Honduras: tres crímenes de odio a personas LGBT en una semana

En Honduras, donde el 68 % por ciento de la población de 9 millones vive en condiciones de pobreza exclusión, salirse de la heteronorma cuesta la vida. En la última semana dos chicas trans y una lesbiana fueron asesinadas con saña y organizaciones de la diversidad sexual denuncian que fueron crímenes de odio.

Por Emy Padilla, desde Tegucigalpa

En Honduras, donde el 68 % por ciento de la población de 9 millones vive en condiciones de pobreza y exclusión, salirse de la heteronorma cuesta la vida. En la última semana dos chicas trans y una lesbiana fueron asesinadas con saña y organizaciones de la diversidad sexual denuncian que fueron crímenes de odio.

Shakira o “La Moy”, como se la conocía, era una joven trans, quien fue asesinada a pedradas entre la medianoche del sábado 8 de junio y la madrugada del domingo en la colonia Oswaldo López Arellano, del municipio de Choloma, en el norteño departamento de Cortés, una de las zonas más violentas de Honduras. Con apenas 20 años, Shakira fue ejecutada en el mismo barrio donde residía. Su cuerpo permaneció por varias horas en la calle ante la mirada atemorizada de sus vecinos, que llamaron a la policía.

Testigos del hecho contaron que el crimen fue cometido por unos hombres que con saña le lanzaron piedras hasta asesinarla, dijo a Presentes Rihanna Ferrera, de la organización Cozumel Trans.

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La activista de la diversidad sexual contó que hay varios muchachos y muchachas que fueron testigos del hecho, pero que deberá ser la policía quien debe investigar el caso para que el crimen no quede impune. “Si vemos que queda así (impune) creeremos que el Estado está en colusión, es decir que están a favor de que a una la maten”, dijo.

El cuerpo de la víctima fue llevado a la morgue del Ministerio Público de la cercana ciudad de San Pedro Sula, sin que hasta el momento se presenten cargos contra su o sus asesinos.

Como siempre, la policía al ser abordada por los medios de comunicación que cubren estos hechos, sin ningún reparo y miramiento, prometió hacer justicia en este caso que se suma a otros 317 crímenes reportados en los últimos diez años.

Asesinan a mujer lesbiana

Mientras se comentaba sobre el crimen de Shakira, los medios de comunicación de la capital hondureña informaban sobre el hallazgo del cuerpo sin vida de Karen Daniela Calix Cruz, una joven mujer lesbiana de 18 años.

Karen fue ejecutada con arma blanca la medianoche del viernes 7 de junio en las faldas del parque nacional, Juan A. Laínez, ubicado en el centro de Tegucigalpa. Su cuerpo sin vida fue encontrado en horas de la mañana del sábado, y según testigos, el crimen fue cometido por dos hombres, quienes se dieron a la fuga. Sobre este caso la policía todavía no ha presentado cargos, ni tampoco ha informado sobre el paradero de los criminales.

Otra chica trans

Los crímenes contra la comunidad LGBTI enlistan además a otra chica trans, asesinada el domingo 2 de junio en la comunidad de San Francisco de los Valle, San Marcos, Quimistán, Santa Bárbara, en la zona occidental. La víctima de 23 años era conocida como Fabiola.

Fabiola fue asesinada con arma blanca por sus asesinos que le asestaron varias puñaladas en el cuello. El hecho ocurrió cuando la salía de una fiesta, detalló a Presentes, Indyra Mendoza, de la Red Cattrachas.

Cuando la encontraron, Fabiola yacía boca abajo con su cuerpo ensangrentado. La policía no ha presentado cargos ni tampoco ha informado sobre quién o quiénes son los criminales

Crímenes de odio

Los crímenes de Shakira y Fabiola son similares ya que ambos fueron ejecutados con saña. “La situación es lamentable porque se ve el odio con que son asesinadas las personas de la comunidad LGBT. Estos dos casos, por ejemplo, las personas fueron asesinadas a pedradas, lo que demuestra los altos niveles de discriminación y de violencia que la comunidad LGBT vive en el país”, dijo a Presentes Iván Banegas, miembro de la Asociación Colectivo Violeta.

Los recientes crímenes tienen una connotación similar a tres casos registrados hace tres años, cuando personas de la comunidad LGBTI fueron asesinadas a pedradas.

El defensor de los derechos de la diversidad sexual no descartó que los victimarios de los nuevos casos estén actuando motivados por el fundamentalismo religioso porque la lapidación es una forma bíblica de hacer justicia.

