#JuicioDianaSacayán: un alegato y un festival que hicieron historia

Fue un día importante en el juicio por el travesticidio de Diana Sacayán: el activismo lo destacó con fuerte presencia adentro y afuera de los Tribunales porteños, donde se realizan las audiencias. Ayer empezó la etapa de alegatos. El primero que se escuchó ante el Tribunal Oral Criminal nro. 4 fue el de la querella familiar, representada por la abogada Luciana Sánchez.

Por María Eugenia Ludueña y Ana Fornaro Fotos: Ariel Gutraich y Centro de Información Judicial (CIJ) Fue un día importante en el juicio por el travesticidio de Diana Sacayán: el activismo lo destacó con fuerte presencia adentro y afuera de los Tribunales porteños, donde se realizan las audiencias. Ayer empezó la etapa de alegatos. El primero que se escuchó ante el Tribunal Oral Criminal nro. 4 fue el de la querella familiar, representada por la abogada Luciana Sánchez. A pocos metros de la sala donde se desarrollan las audiencias, en el sexto piso, activistas de la diversidad sexual siguieron sus palabras a través de una pantalla y transgredieron el silencio reverencial que abona ese edificio. La militancia ayer se plantó primero en el interior y después enfrente, en la Plaza Lavalle, donde siguió hasta la medianoche con un festival-homenaje a la activista de derechos humanos. Fue una demostración de fuerza y lucha poderosa. Un decir: acá estamos.

(De izq a der) Querellantes del INADI; la abogada de la familia Luciana Sánchez; el fiscal Ariel Yapur y Mariela Labozzetta de la UFEM. El de Sánchez fue un alegato, como ella dijo en el inicio, fundacional. Por primera vez en la historia en el llamado “Palacio de Justicia” se aborda no sólo la figura de travesticidio sino la problemática y vulnerabilidad del colectivo de travestis y mujeres trans. Y esto ha sido posible en gran medida por el ímpetu con que siguen la causa la familia y la querella. La abogada pidió que se condene a prisión perpetua al único acusado en este juicio, David Gabriel Marino, por considerar que en el juicio quedó probado que fue el autor penalmente responsable del travesticidio de Diana. La abogada también solicitó al tribunal una serie de medidas reparatorias para el colectivo de mujeres trans y travestis. Parte de la familia de Diana, impulso fundamental en la causa. Un grupo de activistas siguió el alegato en los pasillos del sexto piso de los Tribunales, a unos metros de la sala de audiencia, donde una pantalla reproducía la transmisión del Centro de Información Judicial. Después, las actividades se trasladaron a la plaza de enfrente. Allí el Festival para pedir Justicia por Diana Sacayán convocó a una multitud hasta entrada la noche.

Palabras de Lohana

Que las palabras de Lohana abrieran la audiencia, que empezó a las once de la mañana, no fue azar. La semana pasada, la querella había pedido incorporar por lectura el testimonio que la activista y amiga de Diana brindó ante la Justicia días después del travesticidio. Como una última testiga, Lohana (fallecida en febrero de 2016) habló ayer a través del testimonio leído por un funcionario judicial. “Conocí a Diana en una comisaría cuando estuvimos presas. Estábamos empezando la lucha”.

Destacó “la impronta, el ímpetu, las ganas de vivir”, de Diana. Recordó que el último contacto -hablaban a diario, cada medianoche- fue poco antes del Encuentro Nacional de Mujeres (que se realizó en Mar del Plata el fin de semana que Diana fue asesinada). “No fue a Mardel. Supusimos que estaría en un teje o con un chongo”. Lohana pidió especialmente en su declaración que la sentencia por la muerte de Diana “se encuadre en travesticidio y en las condiciones en que vivimos las travas. La mataron por travesti”. Y en esa línea se desplegó el alegato.

El alegato 

El alegato de la querella familiar abrió dejando constancia que se trata de un proceso “fundacional, porque es la primera vez que se llega a esta instancia”, anticipó la abogada Luciana Sánchez al inicio de su lectura. En la primera parte, resumió los hechos a partir de las exposiciones testimoniales que se escucharon en la misma sala desde que empezó el proceso, el 12 de marzo. A partir de palabras de lxs diversxs testigos –activistas, policías, forenses, amigues, activistas, testigues ocasionales- la querella familiar consideró probada la materialidad del hecho. Y repasó la secuencia situando y citando los elementos probatorios aportados por cada testigue.

La importancia de la perspectiva de género

Una parte importante del alegato analizó la prueba. Destacó el gran valor de la prueba producida (en cantidad y calidad) y de la implementación del protocolo de tratamiento de violencia contra las mujeres, implementado desde la llegada a la escena del crimen por la intervención de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres y personas LGBTIQ+ (UFEM), a cargo de Mariela Labozzetta, quien también participa del proceso. ‘Contar con un enfoque de género desde el inicio permitió obtener información valiosa. E hizo posible colectar evidencia por los motivos por que la mató. Destaco estos procedimientos porque no se trata de procedimientos de rutina, estos protocolos en general no se utilizan”. También resaltó la prueba sólida. A diferencia de otros procesos, no es común contar con la calidad y cantidad de pruebas con que llegamos a este juicio, para poder identificar los elementos del odio. En general los escenarios de crímenes de odio quedan mancillados, no son abordados con protocolos rigurosos y quedan impunes. Las pruebas que comprometen a marino, según se acreditó a lo largo del debate, son varias. Una de las más contundentes es el hallazgo del perfil genético de Marino en el análisis de ADN de una muestra obtenida debajo de una de las uñas de Diana. Otra es la huella dactilar en la puerta de la habitación donde fue asesinada.

