego Trerotola: “Pero además de esa diversidad, la de crear y contar los mundos LGBTIQ, buscamos que la mirada sobre esos mundos no sea la de siempre, sino que se salga de lo establecido para contar la diversidad sexual y de género. Una mirada diversa sobre la diversidad”, juega con las palabras quien ahora está al frente en lugar de Albertina Carri, aunque es más un cambio de rótulos que de roles, porque los dos trabajaron y trabajan de manera muy horizontal en una tríada creadora y directiva que se completa con Fernando Martín Peña; antes y ahora.

“Queremos una diversidad aberrante”

La propuesta de Asterisco trae todavía una vuelta más. “Como un festival de cine es su programación y lo que más queremos es que el cine nos interpele desde el cine, también tenemos en la programación producciones y trabajos que no son sobre o desde lo LGBT, sino que nos cuestionan desde otros lugares”, dice Trerotola. Y destaca, entre los acontecimientos de esta edición, una retrospectiva del trabajo de la cineasta argentina Viktoria Martin, que hace cine abstracto y experimental no necesariamente enfocada en la diversidad sexual. También hay una sección de cine porno en la línea del “posporno” –feminista, con mirada de género, no industrial-, que no es algo que se vea tanto en festivales y, por supuesto, no es nunca el que recibe apoyo comercial o institucional. “Queremos también romper con un modelo de festivales LGBTIQ que resultan muy asfixiantes porque trabajan con un modelo de diversidad sexual: muestran el cómo se debe ser gay, lesbiana o trans. Y nosotros somos un festival anarquista: queremos que no haya modelos, queremos demarcarnos de las disciplinas y las reglas. Queremos una diversidad aberrante”, define.

Invitadxs y secciones

Una de las visitas internacionales destacadas de este año es el pionero francés del cine queer Lionel Soukaz, que además de integrar el Jurado de la Competencia Argentina de Largometrajes presentará una retrospectiva de su obra. También habrá un foco dedicado al joven actor y realizador alemán Axel Ranisch, que hizo su primer corto en 2002 y hasta 2009 filmó ochenta cortos -en los que suele participar como actor, guionista, compositor o editor- y ha trabajado con convictos en las cárceles y en seminarios antirracistas. En cuanto a acontecimientos más locales, habrá una sección en la que el protagonista será el periodista Enrique Raab, desaparecido en 1977 junto con su novio, y considerado un pionero queer. La selección de películas en homenaje a él incluye Una mariposa en la noche, de Armando Bo (1977), La morocha, de Ralph Pappier (1958), y La tregua, de Sergio Renán (1974), entre otras. La sección vertebral del Festival, titulada “La piel que habito”, incluye cine japonés, austríaco, mexicano, chilero, uruguayo, holandés y alemán canadiense. La joya es Eastern Boys, un largometraje francés de 2013 del realizador Robin Campillo, quien sorprendió este año en Cannes y en la que actúa el argentino Nahuel Pérez Biscayart. Además, como en cada edición, la fiesta continuará fuera de las salas de cine con shows musicales, exposiciones, performances y una gran fiesta de cierre en Casa Brandon.

Más y mejor #CineLGBT en la Argentina

En las dos primeras ediciones del Festival, a los directivos y programadores les resultó difícil encontrar una película argentina para la competencia de largometrajes que representara ese cine que buscan, diverso y rupturista. Pero el año pasado, eso cambió: “En 2016 tuvimos tantas buenas propuestas nacionales que terminamos por abrir una competencia sólo argentina. Fue genial, pero la verdad es que pensábamos que era una casualidad que eso hubiera pasado. Y volvimos a sorprendernos ahora en 2017: volvió a pasar lo mismo, lo que nos confirma que se está produciendo más y mejor», dice Trerotola. Entre las siete películas argentinas en competencia, hay seis de género documental. Y eso también es una tendencia destacable. Sobre todo porque no son piezas con el formato clásico del género con entrevistas directas, sino que tienen el estilo del “reality show” televisivo: la cámara se mete en la intimidad de la historia y muestra a sus protagonistas. «Pero lo interesante es que a diferencia del reality, lo que se está gestando es un “contrareality”, porque no buscan el morbo de la identidad sino su retrato: no se trata de la cámara que vigila sino de una cámara que participa y genera una intimidad que lo que hace es dar voz política y no hacer de la intimidad un show”. Para el director este es un cine de vanguardia: “Si tenemos cine LGBTIQ de vanguardia no es una casualidad. Esto pasa porque antes tuvimos dos leyes de vanguardia: la Ley de Matrimonio Igualitario y la Ley de Identidad de Género”.

Las cuatro sedes en donde se desarrollará el Festival son:

Malba Cine (Av. Figueroa Alcorta 3415) / Entrada: 60 pesos Cine.ar Gaumont (Av. Rivadavia 1635) / Entrada: 30 pesos ENERC (Moreno 1199) / Entrada gratuita Universidad del Cine (Pasaje Giuffra 330) / Entrada gratuita Bajá la programación, acá: bit.ly/2yNm8XW]]>