La Cámara de Apelaciones tiene la última palabra y debe decidir si se cierra o no la investigación del crimen de la activista del colectivo travesti-trans Diana Sacayán. En caso de que se cierre, el crimen podría quedar impune. La querella y las fiscalías consideran que todavía faltan medidas de prueba claves para dar con otro/s autor/es del travesticidio «Hacer justicia por Diana es seguir luchando para que la vida de las compañeras se modifique y pedir a la sociedad un cambio», dice Sasha Sacayan, hermanx de Diana, querellante en la causa y actual referente del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación. La comisión «Justicia por Diana Sacayán Basta de travesticidios» envió ayer un informe a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para expresar su preocupación por el cierre de la investigación del asesinato. La medida la decidió el Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción Nro. 33, a cargo de Gustavo Pierreti,y si prospera, el crimen podría quedar impune. El informe enviado a la CIDH detalla los avances y retrocesos que sufrió la investigación del travesticidio de Amancay Diana Sacayán, la líder del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL) y referente de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays y Bisexuales (ILGA). La encontraron muerta el 13 de octubre de 2015, apuñalada 13 veces en el departamento de Rivadavia al 6700, en el barrio porteño de Flores, donde vivía con una amiga. Hoy, la comisión que pide justicia por Diana presentó la adhesión de la fiscalía al recurso de apelación. Es decir que, ahora, la única chance de que la investigación del asesinato no se cierre y de que se haga Justicia por Diana Sacayán, pasa por esta decisión que debe tomar la Cámara.

«Las muertes de las travestis nunca se investigan»

Hasta ahora, sólo uno de los autores materiales del crimen fue identificado, tal como informaron al juez instructor el Ministerio Público Fiscal -representado por la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción Nro 4, a cargo de Matías Di Lello- y la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM) a cargo de Mariela Labozetta. En el trabajo coordinado del ministerio público fiscal, La UFEM intervino para garantizar los estándares de debida diligencia en casos de violencia de género. Los fiscales pidieron que Gabriel David Marino, de 23 años, sea llevado a juicio oral y público por travesticidio, y que se profundice, mientras tanto, la investigación sobre otra persona que aparece en el expediente y también está detenida: Félix Alberto Ruiz Díaz. La querella está impulsada por Sasha Sacayán, el hermanx menor de Diana, activista e integrante de la comisión que pide justicia. «La comisión se armó en el momento en que se empezó a investigar, con MAL, Conurbanos por la Diversidad, y Lesbianas y feministas. Nos reunimos muchas veces para analizar expedientes y nos hemos quedado hasta las 4 de la mañana leyéndolos. Con la comisión, hemos querido generar un cambio en la Justicia, estando en las calles como un modo de fortalecer la causa», dice Sasha, que militaba con su hermana en MAL. «Nunca se investigan las muertes de las travestis, a la Justicia es patriarcal y heterosexista, no le interesa. Y además ¿quién las reclama?», pregunta Sasha y recuerda las charlas sobre violencias y las muertes travestis sobre las que nadie reclamaba, y su hermana investigó y escribió en el suplemento Soy de Página/12. «Sería parte de la Justicia hacerse cargo de esas muertes. Hoy queremos saber ¿por qué la mataron a Diana? ¿quiénes? Que la hayan asesinado a ella nos interpela a todxs», dice Sasha. «Si no impulsamos la causa de Diana, empeora la situación de todxs. Hacer justicia por Diana es seguir luchando para que la vida de las compañeras se modifique y pedir a la sociedad un cambio. Creo que si le hubiera pasado a algunx de nosotrxs, ella hubiera hecho lo mismo».

Qué probó la investigación y que falta probar

A Marino se lo acusa de haber asesinado a Diana entre el sábado 10 y el domingo 11 de octubre de 2015.  Al momento del hallazgo, el 13 de octubre, el cuerpo estaba amordazado, y atado de pies y manos. En la escena del crimen había, entre otros elementos, un cuchillo con una hoja de 20 centímetros, una tijera y un martillo. Días antes, Sacayán había presentado a Marino sus amigas. Las pruebas lo comprometen: su ADN coincide con el hallado debajo de las uñas de Sacayán cuando intentó defenderse. Una persona del edificio lo reconoció. Una cámara de un comercio vecino lo registró saliendo del edificio junto con otro hombre durante ese fin de semana. La querella y las fiscalías consideran que todavía faltan medidas de prueba claves para dar con otro/s autor/es del travesticidio y, además, para desentrañar si el crimen tuvo que ver con el rol de Diana como militante por los derechos humanos. Entre las medidas que faltan está la identificación de otros rastros de ADN encontrados en la escena del crimen o profundizar la investigación sobre otros elementos. «Las travestis tienen un promedio de vida de 35 a 40 años. Es un circuito que va llevando a la muerte, porque no mueren asesinadas sino producto de una violencia sistematizada y estructural, que continúa también en la Justicia, porque no le da el tratamiento adecuado», dice Sasha.

¿Qué impacto puede tener el pedido a la CIDH?

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y su relator LGBTI podrían, por esta vía, pedir informes al Estado argentino y hacer recomendaciones para que se siga investigando. El pedido a la CIDH es similar al que, por ejemplo, impulsó el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) cuando una patota irrumpió en la redacción del diario Tiempo Argentino y envió una nota para que se pida información al Estado argentino sobre las investigaciones por la actuación de las fuerzas de seguridad. «Esperamos que el Estado argentino informe a la brevedad sobre la situación y se adopten todas las medidas administrativas y judiciales necesarias para garantizar que se continúe investigando hasta llevar a juicio a todos los autores del travesticidio de Amancay Diana Sacayán», expresó la comisión a través de un comunicado.]]>