CABA: Dos ataques a personas LGBTI en un mismo día
El sábado 18 de febrero, dos parejas LGBTI fueron atacadas en puntos muy cercanos de la Ciudad de Buenos Aires. Ambas agresiones estuvieron impulsadas por la homo-lesbo-transfobia y se dieron en plena luz del día. Además de la violencia física, como punto en común estuvieron los insultos y la indiferencia de lxs transeúntes.
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El sábado 18 de febrero, dos parejas LGBTI fueron atacadas en puntos muy cercanos de la Ciudad de Buenos Aires. Ambas agresiones estuvieron impulsadas por la homo-lesbo-transfobia y se dieron en plena luz del día. Además de la violencia física, como punto en común estuvieron los insultos y la indiferencia de lxs transeúntes. [NOTICIA ACTUALIZADA 19:30hs] – Desaparezcan en cinco segundos, putos- escuchó Germán Tosto, un chico de 30 años, mientras esperaba un taxi junto a su pareja y un amigo. Estaban en la esquina de Lacroze y Delgado, en Colegiales. Eran las 7 de la mañana del sábado 18 de febrero. De la cuadra de enfrente un grupo de ocho varones jóvenes, que los venía insultando de lejos, se acercó para golpearlos. Germán recibió un golpe primero en la mandíbula. Después uno de los hombres se sacó el cinturón y empezó azotarlo en las costillas. – No voy a permitir que dos tipos se toquen en mi cuadra- gritaba el agresor. Después otro golpe más. “Yo fui el que reaccionó al insulto y por eso me tomaron de punto a mí”, contó Germán a Presentes. Mientras duró el ataque, decenas de personas, transeúntes, miraban la escena sin hacer nada. “Eso fue lo que más me sorprendió, que la gente estaba paralizada mirando. Parece que tuvieran miedo. Ni siquiera llamaron a la policía. Yo tuve que llamar al 911”, agregó Germán.
“Están como desatados”
El patrullero tardó veinte minutos en llegar al lugar pero los agresores –de entre veinte y treinta años- no se habían escapado. Seguían a media cuadra del lugar. La policía detuvo a solamente tres de los agresores y tomaron la denuncia de Germán en la Comisaría 31. “Yo tengo amigos como vos, son buena gente”, le dijo el subteniente. Luego agregó que los agresores estaban “demorados” pero que por “por simples lesiones el juez los suelta y yo no puedo hacer nada”. “Nunca me había pasado algo así. Insultos sí, pero como que en la ciudad vivís más tranquilo. Esta gente es el mismo tipo de persona que le puede pegar a una mina, a una lesbiana, a una persona trans. Hay un recrudecimiento de la violencia machista, están como desatados. Hay una realidad política que parece los envalentona”, dijo Germán a Presentes. [LEÉ TAMBIÉN: Feroz ataque de una patota a tres activistas LGBTI] Ahora Germán, que hizo público el ataque en su cuenta de Facebook, va a seguir con la denuncia judicial, acompañado por la Comunidad Homosexual Argentina (CHA). «Desde la CHA, en relación a las diferentes vulneraciones de violencias a la comunidad LGBTI expresamos siempre un repudio enérgico. Más allá de pedir que se esclarezcan los hechos, y que haya justicia y reparación cuando se trata de cuestiones penales, creemos que existe responsabilidad de los Estados» dijo a Presentes Pedro Paradiso Sottile, secretario de la organización.Con legislación de vanguardia, sin pleno ejercicio de derechos
«Históricamente la CHA viene proponiendo, reclamando y exigiendo políticas públicas y programas para promover la inclusión y la educación en la diversidad. Muchos de estos casos son los que terminan en crímenes de odio. Tiene que ver con una mirada machista y heteropatriarcal, con discursos que desde el poder provocan que determinadas personas o instituciones realicen este tipo de actos de violencia y se sientan amparadas. Queremos acciones concretas del Estado, en este caso de CABA», dijo Paradiso Sottile. «En Argentina, y en la ciudad de Buenos Aires también, se ha avanzado mucho en derechos para la comunidad LGBTI. Tenemos legislación de vanguardia pero hay que transmitirla al real ejercicio de derechos. Faltan políticas públicas, programas educativos, campañas de inclusión de la diversidad, que no sólo son para la comunidad LGBTI sino para la ciudadanía toda», dijo el secretario de la CHA.“Pelotudita, qué te pasa ¿tenés miedo de ser heterosexual?”