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Los crímenes de odio y la violencia contra los miembros de la diversidad sexual se incrementaron a raíz del golpe de Estado de 2009, registrando desde ese entonces a la fecha 317 casos, de los cuales el 92 % están impunes, de acuerdo al Observatorio de Muertes Violentas de la Comunidad LGBTI en Honduras, de la Red Lésbica Cattrachas.

La organización precisa que de los 317 casos, 180 pertenecen a personas gays, 37 a lesbianas y 100 a personas trans.

Las organizaciones que defienden los derechos de la comunidad LGBTI están trabajando en la elaboración de un informe para cuantificar la cantidad de crímenes cometidos en contra de sus miembros y demostrar que hay una tendencia hacia el alza.

Fundamentalismo religioso e impunidad

La impunidad más el fundamentalismo religioso está propiciando que los crímenes contra la comunidad LGBTI sigan en ascenso. El año pasado la cifra fue de 27 casos y en el 2017, cuando Honduras vivió una crisis política derivada de las elecciones, se registraron 34 casos.

Este año, cuando se reporta un nuevo estallido social contra el gobierno, ya se han registrado 15 casos y la cifra podría ir en aumento, consideró Banegas al tomar en cuenta los tres últimos crímenes registrados en el lapso de una semana.

La violencia contra la diversidad sexual ha sido más evidente a partir de octubre del año pasado, a raíz de que la comunidad LGBTI propiciara acciones legales ante la Corte Suprema de Justicia, pidiendo el matrimonio entre las personas del mismo sexo y la adopción de menores a parejas homoparentales.

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Los miembros de la diversidad sexual interpusieron un recurso de inconstitucionalidad contra el artículo 112 de la Constitución de la República, sobre el matrimonio entre las personas del mismo sexo y al artículo 116 sobre la adopción.

De acuerdo a la valoración de Iván Banegas, miembro de la Asociación Colectivo Violeta, los ataques a la comunidad LGBTI se incrementaron luego que los grupos de la diversidad sexual pusieran en la agenda pública y plantearan ante las instituciones del Estado sus demandas basados en derechos conquistados en otros países.

La violencia contra la diversidad sexual se asocia, según el defensor de los derechos LGBTI Erik Martínez, a la crisis política-social que vive constantemente Honduras a raíz del golpe de Estado de 2009. A modo de ejemplo, Martínez citó que en apenas seis meses, después del golpe de Estado, se registraron 22 crímenes.

Discursos de odio

Posteriormente, en 2012 se registraron 44 asesinatos, casualmente cuando la comunidad LGBTI interpuso una denuncia por discriminación contra el pastor de la iglesia evangélica, Evelio Reyes, un hombre ligado al poder económico y político. El religioso mantuvo un discurso de discriminación hacia las personas de diversidad sexual que buscaban un cargo de elección popular en el marco de las elecciones de aquel entonces.

En el año 2017, cuando se denunció un fraude electoral, se registró otro repunte y se contabilizaron 34 casos más.

Martínez manifestó que los crímenes de odio son tan notables porque las víctimas son ejecutadas con saña, ya sea a pedradas, decapitadas, quemadas y hay gente a quienes, ya muertas, les han cercenado sus genitales.

En conclusión, el defensor consideró que los crímenes se registran durante las crisis políticas porque el poder quiere mandar un mensaje para que la comunidad LGBTI se mantenga al margen de las luchas y no reclame sus derechos.

En Honduras la comunidad LGBTI forma parte un amplio sector vulnerable, que ha sido acorralado por un fundamentalismo religioso, que a través de las iglesias católica y evangélica, impone la agenda de las políticas públicas. Cada vez que los temas de avances en derechos son expuestos, la clase gobernante convoca a pastores y curas para que den sus puntos de vista desde el ámbito moral y religioso.

Sin investigaciones especializadas

Derechos como el aborto, el matrimonio entre las parejas del mismo sexo, la adopción de menores a parejas del mismo sexo, no son forman parte de la agenda de las instituciones del Estado, incluso, en el año 2009, se prohibió la venta de la Pastilla Anticonceptiva de Emergencia (PAE), por considerarse “abortivas”, según los alegatos de organizaciones fundamentalistas religiosas.

Ante el repunte de los crímenes de odio de la comunidad LGBTI, en el Ministerio Público hondureño se abrió una fiscalía especial. Sin embargo, ahora funciona alrededor de la Unidad de Muertes de Personas Pertenecientes a Grupos Sociales Vulnerables, dependencia de la Unidad de Muertes Violentas. Esta unidad investiga las muertes de alto impacto relacionadas a feminicidios, crímenes de operadores de justicia, defensores de derechos humanos y periodistas, restando la efectividad a sus fiscales producto de la alta carga de casos.

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