EN FOTOS #Orgullo2018 Color y protestas en las calles de Santiago

La capital chilena celebró su segunda marcha LGBT+ del año, la Santiago Parade 2018, convocada por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).

Por Airam Fernández, desde Santiago de Chile

Fotos: Josean Rivera

Este sábado la capital chilena celebró su segunda marcha LGBT+ del año, la Santiago Parade 2018. Convocada por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) con la consigna “¡No más bla-bla!”, miles de personas salieron a las calles a demandar igualdad y visibilizar la diversidad.

Cerca de las 14, Plaza Italia empezó a llenarse de purpurina y música. No asistieron activistas reconocidos ni se alinearon las típicas columnas de las distintas organizaciones conformadas en Chile, salvo la de la Fundación Selenna, que encabezó la marcha.

El recorrido arrancó exactamente a las 15, con una marea de color visiblemente menor a ocasiones anteriores. Pero las demandas fueron similares: matrimonio igualitario y adopción homoparental.

A pesar de que la Ley de Identidad de Género se aprobó en septiembre, esta marcha no olvidó el tema: las infancias quedaron excluidas del documento que despachó la Cámara de Diputados. Ayer asistieron les niñes de Fundación Selenna, junto a sus padres. Marcharon con una pancarta que llevaba el lema de su lucha: “Si me nombras, existo”. Y gritaron consignas como “Somos más que un nombre, somos más que un sexo, somos niñes trans que luchamos por derechos”.

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“Vinimos porque pensamos que es importante seguir estando en estas marchas, sin importar quién convoque. Son tiempos de seguir saliendo a las calles a celebrar lo que ya hemos conquistado y seguir luchando por lo que falta. Que les niñes quedaran fuera de la ley nos motiva más que nunca a seguir dándole visibilidad al tema. Por ahora sólo nos queda esto y seguir apoyando en lo que podamos, sobre todo con educación”, dijo a Presentes Evelyn Silva, directora de la organización.

“Que el Estado se ponga a tono con nuestros derechos”

La semana pasada, el Gobierno chileno realizó una serie de modificaciones al Plan de Derechos Humanos creado durante la administración de la ex presidenta Michelle Bachelet. Uno de los cambios es sobre el matrimonio igualitario, que ya no será “promovido” sino sólo “monitoreado” por el Ejecutivo, en la medida en que el proyecto avance por decisión del Senado.

 

La marcha fue anunciada antes de que esta decisión se conociera. “Hoy estamos reivindicando la necesidad de que el Estado chileno se ponga a tono con nuestros derechos humanitarios fundamentales. Eso significa legislar por el matrimonio igualitario, la adopción homoparental y otras leyes y políticas públicas que son urgentes”, dijo Rolando Jiménez, dirigente del Movilh.

Esa fue una de las razones que muchxs tuvieron para marchar, como Sergio Castillo, quien recorrió la principal arteria vial de Santiago en su silla de ruedas. “Siempre vengo a estas marchas, pero esta vez con más ganas por lo que hizo el gobierno de cambiar la prioridad al matrimonio igualitario. Ahora con más razón tenemos que hacer bulla”, expresó.

“Esperaba una marcha más política y rebelde”

La comunidad migrante también desfiló. Banderas de Venezuela, Colombia y Brasil se sumaron a los arcoiris y banderas trans. Luis Atencio marchó con el tricolor venezolano, sorprendido por la convocatoria: “Esto nunca pasa en mi país. Llegué hace tres años a vivir a Chile y nunca había podido venir a una marcha. Estoy muy contento y muy agradecido de poder caminar así, con total libertad”, dijo.

Pero Klebiane Bezerra, una brasilera que vive en Santiago desde hace ocho meses, esperaba más: “En Brasil las marchas son enormes. Es un país muchísimo más grande y se entiende que sea por eso, pero hay mucho más compromiso de parte de la comunidad. Pensé que hoy vendría más gente. También esperaba encontrarme con una marcha más política y rebelde”.

Ese tono se lo dieron las feministxs del “bloque de la disidencia” o la “contra marcha queer”, un grupo de jóvenes lesbianas que durante toda la marcha gritó consignas contra el patriarcado e incluso contra del Movilh, que organizó la actividad. También alzaron su voz por Nicole Saavedra, la joven asesinada hace más de dos años en Limache, un pueblo cercano a la capital chilena.

“A Nicole la mataron y aún no hay culpables. No es posible que nos sigan matando y aquí sigan bailando y celebrando sin ninguna conciencia”, dijo una de las chicas, antes de atravesar la multitud congregada frente a la tarima final, gritando en coro junto a sus compañerxs: “¡Mucha fiesta, poca protesta!”. El reclamo fue ignorado y la gente no dejó de bailar.

Muchos tuvieron la percepción de que la convocatoria fue baja respecto a marchas anteriores, por un episodio ocurrido el pasado jueves en Plaza Italia, cuando Carabineros reprimió una protesta por la muerte de Camilo Catrillanca, un comunero mapuche muerto por disparos de la policía chilena en la región de La Araucanía el miércoles.

Unos pocos carteles con su nombre se sumaron a las consignas del Santiago Parade.

“Yo soy parte de la comunidad LGBT. Veo que hay menos gente que otras veces, pero no entiendo qué celebran los que hoy están aquí, si hace dos días mataron a Camilo. Todo el país debería estar de luto”, dijo al final de la actividad, que concluyó con una fiesta en Plaza Los Héroes.

 

 

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