Horas después, a las seis y media de la tarde, en Plaza Noruega (Belgrano) Jazz Castello estaba con su pareja Andrea Pasut tomando mate en el pasto. Andrea es trans y tiene miedo de salir a la calle, de sufrir agresiones. Por eso esa simple salida era tan importante para ellas. Pero los problemas no tardaron en llegar. Del otro lado de la reja de la plaza, un grupo de seis varones las miraba de forma insistente. Hasta que uno se les acercó, parándose a unos diez centímetros. Le pidieron que se fuera. Él las desafió: “Mirá lo que hago. Es un espacio público”. Y se les sentó al lado. “Ahí pasó algo increíble. Cuando el tipo me ve los pelos de la piernas se saca mal. Le sube todo el odio. Estaba re pasado, duro. Y me dice ‘A ver si te decidís, pelotudita. Qué te pasa, ¿tenés miedo de ser heterosexual? ¿Te violó tu papito?’ Yo no lo podía creer y le respondí que se las tomara”, contó Jazz a Presentes.[LEÉ TAMBIÉN: #Argentina: La atacaron por lesbiana y está presa por homicidio]
“Además del miedo y la rabia con ellos me dio mucha bronca la actitud de la gente que estaba en la Plaza. Nadie hizo nada. Todos miraban pero nadie nos defendió. Y estaba clarísimo lo que estaba pasando. Incluso cuando nos fuimos de la plaza a buscar ayuda pasamos frente a una familia y la madre le tapó los ojos a sus hijos, como para que no nos vieran”, contó Jazz, que también hizo pública su denuncia en Facebook. Caminando hacia Barrancas de Belgrano, se cruzaron con un policía que dijo que no podía ayudarlas, aunque los agresores siguieran a unas cuadras. Que tenían que ir a la comisaría. “El tipo estaba más preocupado por los pelos de mi axila que por lo que nos había pasado”, contó Jazz.«Un nuevo contexto de impunidad»
Andrea contó a Presentes que es la primera vez que sufre una agresión tan violenta. “De palabra sí me había pasado. Pero esto desde el principio fue algo muy desde el cuerpo. No nos dejaba en paz. Quería invadir nuestro espacio, cruzar ese límite. Sacarnos de ahí. Yo no quería seguirle el juego pero cuando la tocó a Jazz salté. Y nos defendimos. Nosotras quedamos llenas de magulladuras por los golpes”. Tan solo un día después de estos dos ataques, en Glew, Provincia de Buenos Aires, una patota de 18 hombres golpeó durante veinte minutos a tres activistas trans. “Venimos viendo un aumento de la violencia social hacia las personas LGBTI. En el nuevo contexto de impunidad que da este gobierno sienten mayor libertar para su accionar. Es algo que venimos denunciando desde diciembre de 2015”, dijo a Presentes Darío Arias, de la organización Conurbanos por la Diversidad.«Los funcionarios no salen a repudiar los hechos»
Para Paradiso Sottile (CHA), no es casual que estos ataques recientes en la Ciudad de Buenos Aires, junto con el perpetrado por una patota en Glew, se materialicen «en medio del avance de discursos conservadores, que promueven miradas excluyentes en muchos ámbitos. Tal como pasa, por ejemplo en Mar del Plata, pero no solamente allí», en referencia al intendente Carlos Arroyo (Cambiemos), ex funcionario de la dictadura y denunciado por la CHA por xenófobo y misógino. «Hay que terminar con la impunidad que promueve esta mirada excluyente, en la que algunas personas se sienten amparadas y protegidas para agredir», dice el secretario de la CHA. Desde la CHA, además de hacer pública su preocupación por el agravamiento de la violencia en Argentina contra el colectivo LGBTI, pidieron una audiencia con la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal para conversar del tema. Pero el planteo de una reunión formal -efectuado a través de un pedido protocolar de audiencia y de varios llamados- no fue respondido hasta el día de hoy. En el último año, varias organizaciones vienen alertando sobre el agravamiento de la violencia, no sólo contra el colectivo LGBTI. Desde la CHA, Paradiso Sottile dice: «A esto se suma que los funcionarios responsables no salen a repudiar los hechos. Si no hay un pronunciamiento claro de condena, si los principales referentes del Estado se mantienen en silencio, se afianza la impunidad por omisión o inacción. No es que automáticamente, porque hable el Jefe de Gobierno van a cesar. Pero creemos que los funcionarios deben tomar responsabilidad ante estos hechos y alentar políticas públicas de inclusión».Seguí a Presentes:
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Como persona, me siento totalmente degradado, al ver a algunos de mi especie, reaccionar con tanto odio….Esto no es «casual», es una «época» donde funcionarios del gobierno de turno incitan con palabras, directamente al odio, la misoginia y la segregación racial y sexual; he escuchado al «presidente» M.Macri, dirigirse a las mujeres, por TV, diciéndo, que es lindo que les digan: ‘¡qué lindo culo que tenés..!» (sic) y decir que la «homosexualidad es una enfermedad»(sic.), como así también dirigirse a los pueblos originarios de países vecinos despectivamente. Por eso: -no es «casual» que haya aumentado la agresión física -hasta el asesinato de una mujer por día-, a homosexuales, trans, lesbianas, etc.
«CADA UNO TIENE EL DERECHO DE ELEGIR, LIBREMENTE, SU ORIENTACIÓN SEXUAL», «EL RESPETO HACIA LAS PERSONAS SE INCULCA DESDE NIÑOS EN EL SENO FAMILIAR Y EDUCATIVO…»
Creo firmemente, que estos seres «odiadores, agresivos y repudiables», son, algunos, resultados culturales y algunos lamentablemente, errores genéticos de nuestra especie.
¡NO A LA VIOLENCIA, NO AL ODIO, NO LA DISCRIMINACIÓN SEXUAL, RACIAL O DE CUALQUIER TIPO Y/O GÉNERO!!
JCP