Jujuy: piden crimen de Zoe Quispe se juzgue como transfemicidio

La familia de Zoe Quispe, activista trans de 35 años, pide que se condene como transfemicidio.

Por Elena Corvalán, desde Jujuy

Zoe Nazarena Quispe, una mujer trans, fue asesinada de 35 puñaladas por su pareja, Jesús Pantaleón “Lucas” Moreno, el 10 de septiembre de 2016. Tenía 35 años e integraba la organización Damas de Hierro. En el juicio oral, que está llevándose a cabo desde el pasado 22 de mayo, su familia, que es querellante, pide que se aplique la figura del transfemicidio.

El hecho ocurrió entre las 4 y las 7 de la mañana, en la habitación que compartía con el agresor, en el primer piso de la casa de los padres de la víctima, en la ciudad de Palpalá, a casi 15 kilómetros de la capital jujeña.

La audiencia de debate se desarrolla ante el Tribunal en lo Criminal Nº 2 de San Salvador de Jujuy, integrado por la jueza Cecilia Sadir (presidenta) y los jueces Luis Kamada y Antonio Llermanos. Y actúa el fiscal Alejandro Maldonado.

Hoy hubo una corta audiencia en la que declararon tres testigxs. Tras eso se pasó a un cuarto intermedio hasta el miércoles 12 de junio, día en que se prevé que declare una última testiga. Luego se producirán los alegatos y se dará a conocer la sentencia.

La madre de Zoe, Antonia Mamaní, es querellante en este proceso judicial, con la representación legal de la abogada Romina Cortés, integrante de la Secretaría de Paridad de Género de Jujuy. Cortés derivó la consulta de Presentes a la secretaria de Paridad de Género, Soledad Sapag, quien a su vez prefirió que las preguntas se hicieran por escrito.

Fue transfemicidio

“La figura de transfemicidio se pide desde la querella. Se solicita que el señor Moreno Jesús Pantaleón sea condenado por el transfemicidio de Zoe Quispe con las figuras de homicidio agravado por odio a la identidad de género y violencia de género, y por el vínculo. Porque además hay dos antecedentes a nivel nacional. Uno en la provincia de Buenos Aires, la sentencia de Diana Sacayán. Y el otro es el juicio de Marcela Chocobar en Río Gallegos (cuya sentencia será este jueves 13, recientemente se cambió a transfemicidio). Nosotras seguimos la misma línea”, informó a Presentes la secretaria de Paridad de Género de la provincia de Jujuy, Soledad Sapag.

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Zoe era víctima de violencia de género

En el juicio, en el que ya declararon varias personas trans que eran amigas o conocían a la víctima, se manifestó que Zoe era víctima de violencia por parte de Moreno, con quien estaba en pareja desde hacía dos años.

Patricia García, cuñada de Zoe y que declaró en la segunda audiencia, relató a Presentes que el acusado “era agresivo, le pegaba”. El padre de Zoe, la madre y sus hermanas, sobre todo la mayor, Marta Mamaní, vieron esas agresiones.

Padre, madre y hermana ya han declarado y relataron los hechos de violencia de los que fueron testigxs. En cambio, Patricia dijo que nunca supo de estas agresiones, pero recordó que “en ocasiones” vio “moretones en los brazos” de Zoe. Sin embargo, “nunca pregunté ¿quién te lo hizo? o ¿te golpeaste?, nada; fue error de una no preguntar”, lamentó.

Zoe era trabajadora sexual (como el 90 por ciento de las personas travestis y trans, excluídas tempranamente del ámbito educativo y laboral), y convivía con su pareja en la casa de sus padres. En el juicio algunxs testigxs relataron que Moreno se molestaba cuando Zoe recibía mensajes relativos a su trabajo, pero luego aceptaba la plata que ella ganaba.

