Salta: Homofobia en un colegio católico

Después de que el gobernador Juan Manuel Urtubey calificara la expulsión de un alumno por visibilizar su orientación sexual como inaceptable, el Ministerio de Educación convocó a una reunión.

El 28 de septiembre, un alumno del Colegio Santa María de la ciudad de Salta decidió visibilizar su homosexualidad y empezar a usar una pulsera con la bandera de la diversidad. De inmediato, las autoridades le dijeron que eso no era posible en la institución. Un grupo de compañeros se solidarizó con él y subieron fotos a las redes sociales con la bandera de la diversidad; en una de ellas, uno hacía el gesto de “fuck you” al escudo del Colegio. A raíz de esto, les negaron inscribirse para cursar el quinto y último año, en 2019. El gobernador de una de las provincias más conservadoras del país, Juan Manuel Urtubey, calificó la decisión del colegio como “inaceptable”. El Ministerio de Educación convocó a una reunión para tratar el caso.

 

Si bien el caso ocurrió hace más de dos meses, se conoció recientemente a través de una carta pública de la hermana mayor del estudiante: la joven aseguró que su hermano fue expulsado del Colegio Santa María por «su orientación sexual». Y recién hoy el gobernador Juan Manuel Urtubey opinó sobre el tema, una vez  tomó dimensión nacional: de inmediato se llamó a una reunión para tratar el caso.

Luego de días de silencio, anoche las autoridades del Colegio, uno de los más tradicionales de Salta, emitió un comunicado en el que negó que este alumno haya sido expulsado y aseguró que la institución usó su derecho de admisión respecto de los otros cuatro estudiantes en razón de que habían cometido una falta considerada grave contra un símbolo del Colegio: «Aclaramos que el colegio ha garantizado siempre entre todos los integrantes de la comunidad educativa, la diversidad de pensamientos y opiniones en un marco de convivencia y respeto, entendiendo que esto enriquece el proceso formativo. En ese marco, informamos que a un alumno de cuarto año, que manifestó libremente su identidad de género (sic), se lo respetó como se los respeta a todos los integrantes del colegio y se lo acompañó como se lo hace con todos los alumnos. En cuanto al episodio de la pulsera que portaba, se aclara que el equipo directivo, en una entrevista personal realizada ese mismo día, lo escuchó y atento a sus manifestaciones, realizó una excepción al reglamento que ya era conocido por el alumno, autorizando su uso hasta el último día de clases».

También la abuela de uno de los chicos expulsados se expidió en la redes sociales.

Y el padre dio una larga entrevista en radio en la que contó los detalles de cómo ocurrieron los hechos.

La entrevista en Radio Con Vos del padre del estudiante, Jorge Coraita

Tanto el abogado de uno de los estudiantes expulsados Carlos Saravia como el padre del alumno en cuestión, el también abogado Jorge Coraita, explicaron que efectivamente el Colegio no expulsó a este estudiante, pero la decisión de sancionar a sus cuatre amigues es una forma de castigo. “Buscan dejarlo solo”, sostuvo Saravia.

Coraita explicó en declaraciones a distintos medios que el día en que su hijo concurrió al Colegio con una pulsera con los colores del colectivo LGBT comenzó el problema: un tutor le pidió que se la sacase, afirmando que era una provocación que iba contra los valores del Colegio. Como el chico se negó, fue llevado a la Dirección, donde la directora y la vicedirectora insistieron para que se quitara la pulsera. El abogado contó que si bien el argumento inicial de las directivas fue que esta pulsera era similar a un pañuelo verde y no estaba permitido portar ninguno de esos símbolos en la institución, luego afirmaron lisa y llanamente que no estaba permitido llevar ningún tipo de pulseras, a pesar de que la gran mayoría de les estudiantes las usan. Luego de que el estudiante insistiera, la directora accedió a que continuara usándola. “Esta charla no fue un momento agradable para Santiago. Estaba en un contexto de una institución educativa, le estaban llamando la atención. Eran dos adultos, directora y vicedirectora. Las leyes establecen alguna limitación acerca de lo que se puede hacer, qué se puede preguntar a un menor, a un educando. Violaron todas las normas. Hubo una intromisión indebida a su privacidad. Es un hecho grave, en cuanto a quienes tienen la tutela de nuestros hijos se dirijan de esa manera, en un claro abuso de autoridad. Todas las normas hablan del interés superior del niño. No tuvieron reparo al respecto y claramente, con la prohibición de la pulsera querían invisibilizar el mensaje”, sostuvo Coraita en una entrevista radial con Ernesto Tenembaum

Relató que su hijo salió de esa reunión “muy conmovido” e incluso le pidió que fuera a buscarlo porque quería salir de ese ámbito. Pero mientras esperaba a su padre, volvió al aula, donde sus compañeres “se pusieron furiosos por la violencia institucional que había sufrido su amigo y compañero”. Luego siguieron enviándole mensajes de apoyo e incluso se pintaron en el brazo la bandera LGBT; entre estos mensajes le enviaron varias fotografías, entre ellas una en la que había una remera del Colegio con la leyenda “fuck you”.

El lunes siguiente las autoridades del Colegio le pidieron disculpas a Coraita, quien replicó que esas disculpas debían ser transmitidas a su hijo, “en el momento adecuado, con disimulo, sin sacarlo del aula”, para evitar que fuera más estigmatizado, dado que en el ámbito educativo fue objeto de burlas en otras ocasiones.

