«Orgullo en Lucha» se formó por la disconformidad de un grupo de activistas que no se sienten representados por las consignas de la marcha oficial. Denuncian que las políticas de hambre, ajuste y represión del gobierno nacional repercuten principalmente en el colectivo travesti trans, por la falta de acceso al trabajo, salud y educación. “Pérdida de derechos, falta de acceso a la salud, incremento de la violencia al colectivo travesti trans, despidos”: estos son algunos de los puntos que la columna “Orgullo en Lucha” reclamó  dentro de la XXV Marcha del Orgullo LGBTIQ de Buenos Aires, que desfiló esta tarde bajo la lluvia  desde Plaza de Mayo hasta la Plaza de los dos Congresos. “Orgullo en lucha” se formó a partir de la disconformidad de un grupo de activistas que, al no sentirse representados por las consignas de la marcha oficial, decidieron crear las propias. ¿Por qué posicionar otras demandas en la marcha? Para entender las razones, hay que pensar en el contexto político de la Argentina después de la victoria con el 51.5 por ciento de los votos del presidente Mauricio Macri, cuyo triunfo potenció una división de posicionamientos frente a este nuevo escenario político. “La marcha del orgullo es una demostración contundente de fuerza política por parte de nuestra comunidad. Es diversa en su composición ideológica y social, pero a la vez, es insistentemente usada como un respaldo político por organizaciones que se arrogan su representación total. Hoy, algunas de esas organizaciones sostienen alianzas con el actual gobierno macrista, y con algunxs de sus funcionarios politicxs. Es por esto que nosotrxs decimos no. No en nuestro nombre”, dice el documento que repartió Orgullo en lucha. En los años ’70, el Frente de Liberación Homosexual, una de las organizaciones pioneras de activismo en Argentina, hacía sus intervenciones repartiendo y tirando al aire unos volantes con formas de distintas frutas, en donde podían leerse diferentes consignas sobre derechos y sexualidad. “Mi favorita siempre fue la misma: ¡Soltate! Una consigna que condensaba en una imagen muy simple la profundidad de las ataduras de un contexto represivo y un programa sexo-político concreto: soltarse, liberar el cuerpo, abrirlo a la experiencia torcida de esos deseos indómitos contenidos, desobedecer el llamado al silencio de la normalidad represiva, quebrar con el mutismo hacia las fantasías de mundos cuerpos nuevos, aflojar la carne del deber ser, reclamar el placer de la política, y la política en el placer para construir también una comunidad, un pueblo liberado que desde el deseo imaginara transformarlo todo, quebrando todas las cadenas”, dijo a Presentes Nicolás Cuello, parte de la comisión organizadora de la columna.

Con la mirada atenta a la calle

Orgullo en lucha se levanta “como un compromiso colectivo de reactivar la potencia incómoda de nuestros placeres, para desatarnos de la represión, para desanudar la comodidad de lo normal, para desenredarnos de la imaginación estatal, para finalmente, eso: soltarnos y ser libres”, dijo Cuello. Dentro de la columna disidente marchó “Hiedrah club de baile”, una plataforma que visibiliza ritmos de minorías culturales y trabaja desde la autogestión, planteando que bailar es un rito transformador. “Cada uno de los que marchamos en Orgullo en lucha, desde su espacio, con su propia bandera, consideramos que hay una construcción colectiva opuesta a la formulación oficial de la marcha. Pensamos que es un buen momento para construir entre todos afinidades para empoderarnos y trabajar más en relación con lo que pasa en las calles.”, explicaron Nahuel e Ybán, integrantes de Hiedrah. Mientras seguía el diluvio y la marcha avanzaba, Presentes continuó preguntando: ¿por qué orgullo en lucha? “Porque no transamos con este gobierno, porque no nos interesa formar parte. Hoy la conducción del movimiento LGBT está trabajando dentro las secretarías públicas y a nosotrxs no nos interesa articular de esa manera, sino todo lo contrario, queremos denunciar las políticas de hambre, ajuste y represión que están recayendo sobre la sociedad argentina en general y a partir de eso pensar la especificidad de estas políticas que generan un desfinanciamiento, una tercerización vía ONGs que repercute en nuestra existencia, vulnerabilizándonos aún más. Y en este punto me refiero al colectivo travesti trans, que es el más vulnerado dentro de nuestro movimiento en relación al acceso a un trabajo y por eso reclamamos por la ley de cupo laboral trans, salud y educación”, dijo Sandra Aguilar, parte de la comisión de Orgullo en Lucha. “Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las travestis en la cara de la gente”, “Macri no es puto, es liberal, hacete cargo él es heterosexual”, cantó Orgullo en lucha hasta llegar a la Plaza de los dos Congresos, donde se armó un baile ritual. “Casarnos y sacarnos el documento de la autopercepción para personas travestis y trans son pisos del estado de derecho ganados, pero hay que discutirlos, vamos por más, estamos orgullosos pero en lucha”, dijo la activista “sudaca trans” Susy Shock.   *La comisión organizadora de orgullo en lucha estuvo conformada por Colectiva Lohana Berkins/ Democracia Socialista/ Desde el Fuego CABA/ Furia Trava/ Hiedrah Club de Baile / Independientes / Partido Comunista /  Tortas de Barrio – FOL en La Brecha

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