El Gobierno paraguayo prohibió esta semana la difusión de contenidos relacionados con “la teoría y/o la ideología de género” en los centros educativos públicos de todo el país. Organizaciones de derechos humanos y LGTBI dicen que la medida es un “retroceso” educativo y de derechos humanos. Se enmarca en una “embestida” de los fundamentalistas religiosos a nivel regional.  Por María Sanz, desde Asunción Imagen: Twitter Una resolución del Ministerio de Educación y Ciencias de Paraguay (MEC) prohibió este martes la difusión en escuelas de materiales que se refieran a “teoría y/o ideología de género”. El MEC pidió además la supervisión de todos los materiales educativos con referencias al género, en el plazo de 60 días. La resolución del MEC se difundió el el martes, pero fue suscrita el 5 de octubre, después de una audiencia pública en el Congreso paraguayo sobre la supuesta difusión de conceptos sobre «género» en las escuelas. En la audiencia, el ministro de Educación, Enrique Riera, aseguró que la Constitución paraguaya habla del matrimonio entre varón y mujer, y de los valores tradicionales de la familia. Y se ofreció a quemar los materiales sobre “ideología de género”. Ese día, en el exterior del Congreso, miles de personas se manifestaron contra lo que llaman “ideología de género”, y a favor de la familia compuesta por varón y mujer.

«Borrar la educación para la igualdad es promover la violencia»

Organizaciones como Amnistía Internacional (AI) calificaron la resolución del MEC de “grave retroceso” en derechos humanos. Recuerdan además que la decisión contradice obligaciones internacionales del Estado paraguayo en materia de no discriminación. “Las mujeres, y las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersex (LGBTI), sufren discriminación y violencia permanente por prejuicios y estereotipos que se mantienen en nuestras sociedades. Borrar la educación para la igualdad de la malla curricular es promover esa violencia y discriminación desde el Estado, con gravísimas consecuencias, dijo en un comunicado Erika Guevara Rosas, directora para América de Amnistía Internacional. La sección paraguaya del Servicio Paz y Justicia de Paraguay (Serpaj-Py), también rechazó esta medida. “La resolución puede establecer un inquietante precedente en cuanto prácticamente criminaliza un modo de pensar la realidad social”, expresó en un comunicado. El audio de whatsapp que desató la polémica La polémica sobre la enseñanza de cuestiones sobre género en los colegios comenzó con un mensaje de whatsapp. A mediados de septiembre, en un audio anónimo -cuyo origen nunca se verificó- una supuesta docente se lamentaba: “La palabra género ahora se desvinculó de la palabra sexo. El género no determina el sexo. El género se construye. Y esa ideología ya entró en los programas de tercer ciclo. Ya entró, fuertísimo, que el género ya no es más varón-mujer”. En otro mensaje de audio, la misma mujer dio ejemplos de cómo esas ideas se expresan en el programa educativo: “Por ejemplo por el Día del Folclore, si un varoncito les dice: ‘profe yo quiero bailar con pollera, yo me quiero vestir de mujer paraguaya’, hay que dejarle, no se le tiene que atajar”. Los audios no pasaron inadvertidos para las organizaciones ultraconservadoras y los grupos fundamentalistas religiosos. El Movimiento por la vida y la familia denunció los contenidos de algunos libros de texto. Referencias a la identidad sexual, a las diferentes orientaciones sexuales, o preguntas sobre cuál debe ser la actitud frente a la diversidad sexual eran algunos de estos contenidos. Los grupos provida y profamilia estaban escandalizados.

“Embestida fundamentalista” a nivel regional

Elba Núñez, miembro de la representación paraguaya en el Comité de América Latina y el Caribe por la Defensa de los Derechos de las Mujeres (Cladem) considera que tanto la manifestación como la audiencia pública -en la que estuvo presente- fueron una demostración de fuerza de los grupos conservadores. “Esta embestida fundamentalista es una tendencia regional. Hemos tenido ejemplos en Perú o Brasil, donde se ha insertado la enseñanza religiosa en las escuelas. Existe una simbiosis entre los grupos fundamentalistas y los actores estatales. El Estado termina siendo cómplice de un grupo que busca imponer lógicas de intolerancia, atenta contra los derechos humanos e incluso legitima las agresiones”, expresó. Según Núñez, la prohibición del MEC de hablar sobre “género” en las escuelas es un ejemplo de esta simbiosis, que busca acortar la separación entre las iglesias y el Estado. Opinó que esta resolución puede implicar “riesgo para la vida misma” de personas que defiendan los derechos LGTBI y la igualdad de género.