 

«Sancionaron a los amigos para culparlo a él: un mecanismo siniestro»

Pero dos semanas después las autoridades del Colegio informaron a cuatro compañeres que se habían solidarizado con su hijo de que no iban a ser admitidos en el siguiente ciclo lectivo. La razón: la fotografía con la leyenda insultante cerca del escudo del Colegio. “Estamos hablando de chicos que tenían, salvo una que estaba hace dos años en Salta, trece años con excelentes antecedentes académicos en la institución. Fue una reacción a la agresión institucional. Curiosamente el motivo de la sanción es el ‘fuck you’ al escudo, al símbolo que representa la institución. Los directivos fueron los que agredieron a Santiago, ahí se dio la homofobia, la discriminación, la intromisión indebida en su privacidad. Eso fue lo más grave”, sostuvo Coraita, quien aseguró que “querían invisibilizar” a su hijo y por ello “sancionaron a sus amigos y esa fue una forma de condenarlo a él y que arrastrara la culpa por esa situación. Fue un mecanismo siniestro”, aseguró.

De manera similar se expresó el abogado de uno de los alumnos a quien el Colegio le aplicó el derecho de admisión. Contó que presentó una nota ante la institución educativa y ante la Dirección General de Enseñaza Privada de Salta, que depende del Ministerio de Educación de la provincia, reclamando que se le permita a su representado seguir cursando en el Colegio Santa María. “Nosotros lo que queremos es que cumplan con la ley”, lo que implica “que declaren inválida la resolución”, sostuvo el abogado. Agregó que la resolución por la que el Colegio decidió no aceptar a les amigues del adolescente gay se tomó “en un marco de extensión de la discriminación al otro chico, porque ellos lo quieren aislar al chico, no lo echan al discriminado, pero lo dejan solo. Los echan a los amigos y lo dejan solo”, enfatizó.

Saravia indicó que su representado se ha propuesto esperar durante esta semana por una respuesta en el ámbito administrativo, y que, si eso no ocurre hasta el viernes próximo, la semana venidera recurrirá a la justicia con un amparo pidiendo que se respeten los derechos de su asistido.

Para Saravia, “es una cuestión llamativa” la convocatoria a una reunión por parte del Ministerio de Educación, “porque ellos (las autoridades educativas de la provincia) todo quieren consensuar en vez de cumplir con lo que corresponde, es como que tienen miedo de tocarle la cola al león”, opinó antes de destacar que “hay varios casos de discriminación en los colegios”.

Coraita insistió por su parte en que lo ocurrido con su hijo “debe servir para que no se repita(n hecho similares) en esta ni en ninguna otra institución” y reclamó que se dicte educación sexual integral en los colegios privados. “Estas instituciones son de gestión privada, pero son públicas y están sometidas a leyes del Estado. Las leyes establecen que deben dictar la educación sexual integral. Ahora hay una grieta y se intenta demonizar la ideología. Eso pasa porque estamos en una cultura homofóbica. Porque hay otro chico que es diferente a su orientación sexual, sin que haga nada genera miedo o bronca. Eso hay que cambiar, eso se logra con educación. Si mi política como institución educativa deliberadamente es no dar educación, lo que estoy haciendo es dejar impunes esas conductas homofóbicas y tantas otras. Hay una naturalización de esto”, afirmó antes de recordar que en el mismo Colegio se pintaron carteles con mensajes de burlas a su hijo y no hubo sanciones.

Esta mañana el Observatorio de Violencia contra la Mujer “Rosana Alderete” pidió por escrito la intervención de las carteras de Educación de Salta para que “tome medidas  resolutivas a fin de garantizar una vida libre de discriminación por orientación sexual e identidad de género y se arbitren los medios necesarios para su prevención por parte de las instituciones educativas tanto pública y privada”.

 

“La discriminación tiene diferentes dimensiones sociales en donde operan prácticas expulsivas y constituye una violencia en este caso institucional, física y psicológica”, recordó el Observatorio, organismo que también puso el eje en el uso de la palabra “curar”, por parte de algunos integrantes del Colegio y en el hecho de que se impida continuar estudiando en ese establecimiento “ a los estudiantes  que se solidarizaron  con su compañero por su orientación  sexual”. Se trata, sostuvo el Observatorio, de “acciones violentas en contra de los Derechos Humanos y en contra de los marcos normativos que protegen estos derechos”

“La homosexualidad no es una enfermedad, no existen terapias de cambio de orientación sexual, carecen de justificación médica y son éticamente inaceptables estas prácticas violentas para los/las sujetos/as orientación sexual e identidad de género diferente a la heterosexual hegemónica, ya desde el año 1990 se saca de la lista de enfermedades la homosexualidad por la OMS”, añadió.

Pía Ceballos, militante del colectivo LGBTIQ y una de las directoras del Observatorio de Violencia contra la Mujer, añadió que consideran que las áreas de Educación y Derechos Humanos de la provincia deben intervenir para asegurar que se respeten los derechos de les adolescentes involucrades en esta situación.

A raíz de la repercusión que alcanzó el caso, también el ministro de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos de la provincia, Marcelo López Arias, informó hoy que «funcionarios de la Secretaria de Derechos Humanos están trabajando y también lo hace la ministra de Educación por quien tengo un enorme respeto y valoración”. El ministro también se pronunció a favor de que se dicte educación sexual en las escuelas privadas: «Tiene que haber una currícula nacional en materia de Educación Sexual Integral y ser aplicable a todos los institutos públicos y privados», sostuvo.

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