Policías torturaron a joven trans: sigue detenida
La organización Panambí denunció a policías de Asunción por “torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes” a una joven trans de 23 años. Lleva una semana detenida y dice que la acusan de manera arbitraria. La presentación se hizo ante la Fiscalía de Derechos Humanos de Asunción y el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP).

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La organización Panambí denunció a policías de Asunción por “torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes” a una joven trans de 23 años. Lleva una semana detenida y dice que la acusan de manera arbitraria. La presentación se hizo ante la Fiscalía de Derechos Humanos de Asunción y el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP). Por María Sanz, desde Asunción Fotos: archivo Presentes: Insfrán Pérez/Gutraich En la madrugada del 29 de agosto una mujer trans de 23 años fue detenida por policías en una “zona roja” de Asunción” y acusada de manera arbitraria. La organización Panambí denunció que la llevaron a la comisaría 15, donde la torturaron a golpes. Ya radicó una denuncia por torturas y tratos crueles, inhumanos y degradantes ante la Fiscalía de Derechos Humanos de Asunción. Elevó el caso a la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio del Interior. Y también al Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP). Se trata del ente estatal que controla el trato que reciben las personas bajo custodia del Estado. Mientras tanto, la joven lleva una semana privada de su libertad. Discriminada del mercado laboral por su identidad de género, ejerce el trabajo sexual en una zona cercana a la Terminal de Ómnibus de Asunción, una de las áreas consideradas como “zonas rojas” en la ciudad. La semana pasada, estaba ahí cuando agentes de policía se le acercaron y la empujaron hasta un vehículo policial. Ella contaría después que ya a bordo del vehículo, los policías comenzaron a golpearla y a agredirla verbalmente, mientras el coche-patrulla daba vueltas por la zona. Le preguntaban por el autor de un supuesto robo ocurrido esa noche, y le dijeron que no la iban a soltar hasta que confesase. Nunca le dijeron por qué la estaban deteniendo, ni adónde la llevaban. Los policías la condujeron a la comisaría 15, cerca de una de las salidas de Asunción, y del límite con los municipios de Lambaré y Fernando de la Mora, en el Gran Asunción. En esa comisaría, los malos tratos y la violencia física y verbal continuaron.
«Le pegaron»
“Le pegaron en el ojo, en el brazo, y por el estómago. Ella es una chica que no tiene mucha fuerza física. Es muy frágil. Sabemos que no iba a resistirse. Fue un abuso en el uso de la fuerza por parte de los policías”, dijo a Presentes Yren Rotela, referente de Panambí, organización que representa a las personas trans en Paraguay, y que acompaña la denuncia por las presuntas torturas. Rotela agregó que la joven también recibió malos tratos verbales, dirigidos específicamente a ofenderle por su identidad de género. “La trataban de “puto”. Le decían: “No tenés vergüenza, sos un puerco, ¿por qué usás cabello largo?, ¿para qué te vestís de mujer?”, la increparon, según dijo Rotela. . Los policías la acusaron de haber asaltado a un joven estudiante de policía para robarle dinero y un teléfono celular. El presunto robo ocurrió la noche del lunes en la zona de la Terminal de Ómnibus. Ella se declaró inocente en todo momento.Denuncian torturas y tratos crueles
Las activistas de Panambí tomaron conocimiento del caso el jueves, y presentaron una denuncia por hechos de tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes ante la Fiscalía de Derechos Humanos de Asunción. También llevaron el caso a la Dirección de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, y al Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP). Las integrantes de Panambí proporcionaron a la joven dos abogadas. Una para la causa por el presunto robo, y otra para dar seguimiento a la denuncia por torturas. La abogada que sigue el procedimiento por la denuncia por torturas, Carlota Rivarola, dijo a Presentes que constató que presentaba hematomas en el ojo, la cara y el brazo. Se produjeron después de que los policías la golpearan “con el puño cerrado”. Sin embargo, no se le hizo ningún examen médico por el maltrato físico recibido. Recién después de la intervención de Panambí y las abogadas, la derivaron a un hospital. “La llevaron primero al Hospital del Trauma en Asunción. Allí comprobaron que había sufrido golpes, aunque no tenía ningún hueso roto. Entonces la derivaron al hospital distrital de Lambaré (Gran Asunción)”, detalló Rivarola.“Con demasiada frecuencia”
Rivarola también dijo que los casos de violencia policial contra las personas trans “ocurren con demasiada frecuencia”. En este, las agresiones se produjeron desde el momento en que abordó el vehículo policial. “Los policías no aprenden a respetar las diferencias. Pensamos que el maltrato habría sido mucho peor si ella hubiese estado sola, si no hubiese tenido apoyo de sus compañeras. Los policías no están preparados, y es frecuente que ocurran estos hechos de violencia por los prejuicios que tienen”, observó la abogada.[LEER MÁS: Paraguay: personas trans duplicaron las denuncias por violencia]
Una semana detenida