«Un llamado a la impunidad, al odio y a la intolerancia»

“Es un llamado a la impunidad, al odio y a la intolerancia contra todo pensamiento diverso, y en particular contra la diversidad sexual. El Estado da el mensaje de que no va a haber garantías para ejercer derechos sexuales y reproductivos. Se trata de volver a la lógica heteronormativa, con un absoluto grado de riesgo para las personas que asumen su identidad de género o su orientación sexual. Esta lógica disciplinadora puede conllevar riesgos para sus vidas”, alertó Núñez. En la misma semana en la que se discutía sobre ideología de género en el Parlamento, y los grupos ultraconservadores se echaban a las calles, dos mujeres trans fueron apuñaladas en el Gran Asunción. La última de ellas, Sheyla Brítez, fue dada de alta este martes. Su situación económica es precaria, y necesita de apoyo para continuar su recuperación. La otra mujer agredida, de 28 años, continúa hospitalizada, con buen pronóstico.

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 Un “retroceso” educativo

David González es activista de Somos Pytyvohara (“acompañantes”, en guaraní), una red de adolescentes y jóvenes que exige programas de educación integral y políticas públicas sobre sexualidad. Considera se trata de un «retroceso educativo». “Nunca tuvimos educación sobre sexualidad real en las escuelas. Pero se hablaba por lo menos de que existían personas LGTBI: de forma burda, vaga, sin ahondar en lo que eso significa, pero se hablaba. Ahora todos estos contenidos salen de los programas, y vuelve la marginación de personas LGTBI, promovida desde el Estado. Va a repercutir negativamente en niños, niñas y adolescentes gays, lesbianas o bisexuales. Y especialmente en niños, niñas y adolescentes trans, que ya eran excluidas y marginadas”, declaró a Presentes. El activista cree que la resolución del MEC obedece a la presión por parte de grupos conservadores con un fuerte mensaje de odio contra la comunidad LGTBI. “Los grupos políticos buscan quedar bien con estos grupos fundamentalistas, con fines electoralistas”, afirmó. Paraguay vive en estos momentos la precampaña electoral de cara a las internas de cada partido. De ellas saldrán los y las candidatas a la presidencia y a bancadas en el Congreso.

Las personas LGTBI : un tabú en las campañas políticas

González insiste en que hasta ahora no hay propuestas políticas concretas dirigidas a las personas LGTBI en Paraguay por parte de los partidos mayoritarios. Sin embargo, la oposición a las personas LGTBI se utiliza para captar los votos del sector fundamentalista. Un ejemplo de ello es el del candidato a diputado por el gobernante Partido Colorado Tobías Wiens -cuyo lema de campaña es el clásico eslogan fascista de “Dios, Patria y Familia”. Wiens se declaró esta semana en contra de las organizaciones LGTBI, y a favor de la familia “en su concepto original”. En julio, ya había dado a conocer su postura transfóbica con un vídeo de su perfil de Facebook. “Si tenés un pene y querés entrar al baño de las mujeres, a mí no me importa qué tan mujer te sentís: estás entrando por la puerta equivocada, y no voy a dejar a mi mujer o a mi hija ahí con un desequilibrado mental”, decía en la grabación. La pasada semana cuestionó la posible candidatura al Congreso de la activista trans Yren Rotela, por el movimiento Kuña Pyrenda (“plataforma de las mujeres”, en guaraní). Wiens declaró en medios de comunicación que Rotela “nació hombre” y si llegara a obtener una bancada, estaría sacando el lugar a las “verdaderas mujeres”. Los medios más amarillistas de Paraguay también polemizaron con la candidatura de Rotela. El periódico Popular le dedicó su portada, con un titular que decía “Partido de mujeres propone como candidata a ex arriero”. “Los sectores conservadores son las bases electorales de grupos y partidos políticos tradicionales, como el Partido Colorado, y gran parte del Partido Liberal. Y el tema LGBTI es un aspecto que siempre está en juego, porque estos grupos colocan el temor como fundamento principal. El miedo a lo que no se conoce se expande en una sociedad con escasa formación y con escaso debate a profundidad. Y así hay resultados como la resolución del MEC”, declaró a Presentes la activista feminista Lilian Soto. En las elecciones de 2013, Soto fue candidata a la Presidencia de Paraguay por el partido Kuña Pyrenda. Entonces comprobó cómo las personas LGTBI concentran las fobias de los sectores conservadores de Paraguay. “Podíamos tener un programa con 150 políticas públicas, pero el debate se iba a centrar en cuestiones como el aborto o el matrimonio igualitario, porque son las que más temor causan en las personas que no están dentro de un debate sobre derechos”, afirmó. Frente a esta ofensiva fundamentalista, Soto afirmó que las personas comprometidas con los derechos humanos seguirán reafirmando su compromiso con los derechos LGTBI. “Estamos suficientemente firmes en sostener nuestro compromiso con los derechos de diferentes colectivos a través de las candidaturas políticas, tengan o no apoyos mayoritarios. Tenemos un compromiso con los grupos que históricamente fueron excluidos”, aseguró.  ]]>