La marcha multitudinaria que tomó las calles de Santiago de Chile sobrepasó las expectativas de los organizadores, que estimaron la participación de cien mil personas. Niñas y niños lideraron las columnas, acompañados por sus familias. “No podemos avanzar en la ley de identidad de género o en el matrimonio igualitario si no incluimos a las infancias». Por Airam Fernández, desde Santiago de Chile Fotos: Josean Rivera   La marcha por el orgullo LGBTI tomó las calles de Santiago en una verdadera fiesta de la diversidad. Y fue algo que se respiró en el aire mucho más allá de lo pintoresco y vibrante que suelen ser estos encuentros. Esta vez, la presencia familiar estuvo muy marcada. Lxs niñxs sobresalieron entre una multitud de disfraces, glitter, maquillaje y perfomance, bajo un sol radiante del “veranito de San Juan”. Gente de todas las edades, familias enteras, madres con bebés recién nacidos en brazos, padres con sus hijxs adolescentes, parejas con mascotas, grupos de jóvenes que bailaban y cantaban al ritmo de los bombos y tambores, chilenxs y extranjerxs. Todxs juntxs marcharon este sábado 1 de julio desde Plaza Italia hasta Plaza Los Héroes, en una marea que sobrepasó por lejos las expectativas que tuvo el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), antes de lanzar la convocatoria: calculan una asistencia de 100 mil personas, Carabineros estima unas 30 mil.

El orgullo de ser tú mismx

“El orgullo de ser tu mismx” fue el lema de la manifestación. Que además celebró los 26 años del movimiento LGBTI en Chile, enfocado en el bienestar de los niñxs. “No podemos avanzar en la ley de identidad de género o en el matrimonio igualitario si no incluimos a los niños. Afortunadamente, hoy en la marcha hay muchísimos y estamos muy felices por eso, porque no había pasado antes, no tan notable como hoy”, dijo a Presentes el vocero del Movilh Joven, Diego Ríos.

Selenna y niñxs a la cabeza de la marcha

Selenna Paz fue una de esas niñas. A sus ocho años, es la más pequeña que registra la historia de la lucha trans en Chile. Junto a sus hermanas, su mamá y otros niñxs trans, encabezó la marcha, alzando un cartel de la fundación que hoy lleva su nombre. Antes era la fundación Transitar. “La niñez transgénero tiene que conocer los orígenes que llevó al movimiento LGBTI a que ellos también pudieran existir. Para nosotros como madres, padres, familia, es importante que los niños empiecen a entenderlo desde muy chicos. Deben saber que hubo una lucha social mucho antes de que ellos existieran. Y que esa lucha les ha dado el espacio que tienen hoy en la sociedad”, dijo la madre de Selenna, Evelyn Silva, mientras caminaba al lado de los niñxs y junto a otros padres con los que comparte experiencia.   [caption id="attachment_4069" align="aligncenter" width="870"] Selenna y su madre, Evelyn Silva. [/caption] [LEER MÁS: Selenna, la niña trans que se convirtió en símbolo de orgullo] Evelyn ha marchado siempre con Selenna, desde que tenía cuatro años, cuando comenzó su transición. Aclaró que antes, cuando era la única niña en esta marchas, la pequeña no tenía ni idea de por qué la traían. Con el tiempo, su percepción ha ido cambiando: “Ahora está más grande, entiende por qué venimos y está feliz, le encanta estar aquí. Es una niña plenamente consciente de que esto es por ella y por todos los que han pasado por lo mismo”.

Hermanxs: «En esta transición aprende él y aprendo yo” 

Con ellos también marcharon niñxs que pisan la adolescencia. Lucas, de 11 años, empezó su transición hace apenas tres meses, guiado por los profesionales de la fundación que creó Evelyn Silva. A la marcha fue acompañado por su hermana Marina, de 19. Fue ella quien lo animó a salir por primera vez en la calle para reclamar igualdad. [caption id="attachment_4070" align="aligncenter" width="896"] Marina y Lucas, hermanxs en la Marcha en Santiago. [/caption]   “Siento que lo único que puedo hacer es apoyarla”, dijo Marina, antes de salir de Plaza Italia. Pero enseguida se corrigió. Miró a Lucas y se sonrieron: “Perdón, apoyarlo. Esto es algo nuevo para toda mi familia. Todavía me cuesta un poco la cuestión de géneros pero él sabe que no lo hago por mal, sino por una cosa de costumbre. Estar aquí me pareció algo positivo y productivo, no solo para él, sino para mi también. Porque en esta transición aprende él y aprendo yo”.

Familias: de padre a hijo

En otro punto de la concentración estuvo Juan Alberto Castro. Él es parte de la comunidad LGBTI, tiene un hijo y quiso que marcharan juntos. Su motivación es criarlo sin prejuicios y con el amor como pilar: “Desde que era más chico le he ido explicando de qué trata todo esto. Primero le pregunté si quería venir, porque nunca voy a obligar a mi hijo a que haga algo que no quiere. Y él de una me dijo que sí. Aquí estamos, felices rodeados de tanta gente”.

En repudio al pastor Soto

Casi al final de la manifestación, un grupo quemó varias máscaras con el rostro del pastor evangélico Javier Soto. Hace unas semanas, Soto protagonizó un escándalo en un programa de televisión, al pisar una bandera gay y referirse a ella como un “trapo de la inmundicia”. No faltaron las consignas gritadas a todo pulmón, los carteles en reclamo por el matrimonio igualitario y por la ley de identidad de género. Otros tantos repudiaban los crímenes de odio, la homofobia y la transfobia. Muchos criticaron a la iglesia, disfrazándose de sacerdotes. La comunidad católica gay marchó adelante, justo detrás de los ninxs de la fundación Selenna.

Con política, partidos y banderas del mundo

Fue una marcha emblemática y multicultural. También un desfile de políticos, con la presencia de los candidatos presidenciales Alejandro Guillier, Alberto Mayol y Beatriz Sánchez. Abundaron las banderas de Colombia, Ecuador y Venezuela. Las embajadas de Estados Unidos, México, Costa Rica, Suecia, Israel, Holanda, Finlandia, Noruega, Guatemala, Suecia, Bélgica y Canadá tuvieron representación oficial. Los diplomáticos, acompañados por sus hijos y familiares, se mezclaron con la multitud.

«Sólo educando con conciencia avanza una sociedad»

Marie-France Russo, consejera política en la embajada de Canadá, expresó a Presentes su asombro y entusiasmo. Más que una celebración por el orgullo gay, dijo se sintió parte de un grito por la igualdad de derechos y la transformación de la educación: “Que esto empiece por los padres y pase a los niños es algo maravilloso. Solo así, educando con conciencia, es como avanza una sociedad”. Montoya: «No somos tan distintos como piensan» En la caravana rodante del Movilh, que guió la marcha por la calzada sur de la Alameda, iban muchos artistas reconocidos. Entre ellos, David Montoya, uno de los youtubers chilenos más famosos, con más de 560 mil suscriptores a sus 22 años. Antes de subirse al camión que armó una fiesta hasta la noche, cuando la marcha finalizó, Montoya contó a Presentes sus razones para estar ahí: “Quienes me ven a mí son casi todos hétero, por eso vine. Me parece que es importante que se informen, conozcan y compartan con personas como nosotros, que al final no somos tan distintos a ellos, como muchos piensan”. Para él, una multitud de ese calibre sí era de esperarse. Lo que no imaginó fue ver a tantas familias, a tantos padres con sus hijxs, comulgando con las principales filosofías de la diversidad sexual: la igualdad, el respeto y el amor libre. ]]>