¿Pueden las personas cis hablar sobre las identidades trans?

¿Pueden las personas cis hablar sobre las identidades trans? Cuando me refiero a “hablar”, hago referencia a: escribir sobre nosotras, dar clases, seminarios sobre temáticas travesti-trans o “negociar” con politicxs sobre políticas publicas.

Por Violeta Alegre

¿Pueden las personas cis hablar sobre las identidades trans? Cuando me refiero a “hablar”, hago referencia a: escribir sobre nosotras, dar clases, seminarios sobre temáticas travesti-trans o “negociar” con políticxs sobre políticas públicas. Todo esto sin presencia de personas trans en los asuntos mencionados. Y si bien no todas estamos “capacitadxs”, con el compromiso para hacerlo o tenemos el acceso, hay una deuda histórica también con nosotrxs que tiene que ver con ocupar espacios y que sean nuestras voces las interlocutoras.   

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Y resulta que aquí, como en la mayoría de las cosas, se juegan relaciones de poder. Poder que las personas cis, sin ser ingenuas, saben que lo tienen por sobre nosotras y, en base a ello, privilegios. Privilegios que pueden ser el simple acceso a la comunicación, a una cátedra en la Universidad o a una charla. Donde no somos nosotras las que ocupamos esos espacios, por más que; inclusive, nos utilicen como teóricas en sus clases con algún que otro artículo, relato, o historia que contemos con el fin de  “analizarnos” o teorizar sobre políticas sexuales.

El techo para nosotras, a pesar de ser en muchos casos sus teorías, estará en manos de hombres y mujeres cis, lesbianas o gays cis, que ocupan esos espacios sin ceder a habilitar por fuera de sus controles: tuteladas.

Y quisiera hacer una repregunta sobre el título de esta columna: ¿Pueden los hombres hablar sobre las temáticas de las mujeres? Y no es que sea separatista.  Sabemos como feministas que no se trata de eso, y que si de algo nos sirvió el feminismo es para identificar las relaciones desiguales de poder que, nos guste o no, están establecidas tanto en hombres como mujeres, como en personas cis y trans.

Esto debería permitir reflexionar para ser puentes que habiliten poniendo un poco en juego los privilegios de cada quién, no para»incluirnos», sino para correrse y darnos el espacio. No voy a declarar la guerra entre lo cis y lo trans. De hecho pretendo alianzas y una redistribución de los saberes que sea consecuente con la búsqueda de justicia social, que es también justicia simbólica, económica y afectiva.

La no complacencia

También, como mencioné hace unos días en un posteo de Facebook: “Nosotras las personas trans por el solo hecho de ser trans no somos eruditas, ni estamos impunes a lo que decimos y hacemos. Digo esto porque observo muchas veces cómo se nos glorifica inclusive cuando estamos diciendo una terrible pelotudez o incluso siendo violentas. A los cis: no seas cis-complacientes (eso también es ser cisexista) y si estamos diciendo o haciendo algo que es cualquiera, HAGANLO SABER”.

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De la misma manera, nosotras deberíamos poder hacerles saber cuando están diciendo o actuando de modo cisexista y que eso no sea motivo de ofensa, sino teniendo la humildad para poder construirnos en este proceso de transformación en donde es indiscutible que las piezas están en movimiento, las hemos logrado mover.

Y reitero, en el caso de nosotras, requerimos la reapropiación de nuestros saberes que han estado en palabras y en manos de ustedes, en donde al momento de la redistribución de bienes (materiales y simbólicos) son egoístas y mezquinos. No nos pongan limites, no tengan miedo. Se trata de desarticular dichas relaciones de poder, más que lo que digan o hagan. Se trata de quienes aun tienen el acceso a los espacios institucionales. Es ahí donde esa ética feministas se les acaba, porque se ponen en juego por sobre los vínculos el poder y la estructura verticalista que proponen las instituciones. Y desde luego se hace presente la tibieza.

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Y no voy a ser yo quien diga si pueden o no hablar por nosotras. Entre nosotrxs, travestis y trans, seremos quienes disputemos y legitimemos sus saberes y espacios y observemos con perspicacia hacia donde están enfocados sus intereses.  

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