Su cuñada Patricia dijo que sí fue testigo de escenas de celos de parte de Moreno, “por ahí él le escondía el celular, le sacaba el celular”, relató. “(El acusado) era una persona muy celosa, supo celarla a Zoe con mi hijo, o sea, con el propio sobrino”, recordó la cuñada. Lxs tres primeros hijos de García y Oscar Quispe, hermano de Zoe, eran muy apegadxs a su tía: “La querían mucho” y cada vez que iban a visitar a la familia, pasaban horas conversando con Zoe en su habitación. “Pero ella una vez nos planteó el tema de que Lucas no quería que mi hijo subiera a la habitación porque tenía celos de lo que podía pasar entre ellos, o sea, ya un tipo enfermo”.

Los informes técnicos tampoco dejaron bien parado a Moreno. Uno de esos informes confirma que tiene personalidad celopática y que eso motivaba discusiones y agresiones a su pareja.

La autopsia: 35 puñaladas

La autopsia detalla que la víctima recibió un total de 35 puñaladas en la zona del cuello, el rostro y el pecho, y tenía además varios hematomas en distintas partes del cuerpo. El ataque se perpetuó con un cuchillo con sierra, mientras que la víctima intentó defenderse con un tenedor.

Lourdes Ibarra, activista de la organización Damas de Hierro y que también declaró en este proceso, destacó que la defensa “está usando el argumento de que Zoe era violenta y que por ser trans tenía mucha fuerza”. Además, “todo el tiempo va por el lado de su enfermedad, porque era VIH positiva y por el lado de su diversidad de género, la masculiniza todo el tiempo”.

“Lucas era quien agredía a Zoe”, enfatizó Patricia cuando se la consultó sobre la estrategia de la defensa de Moreno, a cargo del abogado Rogelio Llanes, que sostiene que Zoe no podía ser víctima de violencia porque tenía la fuerza de un hombre.

La cuñada añadió que la familia siente “bronca e impotencia” frente a este argumento. “Nos duele que traten de defender algo que nada que ver”, expresó.

García también lamentó que la defensa insista reiteradamente en que la víctima era trans y en que vivía con VIH. “Lucas dijo que él la ayudaba a ella en cuanto al tratamiento pero el tratamiento es gratuito en el Hospital San Roque, entonces tampoco es que él aportaba dinero en la casa. Ellos vivían porque mi suegro los mantenía”, afirmó. Según contó, de vez en cuando Lucas hacía malabares en las esquinas de la ciudad.

Sin registros de violencias hacia personas LGBTQ+

“Desde la Secretaría tenemos la oportunidad de ser parte de la querella en forma gratuita representando a las familia de las víctimas de femicidio. En este caso se representa a la familia de Zoe Quispe, quien fue víctima de transfemicidio en el año 2016, con la representación de una abogada penalista que es parte del equipo de trabajo de la Dirección de Atención Integral de la Violencia de Género”, explicó la funcionaria. Insistió en que la querella es de la familia de la víctima.

Patricia García relató que Zoe había manifestado su identidad de género desde adolescente. Y si bien al principio “costó”, su padre y su madre terminaron por aceptarla, igual que el resto de la familia que “la aceptó siempre”. El padre de Zoe, Florencio Quispe, es octogenario, y su madre está cerca de cumplir los 80.

Consultada sobre si en Jujuy hay muchos casos de violencia contra las personas del colectivo LGBTIQ, Sapag indicó que en esa provincia no hay registros específicos.

“Muchas de las mujeres trans no realizan las denuncias, aunque algunas sí y están siendo atendidas en los dispositivos. Pero no tenemos una cifra específica o exacta de cuántos son los casos».

Añadió que para su área “es un gran desafío poder acompañar a la familia de Zoe en este proceso tan doloroso, pero sobre todo queremos reivindicar la memoria de ella y que se haga justicia”. “Seguimos en busca del reconocimiento de las diferentes vulnerabilidades que enfrentan las mujeres cis y trans, por eso acompañamos al colectivo LGBTIQ para el reconocimiento de sus derechos y de la figura del transfemicidio”, finalizó.

 

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