Identidades LGBT en el encuentro fotográfico “Derechos en foco”

A través de proyecciones del “Archivo de la memoria trans”, curado por María Belén Correa y Cecilia Estalles Alcón; las fotografías de Marcos Adandía; y una mesa con referentes de la diversidad sexual, el encuentro internacional de fotografía y derechos humanos “Derechos en foco” da inicio a la semana de la Memoria en Argentina reivindicando, entre otras cosas, las identidades LGBTI y sus luchas.

A través de proyecciones del “Archivo de la memoria trans”, curado por María Belén Correa y Cecilia Estalles Alcón; las fotografías de Marcos Adandía; y una mesa con referentes de la diversidad sexual, el encuentro internacional de fotografía y derechos humanos “Derechos en foco” da inicio a la semana de la Memoria en Argentina reivindicando, entre otras cosas, las identidades LGBTI y sus luchas. Fotos: Archivo de la Memoria Trans Argentina y Marcos Adandía  Por primera vez, y dando inicio a la semana de la Memoria en Argentina, se organizó en el predio de la ex Esma un encuentro de fotografía y derechos humanos. “Derechos en foco” tendrá lugar el 17 y 18 de marzo y contará con treinta muestras nacionales e internacionales y la participación de más de 50 fotógrafxs. Entre las actividades programadas, hay diez mesas redondas, doce talleres y seis foros. Uno de esos foros, el viernes 17 a las 16hs, girará en torno a “Neoliberalismo y militancia LGBTIQ”. Allí participarán referentes argentinxs de la diversidad sexual como Greta Pena (100% Diversidad y Derechos), Carlos Alvarez (Xango), Florencia Gemetro (Lesmadres), CHA, Diana Aravena (Putos Peronistas), Francisco Quiñones (Mocha Cellis), Dario Arias (Conurbanxs por la diversidad), Sasha Sacayan y Claudia Vázquez, entre otrxs. El sábado 18, a las 16hs, se proyectarán imágenes del Archivo de la Memoria Trans, un proyecto fotográfico llevado a adelante por María Belén Correa y Cecilia Estalles Alcón. El proyecto, que acaba de ganar un fondo de mecenazgo, puede verse en su página web y ya recibió el aporte de más de ochocientas personas trans que viven en varias partes del mundo.   Por el momento hay unas dos mil imágenes digitalizadas y unas mil en espera. “Nos consideramos sobrevivientes de las épocas nefastas que tuvimos con un Estado que promovía y legalizaba una persecución hacia nosotras. La mayoría somos chicas transexuales exiliadas que estamos conectadas para recuperar nuestro pasado, como hicieron las Abuelas de Plaza de Mayo. Hay mucho dolor, porque nuestra vida no valía nada y nos pasaban por arriba con los autos en la ruta Panamericana. Total, después decían que eran accidentes porque estábamos ahí paradas. Había impunidad para cobrarnos, llevarnos detenidas, pegarnos y hacernos la maldad que quisieran”, dijo a Presentes María Belén Correa, fundadora del proyecto y militante de ATTTA (Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la Argentina). Cecilia Estalles es fotógrafa y es quien se puso al hombro el proyecto junto a Correa. A través de la página de Facebook, la contactan o se contacta con quienes quieran aportar al archivo.

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“La línea que tiene el archivo es que las historias son contadas en primera persona, las imágenes son tomadas por ellas mismas. Abarcan el período de los 80´s hasta el año dos mil, época de mayor represión hacia la comunidad en Argentina, cuando los edictos policiales hacían estragos”, dijo Estalles a Presentes.

Diana y Marcos

Diana fue una travesti que murió de sida a fines de los ’90 en medio de una precariedad y soledad muy grande. Pasaba largas temporadas en el Hospital Muñiz y de allí a la calle y a ejercer, con las pocas fuerzas que le quedaban, la prostitución. Cuando el fotógrafo Marcos Adandía la conoció tenía 23 años y su vida transcurría entre el hospital, la calle y la comisaría de turno. “El nuestro fue un encuentro de dos personas que se reconocen. Fuimos como hermanxs. La acompañé durante un año y la fotografía fue una excusa. Siempre es una excusa para resolver cosas que tenemos adentro. Ella tenía una vida muy dura y un pasado de padre policía violento que la había echado de su casa a los 13 años”, contó Adandía a Presentes. En los ’90, Adandia estaba retratando, en una década asolada por las muertes de sida, los caminos de la pérdida y la enfermedad y se encontró, sin creer en las casualidades, con Diana y su historia.

«Siempre la voy a llevar en mi corazón»

“La relación tuvo un lugar de dignidad y de pureza. Yo a veces la quería ayudar con unos pesos y no me agarraba dinero. Y mirá que lo necesitaba. Ella siempre me decía que nunca había tenido la oportunidad de tener conversaciones con un hombre a ese nivel. Donde no mediara lo sexual ni la violencia. La última vez que la vi ella estaba internada en el pabellón de la tubercolisis. Al día siguiente, falleció”. Además de Marcos, Diana tenía una amiga, Nelly, una lesbiana que también vivía en situación de calle y cada tanto le llevaba comida a Diana o la cuidaba. Fue con ella que Marcos recibió el cuerpo, y fue con ella con quien la enterró en el cementerio de Chacarita. Nelly también aparece en las fotos de Adandia. Tiempo después, Adandía, luego de quemar algunos negativos, pudo hacer el duelo por Diana pero también por otras historias. “Pude llorar recién meses después. Y me di cuenta que siempre la voy a llevar en mi corazón porque fue una unión muy intensa. Cuando lloré por ella lloré también por mi padre, que tuvo una historia de desamparo y situación de calle también”.

Con el empuje de Lohana Berkins

El fotógrafo no se decidía a mostrar las fotos de Diana. No quería que su dolor fuera exhibido como arte en una galería. Quería honrar su memoria y por eso fue a hablar con Lohana Berkins. “Yo era bastante amigo de Lohana, habíamos recorrido varias militancias juntxs. Le planteé lo de Diana y ella me sugirió hacer una proyección para las chicas que vivían en el hotel Gondolín. En esa época no era como ahora, conocido. Era todo mucho más violento, había policía en la puerta todo el tiempo y balas y cuchilladas. Armamos esa proyección, y la anfitriona fue Marlene Wayar. Y fue muy íntimo, muy lindo, cargado de sentido.”

De México al Gondolín

Pero estaba el tema de fotos. Qué hacer con las fotos. Cuando lo invitaron del D.F a exhibir esa muestra -también fue en un lugar especial: una capilla a traes cuadras de El Zócalo- hicieron unas copias, grandes, caras, buenas, de las fotografías de Diana, que se trajo consigo para, esta vez no proyectar sino colgar en El Gondolín en el año 2000. “La muestra de El Gondolín fue una locura porque eran nada más tres días pero por allí pasaron miles de personas. Fue mucha más gente que si hubiera sido en una galería. Con unos amigos hasta techamos el patio, fue increíble, quedó hermosa.» Después de esa única muestra, algunas de las fotos de Diana se exhibieron en el Museo de Arte y Memoria de La Plata. Hoy vuelven a cobrar vida. Podés informarte de todas las actividades del encuentro “Derechos en foco”, aquí: Para mirar algunas de las fotos, aquí:

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