Paraguay tiene su propio Día Nacional de los Derechos LGBTI. Recuerda una carta/manifiesto que abrió la lucha pública por la diversidad sexual. Fue en plena dictadura y 10 años antes de Stonewall. La Coalición LGTBI se sumó al Orgullo 2017 convocando desde la escalinata Antequera, con música y performances, a la marcha del Orgullo, que será en septiembre. Por María Sanz, desde Asunción Organizaciones de la Coalición LGTBI de Paraguay se reunieron en el Día internacional del Orgullo 2017 en Asunción para convocar a celebrar memorias y resistencias del colectivo en la 14 edición de la Marcha LGBTI. En Paraguay, la jornada central de reivindicación de las organizaciones de la diversidad sexual se celebra el 30 de septiembre, Día Nacional de los Derechos LGBTI. Ayer se hizo un acto en un lugar emblemático, la escalinata Antequera, y se convocó a marchar en septiembre. La fecha del Día de los Derechos LGBTI recuerda que en 1959 -plena dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989)-  se publicó en el diario El País una carta anónima. Se tituló “Carta de un amoral” y fue la primera manifestación pública escrita en favor de los derechos LGBTI de la que se tiene registro en Paraguay. Ocurrió diez años antes de los disturbios de Stonewall, que ayer se recordaron en todo el mundo. En Paraguay, el Orgullo 2017 se recordó desplegando una réplica de esa carta y una bandera con los colores del arco iris en la Escalinata Antequera. El grupo de percusión de Aireana -organización por los derechos de las lesbianas-, La Tatucada, le puso música al encuentro. Y el artista brasilero Stelio Barboza hizo una performance. Recordó la muerta de Bernardo Aranda. Y numeró los peldaños de la escalinata hasta el 108. Carolina Robledo, activista de Aireana, explicó a Presentes que la Coalición LGTBI reconoce el 28 de junio como una reivindicación internacional. Y reconoce que fue en los Estados Unidos donde nació el movimiento moderno por los derechos LGTBI. “Pero las organizaciones paraguayas reconocemos como fecha propia el 30 de septiembre, cuando se recuerda la primera aparición pública, hecha de forma anónima, que defendía a las personas homosexuales, y en la dictadura eran perseguidas por la policía”, explicó. Reproducción de la Carta de un amoral, primera manifestación pública en defensa de los derechos LGTBI registrada en Paraguay.   “Nosotros seguimos una vocación que es tan antigua como la propia humanidad, y en este siglo de consagración de todos los derechos humanos, nadie puede negarnos el derecho de hacer de nosotros mismos, de nuestro continente físico, lo que queremos, sin incomodar a los otros que no quieran hacer lo mismo que nosotros”, dice uno de los párrafos de la carta, en referencia a las personas LGBTI.

108 sospechosos por ser homosexuales

La “Carta de un amoral” se publicó apenas un mes después de que el 1 de septiembre se encontrara al locutor de radio Bernardo Aranda calcinado en su cama. Su muerte fue atribuida “oficialmente” a “un ajuste de cuentas entre homosexuales”. Esto motivó una violenta persecución y detenciones arbitrarias contra el colectivo LGTBI a lo largo de todo ese mes. En una de estas redadas masivas, más de un centenar de personas “sospechosas de ser homosexuales” fueron arrestadas. Un total de 108, según la prensa de la época. El número 108 se difundió rápidamente entre la prensa satírica de entonces, y aún hoy continúa asociado a la homosexualidad en Paraguay.

La escalinata que recuerda la lucha 

Además de recordar una fecha emblemática en la historia del movimiento LGTBI en Paraguay, la marcha parte de la Escalinata Antequera, en el centro histórico de Asunción. Es un lugar simbólico para la lucha de las mujeres trans de Paraguay. “En este lugar fue donde, a mediados de los 80, las travestis pusieron sus cuerpos, sus nombres y sus rostros y desafiaron al régimen dictatorial”, explicó a Presentes Erwing Augsten Szokol, activista e investigador sobre memoria histórica LGTBI en Paraguay. “Era un lugar de trabajo, donde chicas sin ninguna posibilidad de educación, salud u otro trabajo se veían costreñidas a estar acá, en un lugar donde no recibían tanta violencia. Porque era una zona conocida por el trabajo sexual. En este lugar, las chicas empezaron a armar su territorio”, dijo Augsten. Stelio Constantino Barboza realizó una performance en homenaje a Bernardo Aranda en la escalinata Antequera. En el año 1982, tras el secuestro y asesinato del adolescente Mario Palmieri, la policía realizó detenciones masivas contra personas LGTBI, entre ellas contra las travestis que trabajaban en la Escalinata, recordó Augsten. Como había ocurrido con el caso de Bernardo Aranda, la policía acusó a todas las personas “sospechosas de ser homosexuales” de haber participado en el crimen. Tres años más tarde, en 1985, cerca de 40 travestis fueron detenidas en la zona de la Escalinata, en relación con la muerte de Alfredo “Freddy” Machain, un peluquero muy conocido en Asunción. “A finales de los 80 hubo una época en la que se reagravó la represión contra la comunidad LGTBI, por parte del sistema de la dictadura, que estaba en decadencia y reaccionó de manera violenta”, expresó Augsten. Casos como los de Palmieri o Machain, o como el de Aranda, servían como excusa al aparato del Estado en tiempos de la dictadura para desplegar una “violencia ilegítima” contra las personas LGTBI, en particular contra los varones homosexuales y las personas trans más visibles.

“A las personas LGBTI no se nos trata como ciudadanos”

“Pero la dictadura para las personas LGTBI, no terminó el 3 de febrero de 1989 (fecha en que Stroessner fue derrocado en un golpe de Estado)”, advierte Augsten. “La dictadura continúa en el sentido de que las personas LGTBI no somos ciudadanos, no se nos brinda protección del Estado, que elimina de sus políticas todo lo relativo a género. En estos tiempos de recrudecimiento del discurso neostronista, es cuando más se sienten la homofobia y la intolerancia”, declaró. Entre estas situaciones de homofobia por parte del Estado, Augsten dice que la policía trata de amedrentar a parejas de homosexuales que demuestran su afecto en público, especialmente en espacios del centro de Asunción. Que en estas ocasiones, la policía actúa de manera prepotente y busca degradar a las personas. O les exige el pago de una cantidad de dinero a modo de soborno, expresó el activista.

Sin herramientas legislativas contra la discriminación

Carolina Robledo dijo que hay casos de personas expulsadas de lugares públicos o de escuelas por ser LGTBI. “Estas situaciones se visibilizan, y se realizan escraches contra esos lugares, pero no hay ninguna herramienta legislativa que podamos utilizar contra la discriminación. No estamos hablando de privilegios, sino de cuestiones básicas, como los derechos a la educación, la salud o la vivienda digna”.

La Coalición LGBTI

La Coalición LGTBI de Paraguay está formada por las siguientes organizaciones: Aireana (grupo por los derechos de las lesbianas), Panambí (dedicada a defender los derechos de personas transgénero, transexuales y travestis), Las Ramonas (grupo feminista), Unidos por el Arco Iris (familias y diversidad sexual), Escalando (personas trans), Mansión 108 (centro cultural alternativo LGTBI), Todo Mejora Paraguay (sección paraguaya de la ONG internacional It Gets Better), Somos Pytyvohara (educación sexual entre pares), Paragay (LGTBI), Unidas en la Esperanza (trabajadoras sexuales), CIES Ñepyru (centro de investigación y educación sexual), Fundación Vencer (trabajo con personas que viven con VIH/SIDA) y activistas independientes.

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