25 años de orgullo y política en las calles

“¡Basta de violencia institucional y asesinatos a personas trans, y Ley antidiscriminatoria Ya!” fueron las proclamas que más se repitieron en la XXV Marcha del Orgullo en Buenos Aires. El diluvio no empañó la fiesta. Durante nueve horas, miles de personas marcharon y bailaron, encolumnadas o sueltas, sobre carrozas y bajo paraguas, para celebrar un…

“¡Basta de violencia institucional y asesinatos a personas trans, y Ley antidiscriminatoria Ya!” fueron las proclamas que más se repitieron en la XXV Marcha del Orgullo en Buenos Aires. El diluvio no empañó la fiesta. Durante nueve horas, miles de personas marcharon y bailaron, encolumnadas o sueltas, sobre carrozas y bajo paraguas, para celebrar un año más de visibilidad y derechos. La crónica y las voces.  Por Agencia Presentes Fotos: Ariel Gutraich   La convocatoria en Plaza de Mayo para la Marcha del Orgullo número 25 argentina estaba programada para el mediodía. Media hora antes, se vino el mundo abajo. Una lluvia torrencial inundó la calles porteñas pero eso no impidió que la plaza se fuera llenando con las columnas, la alegría y los reclamos de las distintas organizaciones por la diversidad sexual, partidos políticos y miles de personas autoconvocadas. Después del primer contacto con el chaparrón, parecían no sentir más lluvia. Algunxs con paraguas, otrxs resguardándose bajo el Cabildo o el arcoiris gigante montado junto al Cabildo, la mayoría entregada al agua y al disfrute, empezaron a calentar los motores para una fiesta que fue creciendo al pulso de la música de las diferentes carrozas. De a poco, la dispersión se fue transformando en colectivo. La #Marchadelorgullo2016 fue la primera bajo el gobierno de Mauricio Macri. En los últimos meses, integrantes de los colectivos vienen denunciando retrocesos en diversos frentes. El más urgente se convirtió en la consigna de la marcha: “Basta de violencia institucional y asesinatos a personas trans y Ley antidiscriminatoria Ya”. Pero también, que se instrumente el cupo laboral trans en todo el país, derecho al aborto, separación de Iglesia y Estado, legalización del autocultivo y consumo de marihuana, y liberación de Milagro Sala, entre otros reclamos. Hay mucho en común y hay -hubo- fuertes diferencias en las consignas, en la letra chica y en cómo conseguirlas, además de enfrentamientos políticos por los recortes del macrismo a los programas de género y diversidad, y algunas disidencias explícitas dentro del movimiento TLGBI. Las columnas empezaron a moverse a partir de las cuatro y media de la tarde desde la Plaza de Mayo hasta el Congreso, cuando el cielo todavía no daba tregua. Fue una marcha multitudinaria y emblemática, donde la vara repasó en varios momentos el camino recorrido desde aquella primera convocatoria, cuando unas 200 personas salieron a  la calle para reclamar igualdad y respeto con las caras tapadas con máscaras.  Esta vez, las máscaras tenía un efecto satírico y festivo, y cada uno se mandó con su performance. La Iglesia fue uno de los temas que se replicaron entre ellas. Lola y Rocío se vistieron de monjas y Alan, de cura. Muchos pedían sacarse fotos con el trío sagrado. Ellos explicaban que sus atuendos no eran una broma: era el modo de expresar un pedido: que la Iglesia acepte a la comunidad LGBTI. Mónica León, activista trans, llevaba una remera que decía Ni una menos y una corona de flores en la cabeza. Cargaba una cruz de madera. En el extremo superior, tenía un cartón con los nombres escritos a mano: Diana Sacayán, Lohana Berkins, Nadia Echazú, Vanesa Ledesma y Rafala Onorio. “Esta cruz, es el sufrimiento de las trans, las travestis y las transgénero. Viví durante 11 años afuera, víctima de la violencia policial. Y al volver estoy muy orgullosa de ver las conquistas del movimiento LGBTI en Argentina”, dijo Mónica. La comunidad católica gay marchó adelante, detrás de la comisión organizadora -que llevó la delantera, en la que estaban, entre otros, María Rachid (presidenta de la FALGTB) y María José Lubertino-. Llevaban una bandera que decía: “Dios nos creó gays para hacer mejor al mundo”. Entre las filas de las agrupaciones de izquierda,- de las últimas columnas en llegar al Congreso-, avanzaban, uno al lado del otro, dos integrantes de Libre Diversia con caretas del Papa Francisco y Mauricio Macri y un cartel  “El Papa y Macri, enemigos de nuestros derechos”.   La columna travesti-trans, con la activista Claudia Vasquez Haro -que denunció el recrudecimiento de la violencia institucional a trans y travestis ante la ONU -a la cabeza y Sasha Sacayán ( integrante de M.A.L) a cargo del bombo, avanzó detrás de una bandera que reclama justicia por el asesinato de Diana Sacayán, la referente travesti asesinada el año pasado en su departamento de Flores. Tan solo dos días después del Gritazo Trava Latinoaméricano para denunciar los travesticidios, el colectivo se sumó a la fiesta cantándole con fuerza a la furia travesti iniciada por la activista fallecida este año, Lohana Berkins. “Estamos huérfanas de Lohana y de Diana pero seguimos en pie de lucha”, dijeron. Este año, además de militar por una ley de reparación estatal a las víctimas de violencia policial, se suman las exigencias por una ley de cupo trans y a las denuncias al gobierno de Mauricio Macri por la precarización social y el recorte a los programas de género y diversidad sexual en el Estado. “Estamos acá con el reclamo por la violencia institucional a las chicas trans. Y además formamos parte de la organización que hace test de VIH gratuitos y confidenciales en lugares públicos. Yo también vengo para mostrar que estoy orgullosa de ser trans y a reclamar por el cupo laboral. Todavía quedan muchas batallas para dar.”, dijo Alejandra a Presentes. La caravana de la CHA  (Comunidad Homosexual Argentina), una de las más festivas, se sacudió sin parar al ritmo del pop desde la Plaza de Mayo hasta Congreso. Rafael Leick avanzaba bailando a un costado del camión. Vive en Sao Paulo y tiene un blog de viajes donde cuenta sus experiencias como trotamundos gay. “Acá la marcha es mucho más política que en Brasil, con sus reivindicaciones y derechos. Y se puede caminar más tranquilo por la multitud”, dice. La columna de Visibilidad Lésbica y La Fulana también era un núcleo danzante y de meneo contagioso, y muchas de las integrantes llevaban el pañuelo verde, símbolo de la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito, al cuello. Martín Canevaro, secretario general de 100 % Diversidad y Derechos, tiene muchas marchas encima: “A pesar del diluvio, acá estamos y muchísimos, lo cual demuestra conformamos un movimiento sólido y, lejos de ser un fenómenos pasajero, somos un actor político relevante de la sociedad argentina” dice Canevaro Este año, junto a la CHA, presentaron un proyecto de ley antidiscriminación. Uno de sus ejes principales es erradicar la discriminación a partir de la educación, resaltó Canevaro. Para Zelda -purpurina en los pómulos, un vestido de lentejuelas verdes haciendo juego con sus ojos esmeraldas y una gorra con la cara de una gatita- era su primera marcha en la Argentina. Inglesa, está de paso: vino a hacerse una feminización de rostro. “Esta marcha me parece más fascinante y mucho más política que la de Londres, por ejemplo. Pero además acá veo menos policías”, dijo a Presentes. dsc_6 El vendedor ambulante no se quejaba: la bandera del arco iris, a 80 pesos, salió menos que otros años. Pero esta vez la culpa era del tiempo. “La gente suele llegar al mediodía y a las cuatro empieza la marcha, hoy al mediodía diluviaba y los puestos de la feria se daban vuelta. La gente llegó a las cuatro y la marcha arrancó a las cinco”, explicó el joven, también integrante de uno de los colectivos. Mari Robles avanzaba en la primera fila de la columna de ATTTA (Asociacion Travestis Transexuales Argentinas). Había llegado de Salta apenas unas horas antes. Desde hace 10 años es la coordinadora de ATTTA en su provincia. Mari peleó duro por un DNI que respetara su identidad de género y fue la primera en tenerlo. Antes de que se sancionara la ley, llevó su caso a la Justicia, que le dio la razón en 2011. “Estoy orgullosa de ser quien soy, como soy, no necesito implantes”, dijo a Presentes. Marchó para pedir por la igualdad de derechos en general y el cupo laboral trans en particular. Un grupo de mujeres de más de 65 años avanzaban más despacio, detrás de una bandera que decía: “Padres, familiares y amigos de la diversidad sexual”. “Marchamos por amor a nuestros hijos, por el orgullo de que puedan expresarse como son. Se necesita más educación para que estos temas avancen”. Al atardecer, la lluvia había cesado y arriba del escenario ubicado frente al Congreso, representantes de la Comisión Organizadora que agrupa a 34 organizaciones, leyeron un documento en forma colectiva y compartieron un video. Repasaron los últimos 25 años “de dolor por las muertes, los golpes, la violencia, de furia e indignación pero también de celebración y alegría y por la  militancia que llevó a la igualdad jurídica”. Pidieron terminar con la violencia institucional y asesinatos a personas trans, quienes siguen teniendo un promedio de vida de 40 años. “No podemos seguir aceptando esos datos”, cuestionaron. Y apuntaron que esa situación se soluciona con políticas públicas concretas y la aprobación de una ley antidiscriminatoria”. “No hay grieta LGBTI, acá hay unión”, gritaron con firmeza.

