Voces trans de Entre Ríos reclaman por el cupo laboral

Poner un punto final a la violencia sobre nuestras identidades y lo constitutivo es el desafío que queremos instalar dentro del movimiento feminista, pero ya no como modo de acompañamiento sino adoptando nuestra lucha como propia, pronunciando el tema en la agenda social.

Por Keili González* Tenemos que diseñar estrategias contrahegemónicas para no ocupar más el último estabón en el cruel sistema político entrerriano que nos exige, atrevidamente, “superarnos”. Como si cada trava o trans fuera su propio problema a resolver. Poner un punto final a la violencia sobre nuestras identidades y lo constitutivo es el desafío que queremos instalar dentro del movimiento feminista, pero ya no como modo de acompañamiento sino adoptando nuestra lucha como propia, pronunciando el tema en la agenda social. Nuestra provincia es una de las pocas que ni siquiera cuenta con un proyecto de cupo laboral trans. Las travas nos hemos reunido con funcionarios públicos entrerrianos reclamando políticas para que contemplen las disidencias sexoafectivas. El primer encuentro lo mantuvimos con Matías Germano, responsable de la Subsecretaría de Derechos Humanos, de quien depende el Área de Diversidad Sexual sancionada por el poder Legislativo y promulgada por el gobernador, Gustavo Bordet, hace siete meses y que aún sigue siendo testimonial. Una de las grandes problemáticas por la que atraviesa nuestra comunidad es la falta de acceso al sistema laboral. Si hay algo que el Estado provincial no nos ha permitido, es ser parte de la creación de las políticas públicas de empleo, mucho menos, ingresar al sistema laboral con el fin de allanar caminos para gozar del derecho genuino al trabajo. “Todavía me sigo preparando. Terminé la escuela secundaria, hice un curso de computación y ahora estoy en la facultad. Realmente tengo intenciones de de avanzar, de capacitarme para algún día, no pierdo la esperanza, pueda conseguir un trabajo digno. Hoy, sabemos que no existen políticas públicas que nos ayuden, que nos avalen y nos respalden para conseguir un trabajo”, dijo Agustina Busten, activista y militante trans de Paraná. Karen Bruselario, militante trans de la ciudad de Victoria, reconoció las dificultades que el colectivo posee a la hora de conseguir trabajo, y dijo: “Después de tantos años de no tener oportunidades de trabajo, de golpear puertas y que nadie me vea como una persona capaz, recibí una propuesta para trabajar en un gremio, donde se dictan clases para personas adultas. Hoy con 33 años tengo por primera un trabajo donde no arriesgo mi cuerpo, sino que tengo la posibilidad de demostrar que aquella prostituta tenía ganas de crecer”. Además, la militante aclaró que la oportunidad se la brindó una amiga luego de años de espera de que el Estado le brindara una respuesta. “Son muy pocas las que se encuentran insertadas laboralmente en Concepción del Uruguay, solo algunas que lograron obtener un título trabajan. Yo no puedo insertarme, no tengo posibilidades aunque lo desee. A las chicas que estamos sometidas a la prostitución nos han robado hasta ese sueño y seguimos peleándola con diversas problemáticas en las que estamos atravesadas”, comentó Laura Girard, militante travesti de aquella ciudad. “Las travas tenemos la dificultad de no ingresar al sistema laboral formal y una de las causas tiene que ver con la entrada al sistema prostibulario, que es consecuencia de la expulsión previa. Hay compañeras que no se encuentran en la situación de tener que prostituirse para subsistir, hecho que le permite acceder a otros lugares porque no cargan con la estigmatización por haberlas visto en la calle ofreciendo su cuerpo”, aseguró Iara Aranzazú Quiroga, militante y activista travesti de Paraná.

¿Por qué no hay igualdad posible sin nosotras adentro?

Abordar las identidades travas y trans desde las políticas de empleo resulta central para avanzar en la efectiva inclusión e integración de todas las personas sin discriminaciones y en igualdad de condiciones en una sociedad. Para esto resulta esencial que la promoción del trabajo decente deban reconocer las necesidades específicas de nuestro colectivo, que es unos de los más vulnerados. El 2 de mayo las travas nos manifestamos frente a la Subsecretaría de Derechos Humanos, con el objetivo de que el Estado provincial efectivice políticas públicas de empleo en áreas que fueron diseñadas e implementadas con un enfoque de género y diversidad sexual, tomando decisiones para poder responder a las condiciones de una población específica excluida por tener una expresión de género no hegemónica.                     Keili González En este contexto de extrema violencia las travas entrerrianas, como entes políticos, nos hemos organizado para decir basta. Nuestros cuerpos no dan más. Todo lo que hemos atravesado durante la vida, nuestras vivencias y experiencias, nuestro contexto, queda inscrito en nuestros cuerpos. Somos portadoras de una historia y de las más crueles, la de vivir en las sombras y eso posee un valor simbólico del cual no nos podemos desprender. Para eso, dentro del feminismo fomentamos estrategias políticas de la solidaridad y solo se consigue tratando al otrx como igual, incluyendolxs no solo en lo discursivo sino en acciones concretas, trabajando sobre las urgencias frente a la enorme ausencia del Estado, con el único objetivo, no hacer desaparecer la alteridad. * comunicadora y activista travesti. Vive en Nogoyá, Entre Ríos. ]]>

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