Sara Hebe: “Mujeres y travestis somos siempre objeto para el capitalismo”

Con furia, con una cadencia hip hop, Sara Hebe visibiliza, usa el pañuelo verde del aborto legal, hace flamear la bandera del orgullo LGBTI, apunta, dispara, canta. Reivindicativa, feminista, lleva ya casi diez años haciendo música, pero tal vez masivamente se la conoce por su canción El Marginal, cortina del hit televisivo del año pasado que ganó el Martín Fierro de Oro y se instaló entre las series más populares de Netflix.

Por Daniela Pasik Con furia, con una cadencia hip hop, Sara Hebe visibiliza, usa el pañuelo verde del aborto legal, hace flamear la bandera del orgullo LGBTI, apunta, dispara y canta. Reivindicativa y feminista, lleva ya casi diez años haciendo música, pero alcanzó popularidad por su canción El Marginal, cortina del hit televisivo del año pasado que ganó el Martín Fierro de Oro y se instaló entre las series más populares de Netflix. En todo tipo de escenarios, en el under o en festivales, de gira por Europa o por pueblitos argentinos, la rapera de Trelew lanza sus puñales rimados hacia las cosas que muchos no quieren terminar de ver. “El Encuentro Nacional de Mujeres es lo real, el acontecimiento anticapitalista. Todo lo demás es supervivencia. Nunca fui a ninguno, este va a ser mi primero. No voy con una idea musical ni a tocar, quiero ir de aprendiz, hacer talleres. Me emociona, es un suceso político y único que no pasa en ningún otro lado”, dice. -Tus letras son militantes. ¿Desde ahí se convirtió en tema la visibilidad lésbica? -La visibilidad lésbica se convirtió en tema por una cuestión real de que me gustan las chicas, después se hizo militancia. No al revés. Y se hizo militancia porque vivimos un contexto social con matrimonio igualitario y la ley de identidad de género, pero de mucho peligro a la vez. Queda un montón por visibilizar. Por eso, lo personal, se vuelve político también. Mientras hay más publicidades con parejas de chicos o de chicas, o una novela donde unas pibas están enamoradas, en la realidad pasa otra cosa. Se arma una ofensiva represiva, fascista y lesbofóbica en respuesta o reacción a los avances en cuanto a visibilidad. Es mucho más difícil besarte en público con tu novia si sos mujer porque te llevan presa, o algún pajero te dice algo, o te miran y eso también se siente y es horrible. Ahí te sentís objeto, el que ellos pretenden que seamos. Si ves dos pibas de barrio, y una no responde a las normas y códigos de belleza establecidos por el heterocapitalismo y el patriarcado, al calabozo. En cambio, si es flaca, linda, está la tele, en una novela, ahí es aceptada. Hay un sistema represor organizado que quiere demostrarnos más fuertemente que tienen el poder. Mujeres y travestis somos siempre objeto para el capitalismo, y si no entramos en la norma que vende se nos detiene y se nos culpabiliza. Se puede hacer mucho para visibilizar, para salir de los estereotipos. Sobre todo repensarnos, ver nuestros binarismos mentales, leer a autorxs, que las hay muchxs que han pensado y escrito sobre estos temas, y escuchar a lxs más jóvenes, que traen más info y menos prejuicios. -Grabas independiente, tocas en lugarcitos, no importa el tamaño, pero también en el Lollapalooza. ¿Es difícil mantener tu postura, principios e ideales en lugares que en principio podrían no ser los propicios? -No me es difícil mantener mis principios en ningún lado. ¿Lugares no propicios? El mundo no es propicio. Dentro del mercado, ya no hay espacios en donde no se espere que hablemos de tal cosa. Incluso les viene bien, porque así absorbe las cosas el capitalismo. Le chupa un huevo al Lollapalooza de lo que yo diga. Me quieren a mí, cómo carne de mercado. Y yo me vendo, estoy trabajando. Lindo sería que me anime de una vez y ponga una bomba en el escenario, pero tampoco quiero matar fans, jaja. -Empezaste a componer de forma autodidacta y ahora se dice de vos que sos la  mejor rapera argentina. ¿Qué te fue guiando hasta encontrarte en ese espacio? -Lo de “la mejor rapera” es la opinión de alguien que en su momento escribió una nota, pero no me siento cómoda con esa definición porque lo de “mejor” tiene que ver con la competencia feroz en la que estamos sumergidas dentro de este capitalismo salvaje, en donde las mujeres somos más presas de esta competencia que los chabones. Nadie es “la mejor”. Cada cual hace lo mejor en lo que hace. Todas y cada una de las personas de este planeta somos irremplazables. Yo llegué acá guiándome por la música, por escuchar rap y todo tipo de cosas. Hip hop, Beastie Boys, Mala Rodríguez, Todos Tus Muertos, Actitud María Marta, muchas cosas. Uno de los espacios en los que fui empezando a tener confianza para componer canciones fueron las clases de teatro con mi maestra Mirta Bogdasarian, que me animó, me dijo que estaba bueno lo que escribía. No hubo un paso ni un salto a hacer música y compartirla con el público. Fueron miles. Me imaginaba así ya desde muy chiquita, cuando jugaba a hacer lo que estoy haciendo. Decía que estaba de gira, de aquí para allá, con lugares que nada que ver entre sí, tipo Gaiman (un mini pueblo en Chubut) y Los Ángeles. Me vestía, convencía a mis amigas para que formen parte de mi show, trataba de juntar gente, inventaba canciones. Lo mismo que ahora. -Sos solista, pero tocás con una banda y tenés un co-equiper en estudio y escena. ¿Cómo funcionan esas sociedades musicales? -Empecé sola, tocando por ahí con las pistas grabadas. En 2009 hice mi primer disco, La Hija Del Loco, en el que había producciones de varias personas, entre otras Ramiro Jota, en dos temas, Historika y Desesperada. Es un gran productor, súper original, y también un amigo, re buen pibe. Después en 2012 hice el segundo, Puentera, ya con mayoría de producciones de él y se sumó a tocar en vivo. El último, Colectivo Vacío, en 2015, lo grabamos más como una creación de dúo. El equipo que hacemos funciona muy bien.  Somos independientes uno del otro, él tiene su movida, pero me encantan su mano productora y su escucha musical, me dan ganas de seguir laburando juntos.  Y a la banda se sumó hace un tiempo Edu Morote en la batería; Fernanda Ron toca bajo y guitarra y se intercambian con Ramiro; y a veces está mi hermana, Arie, haciendo coros. -¿Qué nuevos proyectos tenés? -Sacamos hace muy poquito el tema Violeta Perro, hay un video en Youtube, y estoy pensando cosas nuevas, muy de a poco, pero no hay plan concreto de disco. Estamos tocando. El sábado 28 de octubre vamos a estar en La Cortada, en Hurlingham. Hay otras fechas después en noviembre en Temperley y Olavarría, y también en Córdoba, Santa Fe, Rosario y Bahía Blanca. Sara Hebe sigue tocando el viernes 3/11 en Casa Babylon (Ciudad de Córdoba), el sábado 4/11 en Calypso (Rio Cuarto), el viernes 17/11 en Sivendia (Ciudad de Santa Fe), el sábado 18/11 en Asociación Japonesa (Rosario) y el jueves 23/11 en Nueva Cruz (Bahía Blanca).]]>

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