Diana, indefensa

La abogada también resaltó el estado de indefensión en que se encontraba la víctima al momento de ser asesinada (como expuso Cohen, el médico que hizo la autopsia “La autopsia muestra que Diana se encontraba en estado de indefensión por intoxicación alcohólica, previo a haber sido atacada. No tenía oportunidad de defenderse”. “Diana era travesti. Tenemos que probar que su muerte no fue producto de la casualidad. Y que ella no causó su propia muerte (en relación a quienes piensan que la vida travesti lleva a la muerte). Pese a haber sido Diana una defensora de derechos humanos, fue asesinada en iguales condiciones que otras compañeras travestis, asesinadas antes de los 40 años. Diana era excepcional pero no fue la excepción. Murió masacrada en su casa como cualquier travesti. Fue un crimen político pero en un escenario íntimo. Fue fijada para siempre por Marino en ese final humillante. Él quiso seguir ejerciendo control sobre su cuerpo después de su muerte». La abogada también enumeró los indicios que se repiten en los crímenes de odio a la identidad de género. Entre otros, que Diana sufrió un ataque letal en propia vivienda, en su dormitorio, en su cama. Amordazada, maniatada, varias veces golpeada, acuchillada, herida en la cabeza, desfigurada. Abandonada debajo de un colchón ensangrentado. Que su cuerpo tenía además la multiplicidad lesiva propia de los femicidios. “Diana es travesti, sudaca y originaria. Todo lo que haya sucedido tiene que ver con eso. Todo lo que le sucede a las travestis les sucede porque son travestis. Y en general son cosas muy malas, como los travesticidios”, dijo la abogada Sánchez.

El pedido de la querella

La querella considera acreditada en la causa la materialidad del hecho y que “existen los elementos de prueba para decir que Gabriel David Marino es el autor material. Y que los motivos excluyentes de este crimen han sido el odio a la víctima por su identidad de género y su calidad de defensora de derechos humanos”. La querella pidió “condenar a Marino como autor penalmente responsable del delito de travesticidio. Esto es, el homicidio agravado por odio a la identidad de género travesti de Amancay Diana Sacayán (artículo 80, inciso 4 del Código Penal), en concurso ideal con el artículo 80 inciso 11, por haber sido cometido por un hombre contra una mujer mediando violencia de género (femicidio), en concurso ideal por haber sido cometido con alevosía y en concurso real con robo simple, por haber sido apropiados 20 mil pesos de Diana Sacayán”. Solicitó que la condena sea la pena de prisión perpetua y consideró que por tratarse de concurso real la pena de robo está contenida. “Esperamos que con este se haga Justicia”, finalizó la abogada. Afuera de la sala hubo aplausos.

Medidas reparatorias

“Para que estos crímenes dejen de cometerse, el Poder Judicial puede enviar un mensaje, por ser caso fundacional en el que van a emitir sentencia. Sabemos que Diana también le está poniendo el cuerpo ahora a esto”, dijo Sánchez antes de enumerar un pedido de medidas reparatorias. No dependen del tribunal pero la querella espera que se haga eco para que otras instituciones escuchen a la Justicia. Entre otras cosas, la abogada enumeró:
  • realizar un homenaje público para desagraviar su imagen. Por el tratamiento mediático que recibió su travesticidio. Se ha hablando más de ella muerta que de su vida y militancia.
  • que el Poder Judicial pida perdón por la falta de protección a Diana. Ella había hecho varias denuncias por amenazas que fueron archivadas.
  • que el Poder Judicial recomiende al Poder Legislativo declarar la emergencia social del colectivo travesti trans.
  • que se aplique el protocolo de la UFEM en todos los casos de travesticidios de país y que se creen más fiscalías especializas en género o que se dote de más estructura a la UFEM.
  • que el Poder Judicial recomiende al Poder legislativo la sanción de la ley de Cupo Laboral trans Diana Sacayán y que se cumpla en el poder Judicial: queremos abogadxs y jueces trans.

Festival Justicia Por Diana Sacayán

La jornada siguió después con un festival en Plaza Lavalle, del que participaron Say Sacayán, familiares, amigues, organizaciones políticas y sociales, colectivos de la diversidad y personas autoconvocadas. Hasta entrada la noche, el festival convocó a gran cantidad de activistas y artistas que pidieron justicia por Diana y por el colectivo travesti trans. Susy Shock, Sudor Marika, Kumbia Queers, tocaron ante una multitud inusitada para el lugar y la hora. A las palabras de Say Sacayán y Darío Arias, desde la comisión de Justicia por Diana, se sumaron las de otres activistas de la diversidad sexual en el mismo grito: “Justicia por Diana, fue un travesticidio”.

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