La lucha de una familia para que su hijo trans tenga atención médica integral

"Acá no lo vamos a atender’: la frase nos cayó encima como un martillazo de realidad”. Así comienza la carta que difundió el miércoles la familia de Gonzalo, el chico trans de 13 años que el Hospital de Niños de La Plata se negó a acompañar en su tratamiento hormonal. Aunque no hubo aún comunicado oficial, desde la institución sostienen que la intención en todo momento fue pedir tiempo para formar mejor al equipo médico.

Por Anita Aliberti Fotos: Ariel Gutraich «Acá no lo vamos a atender’: la frase nos cayó encima como un martillazo de realidad”. Así comienza la carta que difundió el miércoles la familia de Gonzalo, el chico trans de 13 años que el Hospital de Niños de La Plata se negó a acompañar en su tratamiento hormonal. Aunque no hubo aún comunicado oficial, desde la institución sostienen que la intención en todo momento fue pedir tiempo para formar mejor al equipo médico. Mauro, el papá de Gonzalo tiene esperanzas de que recapaciten, aunque el objetivo va más allá del tratamiento de su hijo: buscan que se redacte y ponga en funcionamiento un protocolo para la atención de personas trans en las instituciones de Salud de la Provincia. “No queremos que Gonza sea una excepción. No queremos que nuestros hijos vivan en un mundo para pocos”, dijo Mauro a Presentes.

«Un error de interpretación»

«No estamos preparados, no tenemos equipo, no tenemos experiencia, el servicio de salud mental no tiene la capacidad, vuelvan el año que viene cuando el hospital esté listo». Estas fueron algunas de las excusas que la institución dio a la familia, además de “recomendarles” que hagan el tratamiento en el hospital General de Niños Pedro de Elizalde de la ciudad de Buenos Aires. Mauro y Susana, los papás de Gonzalo, dicen que no hubo derivación formal, “nadie quiso firmar nada. Nadie se quiso hacer cargo”. Sin embargo, desde el Ministerio de Salud de la provincia dicen que fue un un error de interpretación y citaron a los padres a una reunión el próximo lunes 2 de octubre. La historia de Gonzalo se conoció hace unos meses atrás, cuando un tuit de su papá se hizo viral: “Me viene naciendo un hijo de 12 años- escribió Mauro en Twitter- Me está naciendo un hijo en el lugar exacto en el que antes estuvo 12 años mi hija”. Hacía poco tenía cuenta en la red social, pero quiso probar: “necesitaba aprender a decir que tengo un hijo trans, ponerlo en palabras”, contó en una entrevista con Presentes.
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Hace casi tres meses Gonzalo decidió iniciar un tratamiento de inhibición hormonal en el Hospital de Niños. Junto con sus padres y hermana pasaron el primer mes investigando, leyendo todo lo que encontraban al respecto, charlando con profesionales. Los exámenes preliminares también llevaron casi un mes, al igual que los trámites de la obra social. Justo cuando lograron que les autoricen la medicación, el hospital les dijo que habían decidido no atender el caso. “Creemos profundamente que los equipos no se arman rechazando pacientes. Y que el servicio de salud mental sólo es indispensable si tenemos una visión patologizante de las infancias trans”, escribieron los padres de Gonzalo en la carta. Gonzalo comenzó el tratamiento en el Hospital zonal de agudos Dr. Ricargo Gutiérrez y en 15 días debería recibir la segunda dosis. Si bien la institución cuenta con un equipo médico especializado en este tipo de prácticas, Mauro dice que es una situación angustiante llevar a su hijo a un hospital de adultos. “Los profesionales son excelentes, pero no están formados para atender a niñxs y tampoco tampoco es necesario; no hay motivos concretos para que mi hijo no se pueda atender en el Hospital de Niños”.  

Lo que dice la ley

Mauro sabe que la institución lleva adelante este mismo tratamiento en otrxs pacientes de la edad de Gonza, que conocen sus efectos y cómo hacer el seguimiento: “lo que cambia en su caso es el motivo, Gonza tomó la decisión de comenzar un tratamiento”. El Art. 11 de la Ley 26.743 de Identidad de Género estipula el “derecho al libre desarrollo personal (…) a fin de garantizar el goce de su salud integral, acceder a intervenciones quirúrgicas totales y parciales y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo, incluida su genitalidad, a su identidad de género autopercibida, sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa”.
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La ley aclara además que se deberá cumplir la voluntad del menor, como lo estipula el artículo 5 de la misma ley, “teniendo en cuenta los principios de capacidad progresiva e interés superior del niño/a de acuerdo con lo estipulado en la Convención sobre los Derechos del Niño y en la Ley 26.061 de protección integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes”. La familia de Gonzalo dice que la decisión de visibilizar el caso tiene que ver respetar el espíritu de la ley: “está hecha para que nada se tenga que judicializar sino que las cosas salgan por trámite administrativo”.
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Gonzalo festejó ayer el primer cumpleaños con su identidad autopercibida. Su papá cuenta que si bien está ansioso, confía en que todo se va a salir bien. Después de redactar la carta, Mauro y Susana se la leyeron a Gonzalo para ver qué le parecía. Él escuchó atento y cuando terminaron, los miró y les dijo: “esto tiene que funcionar”.]]>

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