“Queremos construir una cultura de la diversidad»

Exigieron el cumplimiento de la ley de cupo laboral trans y “la separación de la Iglesia del Estado, que gasta 22 mil millones de pesos para sostener a curas y obispos que enseñan a nuestros niñxs a discriminar”. También pidieron que el Estado garantice el acceso al misoprostol y que se cumpla el protocolo nacional de abortos no punibles. Denunciaron que el Estado Nacional recortó los presupuestos del Consejo de la Mujer, INADI y la Secretaría de Derechos Humanos, así como  la medicación para personas con HIV. Sobre este punto pidieron la sanción de una nueva ley de SIDA, y la protección de niños que nacieron con el virus, además de medicación genérica que garantice la sustentabilidad de los tratamientos médicos. Exigieron la liberación de Milagros Salas en Jujuy, reclamaron por Belén y por los choferes detenidos por un conflicto gremial en Salta.  “Queremos construir una cultura de la diversidad. No queremos esperar 25 años  más para lo que falta. Eso lo logramos compartiendo la reivindicación con otros movimientos sociales”.  Después de un largo día de fiesta, el escenario principal recibió a las bandas de música. Los huevos y piedras que volaron en esa dirección en plena noche, impulsaron a los organizadores a dar por terminado el show antes del cierre, previsto con las Bandana, una elección musical que en su momento fue muy criticada por algunas de las organizaciones. La fiesta no siguió como pautada, pero siguió igual, mientras las miles de personas, ya sin lluvia pero mojadas por el sudor del baile, se fueron dispersando entre besos y abrazos. A seguir reinventando el orgullo de la noche. Seguinos en: Twitter @PresentesTLGBI Instagram: PresentesTLGBI Facebook: https://web.facebook.com/presentesTLGBI/]]>

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